Aury Gobernadora De San Andres
Enviado por Mauriterry • 23 de Octubre de 2012 • 2.904 Palabras (12 Páginas) • 953 Visitas
Aury Guerrero Bowie es la nueva gobernadora de las islas
Con una ventaja de 5847 votos la candidata a Gobernación Aury del Socorro Guerrero Bowie se convirtió en la nueva gobernador del Departamento sobre su oponente Susanie Davis Bryan del Movimiento Integración Regional, el mismo partido del actual gobernador Pedro Claver Gallardo Forbes. En total la nueva gobernador del Departamento Aury Guerrero Bowie sumó 14.269 votos, correspondiente al 61.01 % en tanto que Susanie Davis Bryan obtuvo 8.422 votos, correspondiente al 36.01 % En total votaron en San Andrés y Providencia para Gobernación 24.078 electores, de los cuales 22.691 fueron por las dos candidatas, 696 en blanco, 23.387 validos, 160 nulos, y 531 votos no marcados.
La nueva gobernadora agradeció a toda la comunidad de las islas y ofreció en su primer discurso que San Andrés y Providencia serán distintas con toda seguridad, y le propuso a sus seguidores que guardaran la compostura por que el piso estaba mojado y además estábamos en Ley Seca. La nueva mandataria delante de su pueblo, y visiblemente emocionada agradeció a los electores “por haber tomado esa decisión democrática”, y por ello agradeció a todos y todas las personas que depositaron su voto de confianza en una campaña, “porque si es posible soñarlo, es posible lograrlo".
Quien es
Licenciada de la Universidad San Buenaventura directora del Colegio Luis Amigó, nacida un 16 de abril. Fue gobernadora designada en los gobiernos de Antonio Manuel Stephens, Leslie Bent Archbold y Álvaro Archbold Núñez, en los que además fue Secretaria de Educación, cargo en el que se ha destacado, de la misma forma como se ha destacado en la rectoría del Colegio Luis Amigó donde este año obtuvo la certificación en calidad (ISO 2008) para esa institución, otorgada por el Icontec.
Aunque Aury no tuvo la fortuna de disfrutar plenamente a su padre Adolfo Guerrero, su madre Justina, siempre se encargó de tenerlo presente en sus relatos. De él les contaba que fue un niño capaz de sobreponerse a las dificultades de tener una madre que para generar mayor bienestar fuera a trabajar a la Ciudad de Panamá debiendo dejarla con sus tíos, así como a muchas noches largas, donde prefería ponerse a contar estrellas para quedarse dormido y seguir soñando con su presencia. Con la llegada al hogar de sus hijas Aury y Astry, Adolfo consigue un nuevo trabajo como mecánico y Jefe de Máquinas de un barco de cargas entre San Andrés y Panamá. Sus constantes viajes lo convirtieron en el hombre de los favores a los vecinos, y los presentes para Justina y sus dos hijas. Justina, su madre recién culminaba el cuarto de bachillerato y ya asumía la responsabilidad de dirigir la escuela Alfonso López donde había estudiado de niña. Luego tuvo la oportunidad de viajar a Bogotá para terminar el quinto y sexto de bachillerato. “Yo recuerdo que ese fue el primer viaje de mi mamá en avión que me toco vivir, yo tendría tres añitos, y lloraba inconsolable del susto de pensar que alguien le podía echar llave al aeropuerto y mi mamá se podría quedar encerrada en esa casa tan grande”, comenta Aury entre risas. Pronto esa niña ingenua empezó a dar muestras de independencia y curiosidad por conocer el mundo; cumplidos los cinco años hace el primer viaje en avión con su profesora de preescolar, quien por su buen comportamiento la lleva a Medellín. Todos quedaron admirados porque en ese mes fuera de casa y lejos de sus padres, estuvo dichosa y feliz. Eran días felices. Cada viaje de sus padres significaba una alegría y algo nuevo para la casa. Pero pronto, los viajes de su padre Adolfo se hicieron más frecuentes, las ausencias más largas, y dejaron de ser motivo de alegría para convertirse en preocupación.
Según cuenta su madre Justina, Aury desde pequeña tenía claro que no iba a ser modelo ni reina, como soñaban sus amigas, sino profesora. “Le gustaba enseñar, desde los seis años ella ya reunía sus amiguitas vecinas y su juego preferido era darles clases, otras veces jugaba a la familia y ella se pedía ser la mamá porque le gustaba mandar y dirigir. Un día su hermana Astry, rompiendo la prohibición de su madre, subió al árbol de Grosella que estaba frente a la puerta de su casa, y delante de sus amigos de escuela se burló de Aury diciéndole que no era capaz de trepar. Aury no se dio por vencida y como pudo se subió al árbol, con el infortunio de que luego no pudo bajarse de allí y nadie le quiso ayudar. Cuando su madre regresó a casa la encontró allí, la bajó, les dio un par de nalgadas y las encerró en la ducha con seguro. Aury, ni corta ni perezosa, convenció a su hermana de no llorar, y abrir la llave para inundar la casa, logrando que las sacaran de allí. Esta genial idea les costó otra nalgada y como Aury no derramó lágrima alguna le dieron de castigo una semana sin salir de la casa.
En el Gobierno del presidente Turbay, con el Proyecto Saludando por Colombia, quince niños de las Islas tuvieron la oportunidad de darse un paseo por la Casa de Nariño, y Aury fue una de las seleccionadas. “Recuerdo que fue la primera vez que me alisaron el pelo, nos enseñaron modales y nos pusieron a estrenar el uniforme. Cuando nos dijeron que quién quería hablar por los niños yo me pedí el puesto y me lo dieron por mi facilidad para hablar español. Me pegué un susto cuando me largó la mano, porque parecía que las hubiera metido en la nevera. Recuerdo que el Presidente se puso colorado con lo que le dije. Después de echarle flores a la primera dama y darle gracias por el viaje en avión, los regalos y los paseos a Monserrate, lo miré a la cara y le dije algo así: “Señor Presidente, tiene usted muchos ministros y su casa muy grande y tiene muchas cosas bonitas. San Andrés también tiene cosas bonitas pero allá no tenemos una casa como la suya, nuestras casas son pequeñitas y le faltan muchas cosas”.
El Presidente sonrió y miró a su esposa, luego me dio otra vez su mano, que ya estaba calientica, y me dijo: Veo que los niños de la Isla son muy inteligentes, un día vas a tener una casa como esta en San Andrés y vas a poder hacer muchas cosas, como ayudar a que los niños tengan una casa grande y bonita como quieres”. Aury todavía conserva en su memoria, los momentos inolvidables de aquel paseo por la Casa de Nariño, y el recuerdo de las palabras del Presidente que aún resuenan en su memoria. Desde ese día Aury se ganó la admiración y felicitación de acompañantes por su facilidad para expresarse en público.
Su habilidad natural para contar y sus destrezas como animadora la llevaron a temprana edad a asumir el reto de participar en el programa de Promoción de Lectura, que por aquel entonces desarrollaba la Secretaría de Educación y el periodista Carlos Muñoz. “El programa se hacía en vivo, convocábamos
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