COSTUMBRES Y TRADICIONES SOBRE SALIENTES DEL ACONTECER . DE LA VIDA DE NUESTRA COMUNIDAD

COSTUMBRES Y TRADICIONES SOBRE SALIENTES DEL ACONTECER          .                          DE LA VIDA DE NUESTRA COMUNIDAD.

                                                                                                                                                      03/10/2016

Como dije antes, al llegar por primera vez a este próspero y progresista lugar en el correr de los años 50s.,  sin conocer lo que era las costumbres, tradiciones   o la  maneras de vivir y de diversión de los habitantes que engrosaban  esta  comunidad,  nos encontramos  con un mundo diferente del que conocíamos,  creyendo que solo eso era lo único que había en  ese extenso universo; que sorpresa nos encontramos  con una gran diversidad de personas con las que nos brindaron su apoyo y amistad,  nosotros ávidos por saber algo nuevo de cómo se vivía en un pueblo o ranchería grande conforme iba pasando el tiempo, les formulábamos un serie de preguntas que poco a poco nos ilustraban sobre nuestras dudas.

Nos  dijeron que el mar se encontraba a escasamente a 10 kilómetros de distancia, no conocíamos que era kilómetro,  el lugar  donde se pescaba había  bastantes mariscos entre otros  el pescado, camarón, jaibas, cangrejos y que además eran comestibles que sorpresa para nosotros pero…. que  podía ser  muy peligros,  infundiéndonos temor, desconfianza recomendándonos  no extraer huevos de caguama por ir contra de la fauna silvestre,  utilizaban el fin de semana para ir de paseo tomando las precauciones necesarias,  las primeras   veces que conocimos el inmenso, peligroso  y profundo Océano,  solo nos dedicamos a observar la cantidad de agua que había,  lo único  que se nos ocurrió  hacer fue   sentarnos en las DUNA lo más alto de la arena a una distancia considerable sobre  estos cerro que el mismo oleaje hace,  donde no nos llegara el agua. Dándole descanso a nuestro movimiento oscilatorio del sistema circulatorio que para esto era demasiado intenso, nuestro corazón se encontraba acelerado,  con el temor de que se saliera de su cauce  y fuéramos unos  más que engrosáramos la  estadística  de personas que habían perdido la vida en las peligrosas  aguas del inmenso Océano  Pacífico.

Asustados pero contentos por  haber  conocido algo nuevo para nosotros  el dichoso  mar, no sin antes desde ese preciso momento planear otra ida; para  familiarizarnos con este fenómeno y así, poder bañarnos en compañía de algunas personas que por supuesto con experiencia para manejar y supiera cómo se moverse en el agua  salada de  estos lugares, el movimiento  sin cesar de las turbulentas  aguas   para nosotros era algo sobre natural,  planeamos llevar consigo algo de ese líquido para seguir observando el movimiento, pero cual fue la sorpresa al llegar a nuestro hogar observamos que el tal movimiento no fue lo que esperábamos. Asombrados contábamos  emocionados lo que habíamos visto y palpado.

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