Ciudadania y paz

¿De qué manera las nuevas ciudadanías abren nuevas posibilidades para que las voces de otros sujetos sean escuchadas?

La constitución política de 1991 consagra a Colombia como un Estado Social de Derecho, democrático y pluralista, lo que simboliza que la ciudadanía coexiste en una pluralidad de tendencias políticas, económicas, culturales, religiosas y de todo tipo, donde todos cuentan con participación ciudadana en los temas de interés público.

La globalización y los procesos de modernización en los que actualmente está inserta América Latina, han generado cambios progresivos en las lógicas de identificación que habían caracterizado tradicionalmente las sociedades latinoamericanas. Estos procesos de cambio permitieron que emergieran nuevos grupos sociales, considerados hasta entonces como minoritarios, al carecer de representación sociopolítica y cultural.

Las minorías empezaron a visibilizarse en América Latina reivindicando el reconocimiento de la diversidad y de una identidad específica en contextos sociales fuertemente marcados por la homogeneidad. Esta reivindicación identitaria tiene como corolario un profundo cuestionamiento de la concepción de la ciudadanía creada históricamente por la sociedad y abre el debate sobre la necesidad de plantear nuevas formas de ser ciudadano.

Estos mismos cuestionamientos perduran hoy en día, con la diferencia de que ya reconocemos que existe una diversidad en todos los grupos sociales y la tarea ha sido darles visibilidad a todos, sin opacar o destacar a ninguno, con la construcción de espacios de encuentro, de diálogo social y político.

El proceso de darle voz a todos los actores sociales para que se manifiesten, ha sido un proceso de permanente evolución del estado y la ciudadanía, implementando nuevos mecanismos de participación ciudadana como el plebiscito, el referendo o la consulta popular. Pero estas herramientas no se basan solo en fines políticos, sino también religiosos y culturales.

Con la creación de concejo de juventudes, se les ha da voz y voto a los jóvenes para manifestar sus peticiones y convicciones. Figuras como la Oficina de la Mujer, Equidad y Género, son espacios que enriquecen la pluralidad de la ciudadanía a través de la participación activa en los fenómenos sociales.

¿Qué relación podemos establecer entre ciudadanías y la construcción de la paz?

Por fuera de los medios y mecanismos que el Estado proporciona para la construcción social, los ciudadanos dinamizan otros procesos y prácticas comunicativas donde prima el diálogo y el encuentro con el otro. Este suceso de interrelación humana está conocido como ciudadanías comunicativas.

Para que exista paz en la ciudadanía debe existir, además de la comunicación, un Estado de Bienestar que garantice de los derechos fundamentales de todos y cada uno de los ciudadanos. Estos derechos se dividen en tres grupos:

El primer grupo está compuesto por los derechos necesarios para las libertades individuales: libertad de la persona, de expresión, de pensamiento y de religión; a la propiedad privada, al trabajo, la salud, en otros que promueven el desarrollo humano, y el derecho a la justicia; sobresale este derecho a la justicia, debido a que en él se sustentan otros derechos: el ciudadano cuenta con la posibilidad de exigir y defender otros derechos, como el debido proceso legal.

El segundo grupo, los derechos políticos, se trata de los derechos a participar en el ejercicio del poder político, en calidad de miembro de un cuerpo investido de autoridad política o como elector; son los derechos que dan la posibilidad al ciudadano de elegir y ser elegido en cargos públicos, lo que le da la posibilidad mínima de participar en la toma de decisiones.

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