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Corriente migratoria del siglo XIX.

Causas que propiciaron la salida de su país de origen. Describe el contexto histórico.

Lugares de México donde se establecieron.

Actividades económicas realizadas.

Huellas de su cultura presentes en México, en el ámbito popular (comida, fiestas, tradiciones, etcétera) como en el académico o intelectual, si es el caso.

Corriente de migrantes franceses hacia México durante la primera mitad del siglo XIX, principalmente del suroeste de Francia.

Aunque con la Independencia se facilitó la entrada de extranjeros a México desde finales del período virreinal se había establecido ya una cierta corriente de inmigración francesa.

A partir de 1800 comenzó la migración y también después de la derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815, llegaron a México también exsoldados y partidarios del emperador.

Se calcula una inmigración a México de 6000 personas durante la primera mitad del siglo XIX.

Entre 1846 y 1848 la migración en México se nutrió de gente afectada por la crisis económica de Francia de esos años. La mayoría de los que llegaron a nuestro país procedían del medio rural. La cercanía del atlántico y la crisis de las pequeñas ciudades parece haber sido uno de los factores principales de migración a América.

En los años 30´s se organizaron las primeras empresas de colonización hacia Coatzacoalcos y Jicaltepec. A partir de 1851 afluyeron a Sonora migrantes que pensaron descubrir filones de oro como los de California.

La mayoría se estableció en Puebla, Guanajuato, Tampico, Guadalajara, Acapulco y Mazatlán.

Los franceses que se establecieron en México no pueden responder a las expectativas del gobierno mexicano, el cual esperaba colonizar nuevas tierras con campesinos europeos. Los inmigrantes franceses por su preparación y oficios llegaron a vivir en ciudades como México y Puebla donde se conformaron en el transcurso del siglo XIX comunidades francesas de gran importancia.  

En 1842, con la prohibición para los extranjeros del comercio al menudeo; la oleada tuvo un repentino descenso hasta 1948 que se quitó esa restricción.

Una actividad predilecta era el comercio al menudeo como la venta de quesos, flores, sedas, hierro o perfumes.

Las personas que tenían una mayor preparación académica vivían en las ciudades desarrollando sus propias profesiones u oficios.

El 5% de los migrantes eran mineros, horticultores y agricultores. El 22% eran rentistas, fabricantes o practicaban alguna profesión u oficio. Había médicos, arquitectos, dentistas, farmacéuticos, veterinarios, químicos e ingenieros. Otros eran artistas, pintores, escultores, músicos, gimnastas y escritores.

El 30% eran comerciantes y el 43% artesanos.

Por lo menos un 10% tenía una preparación superior al promedio.

Corriente migratoria del siglo XX.

Causas que propiciaron la salida de su país de origen. Describe el contexto histórico.

Lugares de México donde se establecieron.

Actividades económicas realizadas.

Huellas de su cultura presentes en México, en el ámbito popular (comida, fiestas, tradiciones, etcétera) como en el académico o intelectual, si es el caso.

Corriente migratoria Española hacia México en el siglo XX, provocada por el exilio de la guerra civil española.

De 1936 a 1939, España vivió una guerra civil cargada de sangre que dividió al país. Esta división ya se había gestado desde finales del siglo XIX y tenía que ver con el antagonismo social. De un lado la parte conservadora: Monarquía, Clero, Ejército, empresariado y terratenientes. Por otro lado estaban los republicanos que incluían a la clase media, los intelectuales, profesionistas, pequeños propietarios, campesinos sin tierra, jornaleros, obreros, mineros y textileros.

Una guerra civil consiste en que la población de un país con el mismo idioma, historia, leyes, tradiciones y cultura se enfrentan entre sí, dividiendo a la sociedad.

Francisco Franco, quien había triunfado era conservador, y comenzó a perseguir y a tener enfrentamientos con los republicanos al extremo de que o sufrían las represiones o salían del país para no sufrir los grandes efectos de la dictadura.

Por el exilio, el cual es el alejamiento forzado de una persona de su patria; en 1937 llegó una oleada migratoria a México.

El gobierno cardenista aunque se consideró de corte socialista, dio asilo a los españoles para protegerlos de los desastres de la guerra.

Arribaron a  la Ciudad de Veracruz, a la Ciudad de México y a Morelia, Michoacán. La mayoría de los refugiados profesionistas (de la migración de 1939) se concentraron en la Ciudad de México e ingresaron a empresas creadas como centros educativos donde continuaron sus actividades docentes y académicas como el IPN, UNAM, SEP e INBA.

Entre los años 1937 y 1950, se habla de aproximadamente 30000 exiliados.

En 1939 llegó una migración de profesionistas dedicados a la medicina, ingeniería, farmacéutica, arquitectura, química, etc.

La laboriosidad de la población española fue un valioso aporte para nuestro país por el talento y la fortaleza de muchos de estos exiliados y migrantes. También compartieron su gastronomía, sus dulces, la elaboración de quesos, la fotografía, etc.

Se recibió una generación de intelectuales españoles por el erudito mexicano Daniel Cosio Villegas.

Se fundó la casa de España en México en 1938, donde se recibieron a estos intelectuales españoles para integrarlos a la vida cultural mexicana. También el pensador mexicano Alfonso Reyes hizo una selección de sabios y artistas más talentosos como miembros residentes y buscaron otros centros académicos para otros intelectuales con la finalidad de realizar investigaciones y seminarios en su especialidad. Algunas de estas personas asiladas fueron: Luis Recasens Siches, León Felipe, José Moreno Villa, José Gaos, María Zambrano, Rodolfo Halffter (quien hizo grandes aportaciones a la música y al ballet), y a la escritora María Nelken.