CONDORES NO ENTIERRAN TODOS LOS DIAS

Esta película, dirigida por el director Francis Norden, y estrenada en el año 1984, está basada en la novela del escritor Gustavo Alvarez. Este película gira alrededor de la violencia del los años 50, Gano varios premios. Se busco generar un arte político y reflexivo, donde se hallo una forma de hablar y expresas los procesos históricos que se desarrollaron en Colombia. Esta generación de actores y de directores pensó en la historia y pretendían que esta no pasara de largo, sin ser expuesta a futuras generaciones. Para no repetir los mismo errores del pasado.

Su temática principal es la violencia e intolerancia señalada contantemente por la injustica, la lucha por el poder y el dominio económico del país. Con respecto al contexto colombiano, el paramilitarismo, el terrorismo de estado y la constante lucha armada, hace parte de una larga guerra que le corresponde a un inicio de violencia en el pasado. Hay que enmarcar la memoria y el reconocimiento del pasado, para darle sentido a la violencia actual, siendo así Colombia uno de los países con mayor índice de desapariciones, muertes y asesinatos de índole político.

Hechos tan importantes como masacres, exterminios, olas de sicariato y como el mismo paramilitarismo, muestra la falta de conciencia y memoria en nuestro pasado. Hay que recalcar a las nuevas generaciones el pasado que dómino con tanta violencia a Colombia y esperar que sean ellas mismas que cambien en el futuro.

Es necesario que nuestros hijos y nietos tengan conocimiento del fenómeno que se está viviendo. En algunas familias las nuevas generaciones solo recuerdan que algún integrante de su núcleo familiar fue asesinado por cuestiones políticas. El trasfondo de esta problemática no interesa. El olvido de estos muertos y desaparecidos es el peor castigo que puede sufrir nuestro país. A pesar de que la consecuencia de esta guerra de décadas, son huérfanos, viudas, desterrados, todos olvidaron todo y callaron o fueron callados.

Es así que con el transcurso de los años el odio entre los partidos políticos se fueron perdiendo pero no dejando de lado sus propios intereses, asiendo así una pantalla de humo a la sociedad para no ser tan visto este enfrentamiento tan violentamente como antes; pero esto no quiere decir que la violencia haya acabado.

Como podemos comparar ampliamente el grupo llamado “Los pájaros” con el grupo actual de “Las águilas negras” que con sus acciones ha terminado en ser masacres, asesinatos, mutilaciones o la aparición de cuerpo en los ríos o fosas comunes. La violencia sigue tan latente como antes, es nuestro diario común, nuestro colectivo. Pero a pesar de todo esto no hemos tomado la conciencia necesaria sobre la temática, solo dejamos que los días pasen con violencia y la noche llegue con más derramamiento de sangre. Somos irreflexivos y nos hemos vuelto pasivos y poco críticos frente a nuestra realidad nacional. Con esta

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