Cambio Climatico

No podemos hablar de crisis si no le damos la importancia que esta palabra requiere, si no

tenemos un motivo lo suficientemente grave para usarla. Al escuchar la palabra crisis, todo se

altera, sabemos que una situación llegó a su límite y que, en este caso, pone en peligro la

continuidad de nuestra vida como sociedad. Haciendo referencia a la crisis ambiental que hoy

en día vivimos, una de las causas de esta, es la modernidad capitalista que no rige, la cual, se

suponía propiciase el mejoramiento de la vida para la sociedad y no sólo para algunos cuantos,

por el contrario, esta “modernidad” nos ha dejado un catastrófico fin a corto plazo, pero, a fin

de cuentas se dejó de lado la importancia de tener una vida de calidad, todo a razón de la

maximización del plus valor.

A partir del nacimiento de la llamada “época moderna” en Occidente, el creciente capitalismo

edificó toda una estructura geotecnológica cuyos cimientos fueron las fábricas automatizadas,

la cual unificó la fuerza del trabajo técnico con los fines de la ciencia, pero no lo hizo en busca

de un mejoramiento cualitativo de la vida humana, lo hizo con el fin de lograr maximizar la

productividad para así explotar en su totalidad la plusvalía en todas sus formas. Dejando de

lado muchos otros aspectos, entre ellos, el medio ambiente.

Vaya herencia la que nos dejó el siglo XX, “Una crisis ambiental mundializada”. No fue sino

hasta después de poco más un siglo que dejamos de voltear hacia otro lado y la vimos como

lo que es, pero aún a pesar de que ya conocemos la naturaleza de esta crisis aparentemente

irreversible y de la cual difícilmente alcanzamos a imaginar cuan devastadores serán sus

efectos, seguimos, a pasos agigantados, por este camino que sólo nos llevará a agudizarla.

De manera contradictoria, la economía capitalista en la que vivimos ha sostenido una postura

de total desinterés por esta crisis y por la naturaleza. Pero hoy en día es un problema imposible

de negar, ya no se puede intentar disfrazarlo u ocultarlo, es por eso que tuvo que poner las

cartas sobre la mesa y llegar un estudio de la relación que existe entre la devastación

ambiental y la voraz economía de este capitalismo postmoderno.

En este aspecto ya no importa ser parte de un país de primer, segundo o tercer mundo, puesto

a que los recursos naturales son depredados de manera indiscriminada, estamos acabando con

la basta biodiversidad que existía. A partir de la industrialización del campo, la degradación de

los suelos creció de manera exorbitante, a pesar de que con los sistemas agrícolas tradicionales

también se generaba esta degradación en los suelos, no era nada comparada con la que se

genera

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