Avance cultura y Paz

INTRODUCCION

En la ciudad de Tingo María existen muchos emigrantes de la sierra que ha sido un fenómeno con distintos cambios a lo largo del tiempo, por lo que la tasa más alta de migración ya no es hacia Lima sino hacia el interior de nuestro país. Esta migración interna se dio en ciudades del Perú como en la selva: San Martín, Ucayali y Madre de Dios y en este caso en la sierra como Huánuco, en zonas del Alto Huallaga entre otras ciudades de grupos poblacionales de áreas de menor desarrollo a áreas de mayor desarrollo. Algunas de la razones de estos emigrantes andinos fue que hubo una serie de eventos fortuitos que causaron gran impacto por lo que emigraron a estas tierras.

Con todo aquello hubo un proceso de descentralización de la migración debido a nuevas actividades económicas, tanto formales como informales, que atraen a la población. Estos emigrantes luchan por obtener una mejor vida como por ejemplo un lote de terreno agrícola para dedicarse al trabajo de colonización con la motivación económica que es un factor importante, esto quiere decir, que es una población bastante hábil porque identifican hacia dónde moverse buscando información sobre cómo adaptarse al nuevo modelo y así salir adelante encontrando empleo.

DESARROLLO

Económico

La investigación de Aramburú C. (1976) menciona la migración a los valles de ceja de Selva, esta migración esta expuesta desde el siglo XX, más precia en la década de 1960. En el autor (Rumrrill, 1974) indica los siguientes porcentajes de acuerdo a la economía de cada zona del Perú, tenemos entonces: Costa 48% agrupa a la población, la región andina 41%, y la Selva, con más del 11%, también la investigación muestras las evidentes tasas migratorias donde sale la costa y la selva como lugares ideales, y la sierra teniendo un decremento.  

En esas épocas la migración no ayudaba a disminuir los desequilibrios regionales, sino que por el contrario ayudaban a preproducirlos, así incrementando el nivel de acumulación para el sector capitalista dominante. En el sector informal de la economía contribuía a mantener la oferta de trabajo por encima de la demanda, por ende, se deprimía el nivel promedio de salarios urbanos. Y es que muchos emigrantes entran al sector informal, donde sus salarios son mínimos y/o sindicalización es inaplicable. Como indica el Ministerio de Trabajo (1970), el mercado de trabajo urbano era significativa la presencia de migrantes con casi el 2/3 de la PEA de una muestra de 8 ciudades en 1970. Aún más, los niveles de desempleo abierto son menores entre los migrantes que entre los nativos (3.5 % versus 6.7 % en Lima y 3.2 % versus 5.2 % en las 7 ciudades más importantes del país) (Aramburú, 1976).

Los datos obtenidos en 1973 de un estudio de evaluación de la colonización Tingo María-Tocache-Campanilla (Cencira, 1974) tienden a demostrar lo anterior; así e1 66% de los migrantes declaró haber migrado con toda su familia precisamente por el apoyo que esta fuerza de trabajo familiar cumple en la empresa colonizadora. esto contrasta con el patrón de migración a las ciudades en donde es el jefe de familia o hijo mayor el que migra primero solo y luego arrastra a la familia.

Ser migrante es algo duro, y a pesar que estar en el mismo país, como se ven en las estadísticas, las personas de la sierra que iban a la selva y a la costa, debían enfrentar retos salariales, retos de adaptación, retos de buscar nuevos rubros de trabajo. Algunos iban o migraban por la cabeza de la familia, si el iba a una ciudad, todas la familia debía también migrar.

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