Becker (Estados Unidos, 1928)

Becker (Estados Unidos, 1928)

De las interacciones de los individuos se forjaba lo social, decía Webber. Entonces de nuestras interacciones sociales forjamos las construcciones sociales y entre ellas construimos la desviación. No es algo que viene desde la ley u otro lado, es la misma sociedad con sus interacciones que determina lo que es desviado. Todo lo determina la sociedad, lo que está bien, mal, lo que es natural o no. Todo es una construcción.

Para este autor los desviados son esos que no siguen los estereotipos que la sociedad tiene en común, son los que no comparten los valores de la mayoría.

Los grupos sociales crean sus reglas de convivencia (y normas jurídicas) y las  impone a todos pero hay un momento en que otro grupo social las trasgrede. Los que quiebran esas reglas son los desviados pero si nadie los ve no son desviados. Porque el desviado se convierte en tal cuando otro ve y reacciona que está rompiendo las reglas. Es la reacción social lo que lo convierte en un delincuente (esta es la teoría de etiquetamiento).

Becker rompe con las teorías anteriores de que la desviación está en la acción llevada a cabo o en el individuo, Becker introduce que la desviación se encuentra en la reacción y construcción social. (Hay una relación con Webber porque es el que habla de cómo las acciones se vuelven tal al momento de la reacción de un tercero).

Hay dos tipos de penas, una es si el autor del delito tiene algo patológico, está loco o enfermo y la otra es sobre la acción que hizo por más que la persona este sana. (Dos corrientes del Derecho penal que discute Becker). Para el autor no es ninguna de las dos cosas, no es ni patológico ni el acto por sí mismo desviado, se convierte en desviado cuando la sociedad reacciona sobre eso.

Las reglas varían según cada grupo ya que las sociedades son muy variadas según la cultura o contexto histórico. Pero Becker dice que lo que todos tienen en común es que ambos construyen la desviación. El incesto y el homicidio son las cosas más penadas en las sociedades pero aun así qué se considera cada cosa varía entre una sociedad y otra.

El grado de marginación varía en cada caso dependiendo de la tolerancia que la gente muestre ante el acto desviado. La tolerancia es mayor si nos sentimos identificados con el individuo pero si es muy distinto a nosotros lo convertimos en outsiders.

Las grandes empresas multinacionales, por ejemplo, tienen trabajo esclavos (en lugares donde es legal), evaden impuestos y hacen muchas cosas delictivas o “malas” moralmente pero nadie las etiqueta como desviadas o las critica. El problema es que no conocemos a esos grandes dueños, nunca los vemos y tampoco vemos todas esas cosas que hacen, no hay una reacción social por lo tanto no son desviados. Hay indignación selectiva, nos indignan algunos, no todos.

Cuando se etiqueta a una persona se le cambia su vida, deja de ser tal para convertirse en delincuente, homicida, desviado.

En algunos casos el transgresor de las normas puede tener una visión opuesta al resto de la sociedad y considerar que los desviados son los demás, por ejemplo los grupos hippies o anarquistas.

Se estudia el delito desde el sentido común. Cuando alguien parte de que algo es desviado per se se convierte en un juez social, todos los prejuicios que alguien tiene, su forma de vivir, como lo enseñaron esta puesto en la idea que una persona tiene sobre lo desviado. Hay que alejar ese sentido común para llegar a una idea más amplia y no considerar lo desviado como algo per se. (Mensaje final de Becker)

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