COSTOS AMBIENTALES
Enviado por IBANESSA20 • 8 de Agosto de 2014 • Tesis • 7.786 Palabras (32 Páginas) • 393 Visitas
COSTOS AMBIENTALES
Darío Ernesto Iturria Cammarano
Asociación Uruguaya de Costos
E-mail: diturria@yahoo.es
Palabras claves: Recursos Naturales, Impacto Ambiental, Teoría General del Costo, Costos Ambientales.
Tema: La Contabilidad de Costos y los Costos Ambientales
Recursos Audiovisuales: Microsoft PowerPoint
COSTOS AMBIENTALES
Palabras claves: Recursos Naturales, Impacto Ambiental, Teoría General del Costo, Costos Ambientales.
Tema: La Contabilidad de Costos y los Costos Ambientales
RESUMEN:
A nadie escapa que hoy el deterioro del Medio Ambiente es uno de los problemas más importantes y difíciles de resolver. Desde hace algunas décadas se comenzó a hablar de la necesidad de lograr un desarrollo sostenible, es decir, que el desarrollo actual no se haga en detrimento del de las generaciones futuras. Una de las premisas fundamentales para llegar a este desarrollo es que el uso que se realice de los recursos naturales no supere la tasa de renovación de los mismos, con esto se lograría no solo preservar el medio ambiente, sino que además permitiría que estos recursos estén disponibles para las generaciones futuras.
Como consecuencia de la importancia que ha adquirido la preservación del medio ambiente muchas empresas se enfrentan a un nuevo y creciente tipo de costos como son los denominados “Costos Ambientales”. Este hecho hace que se deba considerar a la protección del medio ambiente como un factor más de competitividad, y como consecuencia será fundamental que las organizaciones incorporen en su planeamiento estratégico y operacional un adecuado programa de Gestión Ambiental, donde se compatibilicen los objetivos ambientales con los propios de la organización.
El presente trabajo intenta debatir, la naturaleza de los costos ambientales, su relación con el uso de recursos naturales y las razones de las dificultades que enfrenta la Teoría General del Costo para reflejar el consumo de los mismos.
1. Los activos ambientales en el mercado
La actividad económica se materializa en la producción de una amplia gama de bienes y servicios cuyo destino último, a través de la distribución, es la satisfacción de las necesidades humanas de consumo. Para realizar estas actividades productivas y de distribución las empresas utilizan factores productivos (bienes intermedios, recursos humanos, servicios intermedios, bienes de capital, recursos naturales, capital financiero) escasos y susceptibles, por tanto, de usos alternativos. Algunos de ellos se valoran a través de un precio (mano de obra, maquinarias, etc.), otros (bienes ambientales) no cuentan, por lo general, con tal mecanismo o cuando lo tienen como es el caso de algunos recursos naturales (ejemplo agua, petróleo, etc.) este precio es solo una valoración a corto plazo y que por lo tanto no toma en cuenta el agotamiento que inexorablemente ocurrirá a largo plazo ( o incluso mediano plazo) si se continua con el nivel actual de utilización.
Surgiría entonces, como conclusión de lo anterior, que el mercado de bienes y servicios no estaría reflejando el verdadero valor de los recursos que han sido empleados para su producción, es decir el mercado no distribuye de manera eficiente los recursos al no contemplar el valor del medio ambiente. Esto es citado por algunos autores como uno de los fallos de mercado y da lugar a que los costos externos en los que se incurren en el proceso de producción no queden reflejados en los precios finales, surgiendo así el concepto de externalidades.
Se afirma que existe una externalidad cuando la producción o el consumo de un bien afectan directamente a los consumidores o empresas que no participan en su compra ni en su venta, y cuando los efectos no se reflejan totalmente en los precios de mercado. Se dice que existen externalidades positivas cuando obtenemos una ventaja o beneficio por lo que otros hacen, mientras que si es un perjuicio hablamos de externalidades negativas. (Santos M. Ruesga y Gemma Durán. Empresa y Medio Ambiente. 1995)
La razón por la cual los bienes ambientales no son valorados adecuadamente se debe, sobre todo, a que no existe un mercado definido para la transacción de los mismos ya que nadie estaría dispuesto a pagar por algo que podría obtener gratuitamente, ya que los recursos ambientales no son de propiedad privada. Estos recursos naturales son denominados recursos de propiedad común por el hecho de que se tiene libre acceso a ellos. Es este libre acceso, precisamente, la causa del abuso en su uso, ya que cuando se utilizan como factores de producción, poseen un coste nulo o muy por debajo de su “costo social” si se tomaran en cuenta los efectos negativos (ejemplo, agotamiento, contaminación ambiental, desastres ecológicos, etc.).
2. Valoración monetaria de los recursos naturales
De lo anteriormente expuesto, surgiría una diferenciación entre bienes y servicios económicos y no económicos. Los primeros serian aquellos que alcanzan un precio, expresado en unidades monetarias, al ser intercambiados en el mercado y es, por tanto, el propio mercado el que regula su escasez o su abundancia relativa. En cambio los no económicos, y en particular los bienes ambientales, considerados libres, su valor es poco reconocido y difícilmente homogeneizable en la misma unidad que los bienes económicos, encontrando el mercado dificultades a la hora de determinar un precio que regule su utilización.
Y, a pesar de todos los inconvenientes que surgen, la valoración de los recursos naturales es uno de los objetivos del desarrollo sostenible. Este concepto propone que el medio ambiente no sea un bien libre, aunque no existan mercados convencionales para los mismos, y sugiere que se mida a qué tasa son utilizados los bienes ambientales dando señales de la escasez de los recursos.
Una valoración adecuada tendría que incorporar el valor económico total de un recurso natural que incluye no solo los valores directos e indirectos presentes, sino también futuros (valor de opción) derivados de su valor de uso y de su valor de no uso, es decir, el valor de existencia de los recursos naturales (véase figura 1).
Figura 1. Santos M. Ruesga y Gemma Durán. Empresa y Medio Ambiente. 1995.
El
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