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CULTURA Y SU VINCULO CON LA FORMACION DE LA PERSONALIDAD


Enviado por   •  8 de Diciembre de 2011  •  3.515 Palabras (15 Páginas)  •  1.912 Visitas

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CULTURA Y SU INFLUENCIA EN LA FORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD

INTRODUCCIÓN:

El ser humano es el conjunto de su carga genética y de la carga socio-cultural que la familia, su entorno y su grupo social le aportan. La personalidad es creada por el cumulo de creencias, hábitos, costumbres y por normas impuestas por las instituciones en las que se sustenta la sociedad en la que se vive.

Al hablar de cultura y personalidad se debe tomar en cuenta más que la opinión de sociólogos, psicólogos o antropólogos, hay implicarse también el conocer el concepto que de tales términos se ha hecho la misma sociedad.

El legado, al que aun pertenecemos, sigue pensando que la personalidad es una serie de rasgos físicos que le dan cierta presencia al individuo y que lo distingue entre todos los demás el carisma que posee.

A esto hay que sumarle que este mismo sector de la población posee un concepto de cultura incompleto, y hasta inapropiado, ya que utiliza el término refieriendose al grado académico que ha alcanzado algún individuo y si a este le gusta o no algún tipo de música o practica algún arte. Si interpretamos estos conceptos, entonces podemos decir que la “sabiduría popular” considera que alguien tiene personalidad y cultura cuando tiene presencia, es carismático y posee algún grado académico acorde a sus gustos por el arte y la lectura.

CONCEPTOS:

a. Cultura: La cultura, desde el punto de vista sociológico, es la totalidad de lo que aprende el individuo como miembro de la sociedad; es la forma de vida, la forma de pensar, de actuar y de sentir. Según Tylor (1871) , “es el todo complejo que incluye al conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, la costumbre y cualquier otro hábito o costumbre adquirida por el hombre en tanto que es un miembro de la sociedad” . Al ser la cultura parte de nosotros, pareciera que esta es algo normal que sucede de manera inevitable y que es inherente a toda la humanidad. Sin embargo, aunque la cultura como tal representa una característica de todo individuo que se desarrolla en sociedad, cada ámbito y cada grupo social inciden de manera diferente en los miembros que la conforman. Para Levine (1977: 15), la cultura es un término que designa tanto las formas de adaptación claramente humanas como las formas distintivas en que las diferentes poblaciones humanas organizan sus vidas sobre la tierra.

Según Thompson el campo de la cultura se puede interpretar como el estudio de las maneras en que los individuos situados en el mundo sociohistórico producen, construyen y reciben expresiones significativas de diversos tipos.

Haciendo un repaso del concepto a través de la historia, el autor anota el significado que el término tuvo en distantes lugares y distintas épocas. Hacia el siglo XIII, el término se empleaba para designar una parcela cultivada, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido como estado de una cosa, al de la acción: el cultivo de la tierra o el cuidado del ganado.

La cultura también representa un cuerpo organizado de reglas relativas a la manera en que los individuos se comunican entre sí, y si bien es cierto que los principios universales parecieran ser los mismos, las normas que nos controlan no siempre son iguales y no siempre tienen el mismo peso para unos y para otros.

Con la aparición de la antropología en el siglo XIX se dio paso a diversas concepciones de la cultura, entre ellas la concepción descriptiva que se refiere al conjunto de valores, creencias costumbres, convenciones y practicas característicos de una sociedad particular; de acuerdo con otra de las concepciones, la concepción simbólica, los fenómenos culturales son fenómenos simbólicos y el estudio de la cultura se interesa únicamente por la interpretación de los símbolos y de la cuestión simbólica.

Durante la Ilustración surge la oposición de concebir la cultura como sinónimo de civilización. Esta palabra aparece por primera vez en la lengua francesa del siglo XVIII, y con ella se significaba la refinación de las costumbres. Kant apuntaba que "nos cultivamos por medio del arte y de la ciencia, nos civilizamos [al adquirir] buenos modales y refinamientos sociales". Por lo tanto, en Alemania el término civilización fue equiparado con los valores cortesanos, calificados de superficiales y pretenciosos. En sentido contrario, la cultura se identificó con los valores profundos y originales de la burguesía.

La Unesco, en 1982, declaró:

... la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.

(UNESCO, 1982)

Por otro lado Beldarrín Chaple apunta la definición de Edward B. Taylor que dice que: “cultura es aquel conjunto complejo que comprende el conocimiento, las creencias, la moral, el arte, el derecho, las costumbres y cualquier otra capacidad y habito adquirido por el hombre en cuanto a miembro de la sociedad.

El sentido sociológico de la cultura es aquel que corresponde al conjunto de valores, normas y prácticas adquiridas y comportadas por una pluralidad de personas. Esta definición abandona la dualidad antropológica del binomio naturaleza/cultura. Esta definición sociológica de cultura engloba diferentes acepciones, desde las correspondientes a los llamados bienes culturales como las prácticas culturales de grupos sociales que comparten rasgos culturales en común.

b. Personalidad: La personalidad de un individuo se moldea en un contexto socio-cultural, que se interioriza y se proyecta con los diferentes grupos con los cuales el individuo comparte su existencia, así va alcanzando una imagen de sí mismo y de los otros en un permanente intercambio de valores. Se reafirma y transforma en un proceso constante y ascendente si su entorno facilita las condiciones para su formación y desarrollo personal en las acciones grupales. Liebert (2000: 5), compila una serie de conceptos, los que se exponen a continuación:

• Allport: “…la personalidad es la organización dinámica, dentro del individuo, de los sistemas psicofísicos que determinan sus adaptaciones únicas a su ambiente”.

• Cattell: “…la personalidad es lo que permite la predicción de lo que hará una persona en una situación determinada. Se relaciona con toda la conducta del individuo, tanto manifiesta como la que no sale de su

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