Ayúdame a tener un corazón puro en vez uno lleno de avaricia

JOSUE 7:19-26

Ayúdame a tener un corazón puro en vez uno lleno de avaricia

Enfoque: el fiel debe vigilar siempre la codicia que lleva a la desobediencia el pecado y la destrucción

En el primer versículo descubrimos uno de los secretos de Dios, cada vez que nosotros pecamos, deshonramos a Dios le estamos quitando la autoridad a Dios en nuestras vidas y la veracidad a su palabra, cuando tú y yo pecamos le estamos quitando veracidad a lo que la biblia dice que no es verdad y que dios no es la mayor autoridad en nuestras vidas esto es lo que sucede cada vez que pecamos y cometemos una falta delante de dios

El pecado roba la verdad, la identidad y autoridad e Dios en nuestros corazones, pero cuando nos arrepentimos sucede todo lo contrario y la palabra de dios nos dice que pidamos perdón y confesemos nuestros pecados y vuelve a darnos la autoridad de Dios en nuestras vidas en nuestros corazones

 Porque en la confesión,  está la declaración que hace que Dios recupere la soberanía sobre nosotros y vuelve a manifestar su verdad en nosotros conocéis la verdad y la verdad os hará libre

Cuando omitimos y desviamos  la instrucción que Él nos da y no somos obedientes, se distorsiona la visión de las cosas y cuando no seguimos la instrucción entonces le quitamos importancia de los que dios va  hacer en nosotros.

  Vivíamos sujetos a la palabra de dios para caminar con rectitud y en obediencia y hacerlo que Dios dice que tenemos que hacer en nuestras vidas, no dejemos las instrucciones que Dios tiene para nosotros

PABLO menciona la avaricia como una de las cosas terrenales, podemos vencer la avaricia poniendo nuestros ojos en las cosas incorruptibles y eternas.

Dios permanece lleno de misericordia y compasión, pero no pasa por alto el pecado. Si permitimos un pecado pequeño este crecerá hasta contaminar todo el pueblo

Todo nosotros éramos pecadores y  merecíamos morir de la forma más vil, más Jesús cargo con la cruz en nuestro lugar murió en la cruz para darnos la vida eterna

Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Corintios 9:7).

...