Brexit. En referencia al panorama político

1. Introducción:

Desde que empezó a funcionar la Comunidad Económica Europea en 1958, los británicos han mantenido una actitud ambivalente hacia sus socios comunitarios y siempre han marcado distancias respecto al proyecto de integración europea. Esta distancia se ha ido materializando con el paso de los años en algunas situaciones tensas entre ambas partes.

Estos serían los antecedentes de la situación actual en la que viven tanto los británicos como los comunitarios, ya que por estos acontecimientos se ha fracturado la idea de permanecer juntos y así poder satisfacer las necesidades de ambas partes.

El primero de los acontecimientos fue que en 1958 cuando los componentes del Tratado de Roma (Francia, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica y Luxemburgo) invitan al Reino Unido a las negociaciones previas para llegar un acuerdo para crear un mercado común. Pero no solo no aceptó, sino que intento boicotear la idea del mercado común que tenían los demás países firmantes del Tratado de Roma. Este boicot no triunfó, y las consecuencias fueron que perdió la oportunidad de ejercer de líder y modelar la nueva organización como prefiriese, dándole esta oportunidad a Francia.

El segundo de los momentos de tensión fue cuando en 1961 Francia vetó la entrada de Londres en la CEE (Comunidad Económica Europea) hasta en 2 ocasiones. Londres decide querer participar en la CEE ya que sus anteriores políticas exteriores económicas no estaban dando el fruto esperado, y veían viable la incorporación a la CEE.

El tercer caso de desacuerdo entre ambas partes se dio en 1973 cuando el Reino Unido pudo entrar por fin a la CEE, tras el cese del presidente francés que mantenía el veto al Reino Unido. En esta ocasión, hubo mucha problemática con las condiciones por las que había entrado el Reino unido a la CEE, creando verdaderos revuelos y problemas para los partidos que lograron introducir al Reino Unido en la CEE. Debido a la fractura producida tras el acuerdo, el nuevo gobierno inglés lucha por renegociar los términos de la entrada a la CEE, pidiendo reducir la aportación británica a la empresa, accediendo la CEE a todas las peticiones realizadas por el Reino Unido para así lograr que permanezcan en la CEE.

El cuarto episodio entre ambas partes se produjo en 1979, cuando se planteó una queja por parte del gobierno británico, en la que expresaba su descontento frente a la gran aportación que hacia el Reino Unido, para lo poco que recibían a cambio. Este tema creó mucho descontento entre el bloque comunitario, teniendo que ceder y crear el llamado “cheque británico”, por el que la gran carga del gasto recaía ahora sobre Francia y Alemania.

El quinto acontecimiento entre Reino Unido y el grupo comunitario fue en 1992, cuando se creó la UE (Unión Europea). Anteriormente a la creación de la UE, el gobierno británico anuló el cheque británico, y se dedicó a diseñarse su propia Europa, ya que participaba en los programas que le interesaban y en los que no quería participar de quedaba fuera, como pasó con la moneda (el euro), que no quisieron formar parte de esa medida.

El sexto y último momento antes de la situación actual en que vivimos en nuestros días fue un discurso de David Cameron en 2013, en la que por aumentar la crisis de deuda se ha intensificado la desconfianza y en la que dice que si sale elegido en 2015 negociaría la salida de la UE. Otro de los factores que empujaron a Cameron a hacer estas declaraciones fueron las presiones que recibía del partido conservador, que quería que la negociación se realizara cuanto antes.

El resultado de las elecciones británicas le dieron una inesperada mayoría absoluta al partido conservador, llevando a cabo todo lo prometido y realizando un referéndum para salir o no de la UE.

1. Diferentes bandos políticos, organismos institucionales o empresariales:

Uno de los elementos clave para entender el significado del Brexit y las consecuencias que acarrea, es conocer cuáles eran las posturas de los principales partidos políticos y organismos institucionales o empresariales:

• En referencia al panorama político:

El partido conservador de David Cameron, quien prometió el referéndum para decidir la permanencia en la UE, se encontraba profundamente dividido. Mientras que el líder conservador y algunas personalidades de su partido estaban a favor de permanecer en la UE, existían otros tantos ministros que defendían la salida de la UE.

El Partido por la Independencia del Reino Unido o UKIP, liderado por NigelFarage, siempre ha defendido la salida del Reino Unido de la UE. El partido defiende la minimización de la burocracia de Bruselas, el control de las fronteras y la capacidad para tomar decisiones propias.  

Los laboristas, por su lado, presentaban una postura mucho más homogénea, pues solo una pequeña parte de sus diputados votaron a favor del Brexit.

El partido nacionalista escocés (SNP), dejó claro que son europeístas y los líderes de este partido, que son quienes dominan el Parlamento escocés, prefieren salir del Reino Unido si éste finalmente abandona la Unión Europea.  

El partido liberal demócrata, fiel a su tradición, defendió que la permanencia en la Unión Europea era para ellos la única opción.

La formación ecologista o el partido de los Verdes británicos, también defendieron la permanencia. Caroline Lucas, diputada de este partido, escribió una carta defendiendo la postura mayoritaria del “remain”, mientras que su compañera de partido, la diputada Jones, escribió en “Politics” un argumento ecologista para abogar por la salida del Reino Unido.

• En referencia a otras grandes instituciones internacionales, de prensa e incluso personalidades mundiales:

En este sentido, el Banco Central Europeo (BCE), puso de manifiesto que la opción de abandonar podría poner en peligro el negocio financiero de Londres. Christian Noyer, ex vicepresidente del Banco Central Europeo y exgobernador del Banco de Francia escribió que: “Si Gran Bretaña deja la UE, las autoridades de la zona euro no podrían tolerar durante más tiempo la alta proporción de actividades financieras que involucran a su moneda que ocurren en el exterior4”.

Desde el Fondo Monetario Internacional(FMI) se afirmó que “el referéndum ha creado incertidumbre para los inversores” y “un Brexit podría causar graves daños regionales y globales al afectar relaciones comerciales establecidas”. Poco después, el FMI bajó su proyección de crecimiento del 2016 para Gran Bretaña del 2,2% al 1,9%; el recorte más pronunciado entre economías desarrolladas.

Por otro lado, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, dijo que “abandonar la Unión Europea le costaría a cada trabajador británico el equivalente a un mes de sueldo en 2020”. Y añadió que “el Reino Unido es mucho más fuerte como parte de Europa y Europa es mucho más fuerte con el Reino Unido como una fuerza impulsora. No hay un lado positivo para el Reino Unido en Brexit, solo costes que pueden ser evitados”.

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