Castellano
Enviado por fadas • 15 de Julio de 2012 • Tesis • 529 Palabras (3 Páginas) • 413 Visitas
Castellano
Monologo
Padre nuestro, de todos nosotros,
de los pobres, de los sin techo,
de los marginados y de los desprotegidos,
de los desheredados y de los dueños de la miseria,
de los que te siguen y de los que en tí...
Ya no creemos.
Baja de los cielos pues aquí está el infierno,
baja de tu trono, pues aquí hay guerras, hambre,
injusticias,
no hace falta que seas uno y trino,
con uno solo que tenga ganas de ayudar nos bastaría.
¿Cuál es tu reino?,
¿El vaticano?,
¿La banca?,
¿La alta política?
Nuestro reino es Nigeria,
Etiopía, Colombia, Hiroshima,
el pan nuestro de cada día
son las violaciones,
la violencia de género,
la pederastía, las dictaduras,
el cambio climático.
En la tentación caigo diario,
no hay mañana en la que no esté tentado
de crear a un Dios humilde, justo,
un Dios que esté en la Tierra, en los valles,
los ríos,
un Dios que viva la lluvia,
que viaje a través del viento
y acaricie nuestra alma,
un Dios de los tristes, de los homosexuales,
un Dios más humano,
un Dios que no castigue, que enseñe,
un Dios que no amenace, que proteja,
que si me caigo me levante,
que si me pierdo, me tiende a su mano,
un Dios que si yerro no me culpe
y que si dudo me entienda,
pues para eso me dotó de inteligencia,
para dudar de todo.
Padre nuestro de todos nosotros,
¿Por qué nos has olvidado?,
Padre nuestro, ciego, sordo y desocupado,
¿Por qué nos has abandonado?
Edipo- rey
En esta escena la acción transcurre en Tebas, ante el palacio de Edipo, donde se encuentra un grupo de tebanos arrodillados alrededor del sacerdote de Zeus. Edipo sale del palacio y se dirige a su pueblo preguntándoles la razón de la reunión. El sacerdote trágicamente responde que la peste se ha adueñado de Tebas. Como fue Edipo quien salvó al pueblo de la esfinge se dirigen ahora a él para librarlos de la Peste y salvar nuevamente a la ciudad. Edipo responde que ya es consciente de este problema y que ya ha actuado mandando a su cuñado Creonte a Apolo Pitio, con el fin de informarse sobre lo que se debe hacer. En ese momento llega Creonte, quien, ante la pregunta de Edipo sobre lo que Apolo había dicho, responde que según el oráculo, la manera de librar a la ciudad de su infortunio sería desterrando al culpable del asesinato del rey Layo, quien reinó Tebas antes de la llegada de Edipo. Según Creonte, el oráculo decía que debían castigar a los culpables de su muerte. Al oír esto Edipo se encuentra desconcertado ya que no había
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