Apoyo a Jefas de Familia

Introducción.

Desde su creación el programa Apoyo a Jefas de Familia tiene como objetivo mejorar los ingresos económicos de las mujeres de hogares monoparentales, que viven en condiciones de vulnerabilidad y tengan algún dependiente menor de edad.

En Jalisco según los datos referidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el 20% de los hogares tienen como jefe de familia a una mujer; en la actualidad se tiene el dato que los hogares donde la mujer está al frente en México son siete millones 925 mil 993 casos, lo que representa el 29%. La situación de estas mujeres cambia dependiendo de su estado civil, relaciones afectivas y maternidad y hasta el estado donde se vive ya que cada uno tiene sus políticas, leyes y costumbres lo cual es un factor para el desenvolvimiento femenino, mejor que en otros, por ejemplo en el Distrito Federal es el 38.7% el liderazgo familiar femenino ya que tiene más oportunidades laborales y existe una mejor equidad de género.

Como vemos, van en aumento las familias donde solo existe una mujer que debe llevar la batuta del hogar, que a veces no hay apoyo más que el de ella, lo que conlleva más dificultad el salir adelante con una buena calidad de vida, tener un buen recurso económico, desencadena más problemas en el núcleo familiar. Todo esto nos hace reflexionar que si las familias donde encabeza una mujer ¿son más pobres? o ¿tienen más problemas familiares?, ¿viven peor que las que tienen a un hombre? Todas estas reflexiones se responden dependiendo la perspectiva de cada quien, pero según estudios en la realidad es SI a estas preguntas.

Es por ello que esta situación mueve a buscar diversas estrategias interinstitucionales encaminadas a atender a este grupo de mujeres de manera integral para que se les facilite una mejor calidad de vida, brindándoles apoyo y oportunidades para su mejoría familiar ya que cada año aumentan mas las familias donde la mujer es madre y al mismo tiempo las complicaciones que se tienen en la sociedad actual.

Pero la pregunta es ¿enserio estos programas ayudan a las jefas de familia?, porque si lo vemos desde la perspectiva de género, estos programas contribuyen a visibilizar la realidad de las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, los cambios culturales en la sociedad y los obstáculos que enfrentan las mujeres para el pleno ejercicio de sus derechos y el desarrollo de sus familias, día con día.

El programa Jefas de Familia les brinda un apoyo económico y de oportunidades; es muy bueno y eficiente cuando estas mujeres saben aprovechar el recurso en esta situación, lo malo es que deben de ser aun más vulnerables que el resto para ser beneficiarias de este programa.

Contenido

Mujeres madres solas.

El termino que se tiene sobre jefatura femenina ha sido desarrollado generalmente en relación con el tema de pobreza, llevando implícito el supuesto de que las familias encabezadas por mujeres son en su mayoría, más pobres y vulnerables que los hogares con jefatura masculina. A lo anterior, se añade el creciente número de mujeres jefas de hogar, en el transcurso de las últimas décadas, donde los hogares así, aumentaron a 28.5% en 2017, mientras que en 2014 la proporción era de 27.2%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de los Hogares del INEGI. Este hecho, nos lleva a cuestionarnos cuáles son tales condiciones que hacen a los hogares dirigidos por mujeres que sean más vulnerables que cuando es un hombre.

El concepto de jefa de familia es muy complejo y se dicta según la perspectiva. Diversos autores han expuesto ya la dificultad para precisar de manera concreta y objetiva el concepto de jefes de familia, principalmente debido a que es un término subjetivo y que se encuentra sujeto a la forma en que cada familia establece las relaciones al interior del hogar y sus percepciones en torno a la autoridad y al género.

Así, las diversas interpretaciones del concepto nos lleva a representaciones tales como considerar que el jefe del hogar es quien toma las decisiones importantes en la familia, quien sostiene económicamente el hogar, o bien, quien se desempeña como pilar emocional del hogar. (Enríquez Rosas, 2009)

De esta forma, la identificación de hogares con jefatura femenina se ha fundamentado primordialmente en dos aspectos:

1. La propia identificación que hace la familia sobre el jefe del hogar, esto es, indagando directamente en los hogares respecto a quién es la persona que ellos consideran como jefe.
2. El estado civil de la mujer que encabeza el hogar, en este caso, se toma como punto de partida la ausencia del hombre en el hogar, de manera que los hogares con jefatura femenina estaría representado por las mujeres solteras, viudas o separadas.

Cabe señalar, que las posturas anteriores traen consigo una serie de dificultades que llegan a excluir los hogares más vulnerables en los que la mujer desempeña la mayor parte de la responsabilidad en cuanto a su atención y manutención. En el primer caso, la representación del jefe del hogar en una sociedad como la nuestra, está mediada por los conceptos de género, de tal manera, que el hombre será considerado en su mayoría como jefe del hogar independiente de las acciones que realice como tal, siendo esto un error ya que en la actualidad hay familias que aun estando el hombre presente, la mujer es quien lleva la batuta del hogar, es la que toma las decisiones y hay casos en los que aporta más dinero y recursos que el hombre; y no por el hecho de que existe un presencia masculina, se descarte el caso de jefe de familia.

En el segundo caso, se excluye a todas aquellas mujeres que, siendo de forma legal viudas o divorciadas, conviven en la actualidad con una nueva pareja; se excluye también a aquellas mujeres que aún viviendo con la familia de origen (generalmente con jefatura masculina), asumen la mayor parte de la responsabilidad sobre el cuidado, la atención y manutención de los hijos.

Independientemente sea el caso o la forma en cómo definimos a la jefas de familia, ellas son las que tienen que salir adelante con sus familias, a pesar de las dificultades que se presenten en la actualidad como el desempleo, la desigualdad de género al no tener las mismas oportunidades, tienen que trabajar para poder llevar sustento económico que les de alimentación, un buen hogar que tenga servicios como el agua y la luz, educación que conlleva uniformes y útiles, tener tiempo de calidad con la familia, realizar las tareas domesticas y muchas más actividades que tiene que realizar día con día.

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