Ciudadanía y democracia opinion personal

Ciudadanía y democracia

Javier Pérez

Tengan todos y todas muy buenos días: autoridades y audiencia aquí presente. Mi nombre es Javier Pérez y quisiera comenzar comentándoles que provengo de un ambiente familiar, que es bastante común dentro de las familias salvadoreñas cuando se habla de política: todos ponen malas caras, voltean la mirada o directamente ni siquiera opinan sobre ello y, cuando lo hacen, parece que se estuvieran desquitando. “Que la política esto, que la política lo otro”; y es simplemente un lío que se da en casa por este tema, sobre todo si en la familia están ambos bandos; como en la mía.

Nunca entendí por qué tanto odio al tema; para serles sincero, y movido por esa misma curiosidad, busqué el verdadero significado de lo que es la política. 

Ahí me dí cuenta que no era una causa de conflicto, que no era todo lo que me contaban; sino que era mucho, mucho más.

Volvamos atrás en la historia, específicamente al tiempo de los antiguos griegos, en donde todos los ciudadanos participaban de una vida política porque para ellos la palabra política significaba “tener amor e interés por la comunidad en la que se habita”. Con esta convicción y actitud, los ciudadanos griegos vivían por y para la política. De allí, de los mismos griegos, es de donde viene el significado de la democracia; demos, que significa pueblo, y kratos, que significa poder. Más tarde Rosseau retomaría esta interpretación para recalcar que el pueblo tiene el poder, con el cual elige a sus mandatarios como representantes. De esa misma convicción y deseo de ayudar es que Montesquieu planteó la idea de segregar el Estado en tres partes iguales para evitar la corrupción. Ellos, que son los padres de la democracia, plantearon esta ideología con el fin de ser utilizada para bien.

Ahora que ya conocía el significado de todo aquello, me llegaban aún más preguntas:¿La gente sabe lo que en verdad es la política? ¿Los que saben, realmente la están practicando? ¿Saben mis familiares y amigos la importancia que tiene todo esto?

Lastimosamente, mis respuestas llegaban al ver los sondeos de opinión pública, que hablan por sí mismos del descontento que tienen las personas, y de una considerable parte que se muestra apática hacia la participación política; ¡Y no los culpo! Pues los mismos gobiernos de turno no han tenido la capacidad de responder ante las necesidades más sentidas de su población, y tampoco sus instituciones. Por esto mismo se ha dado un “divorcio” entre sociedad y política; entre sociedad y democracia.

Otro de los mayores problemas es que las personas piensan que democracia es solo ir a votar, y ya; desconociendo que existen muchas más formas de ejercer la democracia como los cabildos abiertos, los referéndums y los plebiscitos; los cuales aún son utilizados en algunas comunidades de nuestro país, pero son desconocidos para la gran mayoría. El problema se agrava cuando los ciudadanos ni siquiera utilizan el derecho al voto - que como había dicho, es la forma más común de participación democrática - lo cual considero que está totalmente mal. Cuando una persona no vota, no decide; está dejando que las demás personas elijan por ellos. Como sociedad debemos luchar para que nadie pierda su voz. Esto incluye a todos los grupos que tantas veces son negados: los de lejanas zonas rurales,  los indígenas y hasta nuestros compatriotas en el extranjero.

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