CONOCIMIENTO COTIDIANO PRE CIENTÍFICO, OBSTÁCULO EPISTEMOLÓGICO Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

Una vez que tenemos contacto con la sociedad, casi al instante después de nacer, durante el proceso de crecimiento nos vamos adaptando al medio que nos rodea y creemos entenderlo. Desde los estímulos condicionados de mamá a los que respondemos de la misma manera hasta los conocimientos básicos de tiempo, espacio, lenguaje, etc. Ayudaran progresivamente a construir el conocimiento básico de nuestro nuevo entorno, este conocimiento lo concebimos como real porque responde a nuestras necesidades, como el que comienza a llora para que se le cargue en brazos, al crecer vera que el llanto no solo causa de inercia y entrara en conflicto pues su conocimiento previo no coincide con ello.

Gastón Bachelard (1884-1962) epistemólogo francés en su libro La Formación del espíritu científico (1948) mantiene una postura negativa en cuanto al saber cotidiano, ya que para él, este representa una barrera contra el conocimiento científico pues el saber cotidiano responde a una especie de necesidad funcional llevando a entorpecimientos y confusiones al internar apropiarse del conocimiento científico.

Sobre esta línea podemos afirmar entonces que los conocimientos previos que poseemos nacen de una experiencia y de una opinión, y es necesario resaltar que la ciencia se opone absolutamente a la opinión. Gastón que la opinión piensa mal; traduce las necesidades en conocimientos, que lo que cree saberse ofusca lo que debiera saberse. Por consecuente; el conocimiento pre científico nace del saber cotidiano, de las experiencias del día a día que nos permiten desenvolvernos en un entorno social, moral y educativo, nace de las imágenes de un objeto que grabamos para nosotros mismos y le damos una utilidad general a esa imagen. Nace de creer que lo que opinamos de las cosas es un conocimiento real. El conocimiento pre científico se adopta sin crítica y sin profundización, sin establecer conceptos, ni la relación entre los mismos, y lo hace de manera generalizada. Por esto es considerado por Bachelard un obstáculo epistemológico.

Ahora bien nos enfocándonos en cómo este obstáculo epistemológico afecta la educación. Encontramos que si el saber cotidiano se construye socialmente y que no podemos escapar de la sociedad, es rotundamente probable que en el proceso de aprendizaje construyamos “nuevos” conocimientos con una base falsa de los mismos. De ahí que toda cultura científica deba comenzar por una catarsis intelectual y afectiva, eliminar los conceptos erróneos y erróneamente arraigados y cambiarlos por un conocimiento abierto y dinámico.

La falta de crítica y de comprensión de que el conocimiento es rico en excepciones y en variantes, es decir, que la concepción propia de una imagen puede no ser realmente cierta o parte de una generalidad, si no más bien una de las manifestaciones variadas de la naturaleza.

El aprendizaje se ve afectado por los varios obstáculos epistemológicos, cada uno a u manera, el conocimiento básico entorpece y confunde la mente del aprendiz, el conocimiento unitario y pragmático no concebir que la experiencia se contradiga y menos que ésta se separe en compartimentos, el obstáculo sustancialista ordena materialicemos los conceptos y de no ser así se conflictúa, el obstáculo animista es casi un punto de vista religioso imponente de que lo único cierto es la vida y que todo es como es porque tiene alma, y para dar fin, el obstáculo del conocimiento cuantitativo no delimita matemáticamente al sujeto y fácilmente lo desorienta con simplemente una división que no da justo porque siempre busca la seguridad de lo exacto.

He aquí un ejemplo propio del nacimiento del conocimiento pre

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