BONDADES Y PROBLEMAS DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL EN COLOMBIA

BONDADES Y PROBLEMAS DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL EN COLOMBIA

DIANYS MARIA NAVARRO GONZALEZ

NOHORA GONZALEZ FORERO

ANDRES ARBEY PEREZ MORALES

DARWIN CASTRO AGUALIMPIA

GRUPO: 109132_8

TUTOR: DRA. ALBA LUZ PALENCIA

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA- UNAD

ESCUELA DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS, CONTABLES, ECONOMICAS Y DE NEGOCIOS – ECACEN

ESPECIALIZACIÓN EN GESTION PÚBLICA

MARZO - 2014

BONDADES Y PROBLEMAS DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL EN COLOMBIA

La seguridad social integral es el conjunto de instituciones, normas y procedimientos, de que disponen la persona y la comunidad para gozar de una calidad de vida, mediante el cumplimiento progresivo de los planes y programas que el estado y la sociedad desarrollen para proporcionar la cobertura integral de las contingencias, especialmente las que menoscaban la salud y la capacidad económica, de los habitantes del territorio nacional, con el fin de lograr el bienestar individual y la integración de la comunidad.

De acuerdo a la anterior definición, se analizará el comportamiento y curso de acción del sistema con el fin de determinar las bondades y problemas que actualmente presenta.

El sistema de seguridad social en Colombia ha sido muy exitoso en la cobertura, pues casi el 90 por ciento de los colombianos están cubiertos. Además ha introducido una nueva idea en el mundo: que los afiliados al régimen contributivo contribuyan a cubrir en parte el costo de atender a los más pobres que están en el régimen subsidiado. Pero el sistema también buscaba mejorar la eficiencia del servicio de salud y disminuir el desperdicio de recursos, y esta fue la parte que no funcionó. El camino que escogió Colombia de hacer este esfuerzo de conseguir recursos destinados a la salud y luego entregarlos a empresas privadas resultó muy costoso, porque se esperaba que la competencia entre ellas fuera a mejorar la eficiencia del servicio y esto no sucedió. Además se planeó que a medida que se subsidiara la demanda se iba a bajar el subsidio que recibían los hospitales públicos, y por problemas políticos, esto no fue posible y los costos se dispararon.

Así las cosas, los resultados obtenidos tras quince años de reformas a los sistemas de salud y pensiones, es claro que el país requiere de una discusión profunda acerca de la conveniencia de una nueva reforma integral a la política de seguridad social vigente y que conduzca de forma más coherente al logro de los objetivos planteados por la constitución de 1991. En este sentido, las modificaciones que se propongan a los sistemas de salud y pensiones, deben propender porque la política de seguridad social sea incluyente, favorezca el cubrimiento total de la población y permita la reducción de la pobreza, sin poner en peligro la estabilidad de las finanzas públicas y el desempeño macroeconómico del país.

En Colombia la salud es un negocio y está en manos no santas. Las EPS, mayores fortines en esta “industria”, son constantemente denunciadas y sancionadas por mala prestación en los servicios, corrupción, malversación de recursos y hasta enriquecimientos inexplicables.

El bazar de los millones. Ese es el eslogan que debería acompañar al multimillonario negocio de la salud en Colombia. Al sector salud le atañe la no despreciable cifra del 7.8% del Producto Interno Bruto, porcentaje un tanto superior al de la mayoría de los países latinoamericanos, situándose este número dos o tres puntos por debajo de los países europeos.

¿Significa esto que tenemos la calidad y cubrimiento en salud de los países europeos? Es evidente que no. En el mundo, el “negocio de la salud” alcanza los 3 billones de dólares, y en nuestro país la salud mueve alrededor de 20 billones de pesos. La ley 100 de 1993, como puede coligarse de esas cifras monumentales, fue impulsada fundamentalmente por las corporaciones financieras para que esos recursos robustecieran sus arcas.

Fue así como el país se inundó de la noche a la mañana de entidades como: Saludcoop, Susalud, Salud Total, Cruz Blanca, Salud Vida, Solsalud, Cafesalud, Coomeva EPS, entre otras. Son empresas que se entronizaron eufemísticamente en el imaginario colectivo como promotoras de la salud, como si su razón de ser fuera el de fomentar ésta y no el del lucro con la enfermedad, como es natural por su condición de corporaciones privadas.

Para imponerlas a cambio del derruido, adrede sistema público, se publicitó una imagen de conducta impoluta y eficiente. Cabría preguntarse ¿Para qué han sido eficientes las EPS? Se prometió además que el cubrimiento del sistema llegaría en el 2000 al 100%, lo cual no ocurrió ni ha ocurrido, aunque se hayan hecho esfuerzos ingentes para proporcionar carnets a diestro y siniestro, como forma de dar una salud retórica a la mayoría de los colombianos.

A su vez, son muchas las denuncias y quejas sobre el actual Sistema General de Seguridad Social en Colombia, siendo lo más reciente lo que le ocurrió a la Entidad Promotora de Salud (EPS) Saludcoop por utilizar los dineros de la UPC (Unidad de Pago por Capitación) para actividades diferentes a la atención de servicios de salud, el no pago a las instituciones de salud y demás proveedores y la no correspondencia de los informes financieros y contables con lo encontrado en las visitas realizadas por la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud). La decisión tomada por el gobierno nacional y específicamente por la Supersalud fue la de intervenir a la entidad y asegurar la atención de

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