Caso Ayotzinapa
Enviado por • 5 de Febrero de 2015 • 1.759 Palabras (8 Páginas) • 519 Visitas
CASO AYOTZINAPA
La desaparición forzada en Iguala de 2014 fue un ataque de policías municipales a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, periodistas y civiles en cuatro episodios de violencia, que ocurrieron la noche del 26 de septiembre de 2014 en el municipio mexicano de Iguala de la Independencia, en el Estado de Guerrero. Los hechos dejaron un saldo de al menos seis personas fallecidas, veintisiete heridos y la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
Desarrollo de los hechos
Primer ataque:
Tras el robo del último autobús en la central camionera de Iguala, los estudiantes hicieron que el chofer lo conduciese hacia el anillo periférico de la ciudad para de allí enfilar a Ayotzinapa. Ello los haría pasar a una cuadra del festejo del DIF. Sin embargo, alertados por el aviso del chofer, la policía los comenzó a perseguir a tres cuadras de la central camionera en un intento por impedir que la comitiva se acercase al festejo. De acuerdo a declaraciones del fiscal guerrerense, Iñaky Blanco Cabrera, el primer episodio de violencia ocurrió a las 21:30 horas cuando, tras lograr la policía interceptar el paso de los autobuses mediante una camioneta que bloqueó su avance en la esquina de las calles Juan N. Álvarez y Periférico Norte, los alumnos bajaron de los autobuses para intentar empujar fuera del camino la camioneta, enfrentando a los policías que también llegaban. Cuando uno de los alumnos forcejeó y sometió a uno de los policías, agentes de la Policía Municipal de Iguala abrieron fuego contra los estudiantes, matando a uno de ellos (el que sometió al policía).
La balacera inicial puso en desbandada a los estudiantes normalistas, varios de los cuales se refugiaron en los espacios entre los autobuses detenidos. Otros más escaparon como pudieron a los alrededores, sin embargo, la policía de Iguala se llevó bajo arresto a la mayoría de los estudiantes que no habían podido bajar de los autobuses.
Durante el ataque varios de los estudiantes normalistas se comunicaron vía teléfono celular con compañeros que se habían quedado en Ayotzinapa. Estos alumnos, enterados de los incidentes, enviaron otro convoy de estudiantes en varias camionetas para tratar de ayudar a los compañeros atacados en Iguala.
Segundo ataque:
Llegando alrededor de las 23 horas de la noche del 26, el segundo convoy de estudiantes se encontró con algunos de los compañeros que no habían sido llevados por la policía. Los estudiantes, acompañados de profesores pertenecientes a la CETEG (Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero), comenzaron a inspeccionar el lugar y a buscar a cualquier otro alumno oculto tras la balacera. Asimismo daban entrevistas a la prensa que iba llegando por el primer ataque en contra de sus compañeros. Seguían en el lugar alrededor de la medianoche cuando fueron atacados una vez más por un grupo que llegó de repente, que según testigos presenciales, disparaban ráfagas en su contra. En este ataque fallecieron dos estudiantes más, mientras que el resto huía en desbandada ocultándose en los cerros circundantes o en las azoteas de Iguala.
Casi al mismo tiempo, a la salida de Iguala en la autopista a Chilpancingo, otro grupo armado disparó contra un autobús que transportaba a los integrantes del equipo Avispones de Chilpancingo de la tercera división del fútbol mexicano. En este ataque perecieron un jugador, el chófer del autobús y una pasajera de un taxi. El equipo de fútbol no estaba involucrado en los hechos y aparentemente fue confundido por los atacantes como otro autobús más del convoy de los estudiantes normalistas. El entrenador resultó herido. Este equipo era de Chilpancingo e iba de regreso a su sede tras un partido como visitante en Iguala
Investigación
Los primeros informes reportaron la desaparición de 57 estudiantes de la Escuela Nacional Rural de Ayotzinapa presuntamente atacados y secuestrados por policías municipales de Iguala. El 30 de septiembre, se informó que 14 de ellos se encontraban salvos en sus casas, mientras que 43 permanecían en calidad de desaparecidos. Ese mismo día, se señaló al presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, como presunto autor intelectual de las desapariciones forzadas y como el responsable de dirigir desde un radio a fuerzas policíacas del estado para proceder con los actos del 26 de septiembre. El 29 de septiembre, Abarca dijo que él había ordenado a la policía "dejar" y no atacar a los normalistas, a quienes acusó de pretender atacar a los invitados que estarían presentes en el segundo informe del DIF municipal, del cual su esposa, María de los Ángeles Pineda, era la presidenta.
La búsqueda de los 43 estudiantes por parte de padres de familia junto con normalistas, que fueron resguardados por elementos de la Fuerza Estatal, inició el mismo 29 de septiembre, intensificando el operativo al buscar posibles cadáveres en fosas comunes.
El sábado 4 de octubre se descubrió en los alrededores de Iguala una fosa clandestina con 28 cadáveres sepultados en ella. Eventualmente los análisis forenses dictaminaron que estos cuerpos no correspondían con ninguno de los 43 normalistas desaparecidos ignorándose hasta la fecha quienes pudieron haber sido estos 28 muertos.
El día 8 de octubre fueron detenidos en Cuernavaca Osvaldo Ríos Sánchez y su hermano Miguel Ángel, sospechosos de haber participado en la desaparición. Los hermanos Ríos Sánchez confesaron su involucramiento y el haber estado bajo las órdenes de Ángel Casarrubias Salgado, uno de los líderes de Guerreros Unidos. Al día siguiente la PGR encontró otras 4 fosas con ocho cadáveres en total en el paraje de La Parota, en la localidad de Pueblo Viejo, Guerrero. Sin embargo estos hallazgos tampoco correspondían con los 43 normalistas desaparecidos.
Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República, informó el 13 de octubre de 2014 que aparentemente elementos de la Policía
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