Cambio En Los Estatutos Del Partido Revolucionario Institucional (Análisis)

En 2012 el Partido Revolucionario Institucional (PRI) regreso -en una reñida contienda ante el PRD y el PAN- a la presidencia de la república, después de 12 años de no tener el poder central, retorna y formaliza su antiguo esquema de gobernabilidad vertical, que se vio obligado a abandonar en el año 2000; el PRI y su larga historia de poco más de 70 años en el poder generó que hoy en día la visión política cambiara, así como las normas y reglas del juego se vean modificadas.

Cabe destacar que el partido había permanecido como un partido de masas, que imponía mil “candados” para sus candidaturas –elitismo- así como que no permitía ningún tipo de transparencia, pero ¿qué sucede cuando el partido político ha sido desplazado de la cúpula del poder por falta de adaptabilidad?

Es sencillo, los partidos políticos están creados para generar un vínculo entre la población y el gobierno, permiten a los ciudadanos poder acceder a los puntos importantes de poder, por lo tanto cuando un partido político ha permanecido estático o poco funcional ante la sociedad tiene que tomar la decisión de cambiar/adaptarse o desaparecer. Para Samuel Huntington la adaptabilidad puede darse después de alguna de las siguientes fases o formas de medición:

1) Cronológica: a mayor tiempo de existencia de una organización o procedimiento, mayor es su nivel de institucionalización;

2) Edad generacional: Mientras una organización tiene todavía su primer grupo de dirigentes, y un procedimiento siga siendo ejecutado por quienes los cumplieron inicialmente, su adaptabilidad es dudosa. En gran medida la edad generacional se da en función de la edad cronológica. La brecha entre edad cronológica y edad generacional tiende a ser mayor en los primeros años de la historia de una organización que en los más avanzados de su trayectoria;

3) Adaptabilidad funcional: Una organización capaz de adaptarse a los cambios producidos en su ambiente y que ha logrado sobrevivir a uno o más de ellos en sus principales funciones, está más institucionalizada que otra que no pasó por esa experiencia. La adaptabilidad funcional da la medida cabal de una organización altamente desarrollada.

En base a esto podríamos definir que el PRI ha logrado una adaptabilidad funcional pues ha sabido aprender de las experiencias que ha tenido como institución en las últimas décadas, lo cual al generar cambios en los estatutos del partido se orientan a responder más a las necesidades y los planteamientos de nuevos tiempos y nuevas realidades que a un cambio fundamental de ideas. Con esto el Revolucionario Institucional trata de reafirmarse como una organización vanguardista, capaz de ajustarse a las cambiantes condiciones que imperan en nuestro país y en el mundo, con la flexibilidad necesaria para encontrar respuestas renovadas a nuevos desafíos.

Pero no todo en estos cambios es nuevo, el someterse de

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