Argumentos A Favor De La Pena De Muerte

La Pena De Muerte

Una persona que tortura, viola y mata a 172 niños, ¿debería estar libre?, ¿en la cárcel? o ¿merece la pena de muerte? Como lo es el caso de Luis Alfredo Garavito.

La controversia que siempre ha existido acerca de la pena de muerte, hoy en día ha tenido mucha fuerza debido a la gran cantidad de delitos que se han cometido y que merecen dicha pena.

La condena a la criminalidad debe cumplir distintos fines y uno de estos, el de mayor importancia corresponde a una sanción que sea proporcional de la gravedad del delito cometido. Es aquí donde surge la problemática con respecto a la legalidad de esta medida, el acuerdo, desacuerdo y los distintos fundaméntenos para respaldar cada posición.

Sin embargo, antes de cualquier argumento ético o moral en contra de la pena de muerte, no se puede juzgar, si un ser humano tiene el derecho o no de decidir sobre la vida de otro ser humano, toda vez que el individuo a juzgar, ya le ha arrebatado el derecho de vivir a sus víctimas y ya no tiene algún derecho frente a la sociedad que ha sufrido sus crímenes, ni tan siquiera derecho a la vida, pues quien los comete ha roto con estos actos sus lazos con ella.

El mayor argumento a favor de la pena de muerte, es el de “ojo por ojo y diente por diente” ya que muchos de nosotros pensamos que esas personas “han de pagar con la misma moneda”; sin embargo la pena de muerte no es únicamente tomada como objeto de venganza, ya que en muchos sentidos, tanto morales como sociales, es mucho más beneficiosa.

La pena de muerte en sentido ético y moral, es la única pena justa para determinados delitos atroces como lo son asesinatos, violaciones de niños etc. y es la única pena que da cierto consuelo o satisfacción a los familiares de las víctimas, además la pena de muerte en sentido social, es la única pena eficaz para impedir determinados delitos, previene nuevos delitos por parte del criminal, es mucho más económica que mantener de por vida encerrado a un criminal condenado a costa de la sociedad afectada por sus crímenes y evita el hacinamiento de las cárceles.

Para concluir, podemos decir que la pena de muerte es justa, porque no podemos hablar de justicia cuando una persona buena, que no hace daño a nadie es asesinada por alguien sin conciencia y que su crimen quede impune, además que resulta mucho más rentable condenar a muerte al criminal, frente a la opción de tener que mantenerlo toda la vida, asimismo reduce el delito y previene su repetición, pues el temor que genera frenará a los futuros criminales y también es un buen castigo para el asesinato.

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