Bordieu resumen campo intelectual

5- La nueva representación política, el resurgimiento del liberalismo atendido por sus dueños.

a. Cómo se procura la representación postsocial de los partidos políticos.

El autor plantea, que con los cambios y la nueva situación que se generó, se dio a la desaparición de las relaciones que permitieron durante años la representación política.

El sistema partidario no puede seguir siendo visto como un mecanismo agregador y representador de voluntades políticas. En la actualidad, su cualidad “autorreferencial” consiste en su capacidad de establecerse y reproducirse a si mismo. El ciudadano medio visualiza lo político como algo distante y también remoto.

Lo que está en crisis ahora es la forma en que se legitiman los gobiernos electorales. Estaríamos en presencia, dice el autor, de algo así como una REPRESENTACIÓN POST-SOCIAL, desprovisa de relaciones homológicas donde su verosimilitud es autorreferencial.

La opinión pública se transforma en irresistible, incierta e incompetente. Los dirigentes se van convirtiendo en una especie de candidatos permanentes que se juegan su destino en el índice de la popularidad. Los “metaelectorados” construidos gracias a la capacidad de las consultoras de difundir sus estudios, anticipan al ciudadano medio por quién va a votar y por qué va a hacerlo. Si la representación resulta poco creítble y no genera una legitimidad sólida a nuestra democracia, es imprescindible encontrar herramientas institucionales que la fortalezcan. Para Abal Medina, ésta es la clave de la reconstrucción de la legitimidad de la representación.

Nuevamente está en cuestión la capacidad de los ordenamientos institucionales para superar los retos que los cambios sociales y políticos le presentan. La permanente sensación de crisis del modelo electoral puede ser entendida como la debilidad de una representación que ha perdido todos sus lazos sociales.

La representación post-social genera identidades demasiado frágiles para sostener la legitimidad de las instituciones de la democracia de masas.

El camino para reconciliar la política con la sociedad debería consistir en un doble proceso de legitimidad política en el que las instituciones se adecuen para personalizarse y ciudadanizarse. Se debería buscar la participación ciudadana activa y se debería abrir los espacios horizontales para la identificación de los problemas, la discusión política y la construcción de consensos.

También se deberá asumir la necesidad de un cambio de escala hacia una democracia global. Como dice el autor “Abrir la política a todos debe ser el desafío del siglo que comienza si no queremos que nuestras democracias terminen muriendo”

b. Realizar un análisis de la representación política durante el segundo lustro de la segunda década del siglo en curso, teniendo en cuenta la aparición de nuevos representantes políticos legitimados por mayorías electorales.

El paso de la industrialización por sustitución de importaciones al neoliberalismo llevó a una decadencia de los partidos de masas con gran movilización de la clase trabajadora, lo que produjo una crisis de representación política en America Latina.

Aunque el neoliberalismo pudo tener un impacto negativo, otros cambios recientes en los sistemas de partidos permitieron una mejor representación de los grupos que estaban fuera del área de la política. A partir del 2000 se dio una creciente demanda de participación directa de los ciudadanos en la toma de decisiones políticas, la cual se  presenta como una forma de rescatar a la democracia del dominio de una élite alejada de sus gobernados.

En parte, los cambios que están sacudiendo a las democracias occidentales en estos últimos años ponen de manifiesto las nuevas circunstancias en las que la representación política debe operar a comienzos del siglo XXI debido a la revolución de las tecnologías de la comunicación y la consolidación de la globalización.

 En América Latina, se puede decir que en las últimas décadas empezó a reflejarse procesos de democratización de las sociedades y de salida del modelo neoliberal que estaba sacudiendo y arrasando. En el continente mas desigual del mundo, con un proceso de recesion profunda y prolongada del capitalismo internacional, muchos gobiernos de latinoamericana como Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador lograron disminuir la desigualdad y la pobreza, y consolidar procesos de integración regional independiente de la potencia norteamericana.

Pero en los ultimos cinco años se dio una crisis del modelo “Nacional y Popular” o de tambien llamada las “izquierdas”

Uno de los rasgos comunes de todos los países es el poder de los monopolios privados de los medios de comunicación, aún en los países en que se han aprobado leyes y medidas concretas para quebrar lo que es parte de la derecha latinoamericana.

 En cada uno de esos países, y en cada crisis, el rol protagónico ha sido de los medios de comunicación privados, actuando de forma brutal  en contra de los gobiernos. Los medios han promovido  campañas de terrorismo y de pesimismo económico, buscando bajar la confianza de las personas en su propio país. Esto se refleja, por ejemplo, en las denuncias de corrupción, tanto a partir de casos reales a los que han dado proporción desmesurada, como en los casos de denuncias inventadas, ficticias, incomprobables.

Estas denuncias generan sobre la sociedad, en especial sectores medios, sentimientos de rechazo, desconfianza, pesimismo hacia los gobiernos. Por lo tanto son una gran influencia a la hora de votar en las elecciones.

En el caso de Argentina, el escenario político expresa profundas transformaciones institucionales y políticas.  A lo largo de su historia ha oscilado entre el modelo económico nacional y popular y el neoliberal.

Ambos modelos  se despliegan dentro de la economía de mercado. El primero se caracteriza por el protagonismo del Estado, la soberanía y el énfasis en la inclusión social. El segundo, por su confianza en el mercado y la apertura al orden mundial . La industrialización por sustitución de importaciones predomina en el modelo nacional y popular. El énfasis en la producción y las exportaciones primarias y las finanzas, en el neoliberal.

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