Migracion

Introducción:

En México, como en la mayor parte de Centroamérica ocurre un gran problema; el cual quita la vida de muchas personas, que el único delito en su cruda realidad es querer salir a delante. Miles de centroamericanos abandonan sus hogares para ir tras un sueño dorado, que por cierto este no es ganar dinero fácil, más bien es ganar dinero donde se les permita demostrar que pueden laborar y hacer actividades, incluso mejor que muchos de nosotros.

Si esta cruda realidad es la que vive un migrante. En México es común encontrarnos con este tipo de personas, y lo primero que la mayoría de la gente piensa, es que son objetos, si, objetos, no tomamos el valor que tienen, incluso llegamos a verlos por encima del hombro.

Pero, ¿en verdad sabemos sus verdaderas intenciones? No, para nosotros es fácil juzgar una apariencia, una ropa o unas manos sucias que se estiran, al compas del vidrio del auto que sube para evitar darles una moneda, que quizá sea el único peso que pueden ganar para continuar con su duro y cruel viaje.

En este ensayo veremos algunos de los retos y desafíos que tienen que enfrentar nuestros hermanos, que si bien no nacieron bajo suelo mexicano, si tienen la luz de la misma luna, trataremos de entender el por qué de su partida y que esperan encontrar al final de su viaje.

México es un país el cual cuenta con un índice de medio millón de inmigrantes nacionales, que parten a los estados unidos, así que este problema de migración no nos debe de ser ajenos ni mucho menos lo debemos de ignorar.

A la lista del sueño americano, le agregamos personas de Guatemala, Perú, El Salvador, Colombia, etc. La lista crece como la cuenta bancaria de un político.

El puente para alcanzar suelo Americano, es México, nuestro suelo ve el paso de cientos de esperanzas, por trenes, camionetas y mas transportes viajan ilusiones, emociones, llanto, cansancio frustración, y demás, que la mayoría de las veces se ve truncada en el camino.

En los últimos meses, México ha visto un incremento en su población, en especial nosotros, los alumnos del Instituto Acatitlan nos hemos percatado de el incremento de habitantes inmigrantes, en la zona de lechería, Izcalli Pirámide, Tenayuca, y colonias vecinas, las cuales tienen en común el paso del gigante de acero, el tren.

El tren para el migrante, es el medio de transporte que los conduce hacia la frontera, México-Estados Unidos, y es por esto que la mayoría arriesga su vida para treparse a los vagones de este trasporte.

Platicando con un migrante de nombre Luis, nos contaba que en Veracruz, sale el tren que los deja en el estado de México, donde posteriormente esperan otro para abordar y llegar a la frontera.

Luis nos contaba, que el inmigrante siempre es discriminado por su forma de vestir, hablar, su color de piel, pero también nos dijo que las personas no siempre son lo que aparentan. La, mayoría de la gente no pude creer que soy licenciado en administración de empresas; nos decía. El migrante no solo es aquella persona que busca causar lastima, que quiere dinero fácil, o que huye de su país por gusto o placer. La mayoría de mis compañeros de viaje vamos en busca de la oportunidad que nuestro propio país nos niega. En Guatemala, o sales a buscar oportunidades o te mueres de hambre. Palabras de Luis, un joven de 26 años, preparado con una licenciatura, una gran esperanza y un traje conformado por un pantalón roto, camisa muy mugrosa y unos tenis que hacen un esfuerzo sobrehumano para cubrir sus pies del asfalto caliente por el sol.

En la investigación de campo, que hicimos en San Rafael Tlalnepantla, nos dimos cuenta de las condiciones en las que viven los inmigrantes, así que decidimos abordarlos y preguntarles ¿por que se están quedando más tiempo aquí?. Esta pregunta resolvería nuestra hipótesis y nos abriría hacia una visión mas amplia del hermano migrante; y efectivamente eso fue lo que paso.

Al formular una serie de cuestionamientos, plantear la pregunta del por qué quedarse más tiempo aquí, nos respondieron lo siguiente:

Nuestra intención no es vivir de la plata del mexicano, ni llegar a robarles ni mucho menos, simplemente “no tenemos recursos para continuar nuestro viaje”.

Una pareja de inmigrantes nos dijo unas palabras que que provocaron muchos sentimientos encontrados en nuestras personas: “no nos hemos ido de aquí, porque mi hija está enferma, en el camino le dio neumonía, y no queremos que su enfermedad se agrave y perderla, estamos aquí pidiendo dinero para sus medicinas, y para poderle dar un bocado de alimento.

La verdad es que estas palabras nos hicieron cambiar nuestra manera de ver, ala persona china, de piel oscura que se encontraba frente a nosotros, y nos genero impotencia de no poder hacer nada para ayudar, pues por mucho o poco dinero que le pudimos dar, nadie va a solucionar su realidad ni la de su pequeña hija que lucha por vivir, a miles de kilómetros del suelo que la vio nacer.

Y bien, nos planteamos otra cuestión, ¿Existe alguien que se encargue de estas personas, una institución?, la siguiente tarea a realizar era investigar sobre algún centro de apoyo al migrante y ver que te piden para ser beneficiado con el apoyo y esto fue lo que encontramos:

“TULTITLÁN, Méx.— La diócesis de Cuautitlán ordenó el cierre definitivo de La Casa del Migrante San Juan Diego en Lechería, al repetirse un enfrentamiento entre presuntos migrantes y vecinos.

El párroco y director de la Casa del Migrante San Juan Diego, Christian Alexander Rojas Poca sangre, informó que recibió la orden de la diócesis de Cuautitlán de cerrar de forma definitiva este albergue, donde llegaban al día un promedio de 200 centroamericanos a comer, dormir y asearse en su paso hacia Norteamérica.

Los hechos violentos que se registraron el fin de semana, en

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