CONTABILIDAD SOCIAL: UN APORTE PARA EL MEJORAMIENTO DE LA SOCIEDAD

Universidad del Valle

Facultad de Ciencias de la Administración

Programa académico de Contaduría Pública

Palmira, 27 de marzo del 2020

Leydy Daniela Hernández Galeano 1758337-3841

Yineth Alejandra Oviedo Ríos 1759082-3841

CONTABILIDAD SOCIAL: UN APORTE PARA EL MEJORAMIENTO DE LA SOCIEDAD.

Cuando se habla de cuáles son las profesiones encargadas de brindar aportes significativos a la sociedad, inmediatamente se piensa en médicos, maestros, científicos, servidores públicos, abogados, etc. Pero muy pocas veces se menciona el aporte que realizan los contadores públicos. Normalmente no se conocen los diferentes campos en los que la contabilidad es aplicada, por esta razón se crea el paradigma de que la contabilidad es aplicable sólo en el ámbito económico-financiero en las organizaciones, la contabilidad es más que eso, ella permite medir, evaluar, analizar e interpretar información financiera y no financiera que tenga credibilidad y sea útil para el progreso de la sociedad^[1]. Es por esta razón que, en el presente ensayo, se defenderá la postura de que la contabilidad como ciencia aplicada es capaz de brindar grandes aportes a la sociedad desde las organizaciones, abriéndole paso a la implementación de la contabilidad social.

Para empezar, es necesario saber qué es la contabilidad social, es la modificación y aplicación de las prácticas, técnicas y disciplina de la contabilidad convencional, al análisis y solución de los problemas de naturaleza social^[2]. Esto quiere decir, que la contabilidad social llegó a modificar las prácticas contables que se venían efectuando, las cuales tenían como principal objetivo incrementar el capital de las organizaciones sin tener en cuenta el impacto social o ambiental que esto generaría, en otras palabras, que el único centro de su actividad fuera la empresa.  En la actualidad la mayoría de las entidades han incorporado estrategias y actividades que respondan a las necesidades económicas y sociales para así mitigar el efecto negativo que se puedan generar a la sociedad, es por esta razón que la contabilidad entra a jugar un papel importante en la empresa moderna, ya que no puede limitarse a la responsabilidad única de ofrecer bienes y servicios, sino que debe incrementar sus objetivos empresariales incorporando los que hacen referencia al entorno natural y social con el que potencialmente puede relacionarse cada una de ellas. Para desarrollar esta responsabilidad debe tenerse en cuenta las necesidades e intereses de los grupos sociales que puedan verse afectados por la actuación de la empresa o la entidad^[3].

La contabilidad, desde que empezó a ser impartida en las universidades, se enfocó únicamente en enseñar una contabilidad netamente para la empresa, que solo es orientada en la parte financiera y en la generación de capital, sin pensar más allá del beneficio de la organización. Esto radica en el modelo de educación de universidades, en las cuales no se han evaluado los avances de responsabilidad social en las ciencias contables^[4]. En la teoría dada por los académicos, se menciona que debe existir responsabilidad social, ya que el contador es poseedor de algo llamado fe pública, es decir, según la RAE^[5], la facultad que tienen los contadores de certificar los hechos que les constan como verdaderos y auténticos. Pero en la mayoría de los casos, se olvidan de enseñar cuál es la manera correcta de aplicar estos conceptos. Esto conlleva a que los contables ignoren el alcance para el que la disciplina ha sido y está siendo construida dentro de la sociedad^[6]. Se tiene que empezar a crear una cultura dentro de la profesión, que permita realizar un cambio en el pensamiento y en el accionar tradicional, para que así sea posible implementar en todas las organizaciones la contabilidad social.

Es necesario tener en cuenta que toda práctica para poder ser desarrollada necesita de un colectivo, y la contabilidad social no es una excepción. Dado que, como su nombre lo indica, se reconoce que trabaja sobre la sociedad^[7]. Esto quiere decir que, al cumplir su función directamente con este entorno, tiene la obligación de ejecutar su labor a favor del crecimiento social y la conservación de un ambiente seguro. Hoy se reconoce a la contabilidad como un conocimiento sistemático, con un importante grado de rigor y, ante todo, con un objetivo y una trascendencia vital para el desarrollo de la sociedad^[8]. Cuando existen casos fortuitos de fuerza mayor que afectan a una sociedad en conjunto, la contabilidad debe adaptar su forma de actuar, para así poder reaccionar ante la emergencia social. Un ejemplo de esto, es la situación en la que se encuentra actualmente el mundo por la pandemia del Covid 19, la cual ha generado grandes impactos a nivel económico y social, como el alza del dólar, la caída del precio de petróleo, el cierre de las fronteras y la paralización de actividades empresariales. La contabilidad debe estar preparada para poder sobrellevar la situación, y ayudar a que muchas organizaciones no se vean drásticamente afectadas.

Teniendo en cuenta lo anterior, cabe mencionar que la sociedad no solo afecta a la contabilidad, sino que es deber de ésta aportar de manera positiva a su entorno, ayudando a las partes vulnerables de la sociedad desde las organizaciones. El contador tiene la función de contribuir al desarrollo y al mejoramiento de la sociedad. Es un ser con conocimiento y capacidad de análisis que puede y debe aportar ideas con propuestas que ayuden al mejor funcionamiento de la comunidad en general^[9].

Estos aportes pueden hacerse de diferentes maneras, una de ellas son los tributos, puesto que, con el correcto pago de estos, se puede contribuir de manera directa a la sociedad, ya que estos son invertidos para el bienestar de la comunidad. También existen organizaciones que aportan voluntariamente al mejoramiento del ecosistema, realizando labores como el reciclaje y la creación de cultura por el cuidado del medio ambiente.

La contabilidad social, posee algunas cuentas como: el activo, el pasivo y el ingreso social. En primer lugar, el activo social es el conjunto de bienes tangibles o intangibles de tipo social controlados por la organización. Algunos de estos son: garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, fomentar una asociación mundial para el desarrollo y la igualdad entre géneros. En segundo lugar, el pasivo social es una obligación de la organización que deberá ser cubierta en el presente o en el futuro, como, por ejemplo: la pobreza media y extrema, el hambre, el analfabetismo, la inseguridad social, la delincuencia y la guerra. Por último, el ingreso social corresponde a los incrementos de la calidad y/o cantidad de los activos sociales, corresponden a las entradas percibidas por la empresa como consecuencia de ejercer prácticas sociales^[10].

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