Como Ha Evolucionado El Bullying En Los Ultimos 5años

Introducción.

Mediante la utilización del método cualitativo en la investigación se ha logrado obtener, conceptos, descripciones, causas y efectos derivados del fenómeno Bullying,

Todos en algún momento hemos sido participes, ya sea como observadores, victimas o testigos de algún tipo de maltrato sobre todo en edad escolar. Este tipo de maltrato ha evolucionado al punto de convertirse en campo de estudio para los Psicólogos quienes lo han denominado con el nombre de Bullying.

Parte del trabajo investigativo es socializar el fenómeno del Bullying, para conocer sus causas, consecuencias y de que manera podemos identificarlo y prevenirlo, para lo cual la investigación se ha centrado en estudios realizados originalmente en el extranjero, pero que han dado vida al conocimiento y aplicación en Honduras que es precisamente el área de estudio,

El Bullying en un fenómeno real que ha evolucionado al pasar de los años y que esta afectando el desarrollo psicosocial de los niñas y niñas sobre todo en la edad escolar, independientemente del país, raza, posición económica, o genero.

Niños que son victima día a día de constantes acosos y agresiones por parte de sus pares que sin piedad alguna se ensañan con aquel que es más débil.

Se espera que el desarrollo de este informe oriente de manera eficaz sobre la detección, tratamiento y prevención del fenómeno, que pueda ser un aporte a la concientización de todas las partes involucradas y así contribuir a largo plazo a la disminución de cifras negativas que afectan tanto el desarrollo psicosocial de los niños ene dad escolar.

I. Planteamiento del problema.

¿Cómo ha evolucionado el bullying en las escuelas de nuestro país en los últimos 5 años, y como se puede prevenir?

Objetivos

1. Entender la amplitud del fenómeno Bullying así como sus orígenes y formas de expresión.

2. Identificar cuando el fenómeno este este presente ya sea en un alumno, un hijo o alguien cercano y saber diferenciar cuando es victima y cuando es agresor.

3. Concientizar sobre las consecuencias en el desarrollo psicosocial que tiene la victima como producto de las agresiones y como estas repercuten en todos los ámbitos de la sociedad, a corto y largo plazo

4. Incentivar la creación de acciones de prevención, ya sea como docentes o como padres de manera que se pueda trabajar anticipadamente con el fenómeno bullying.

CAPITULO I

El Bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones y demás, para así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e inclusive años.

La víctima sufre callada en la mayoría de los casos, el maltrato intimidatorio le hará sentir dolor, angustia, miedo, llevándola en algunos casos a consecuencias devastadoras como el suicidio o cambio de domicilio

los “agresores“ son también afectados, pero no tanto como las víctimas, sus traumas son gracias a la violencia que viven día a día con sus propios padres, se considera que la edad donde por lo general se da el acoso escolar es en los adolescentes entre los 10 y los 16 años, ya que son los más grandes y que con burlas, apodos y golpes maltratan a los nuevos, los culpables también son los medios de comunicación como la televisión, la radio y los factores que más afectan son el internet y la violencia dentro de la misma familia de los agresores.

Como ha evolucionado el Bullying en los últimos años.

El bullying ha evolucionado gracias a la tecnología

De los apodos inocentes a las golpizas filmadas en el celular. La transformación del bullying obedece al mundo tecnológico.

Alrededor de los años 90, el bullying o acoso entre iguales era conocido como el “agarrarse a alguien de puerquito”.

En ese entonces, bromear y reírse de los compañeros o amigos era una actividad hasta recreativa que tendía a ejercitar estrategias de ataque y defensa. El agredido tenía la oportunidad de defenderse durante el día escolar con el apoyo sus amigos, pero al salir del colegio se dejaban estas agresiones en la escuela.

Hoy día, este acoso continúa y parece que no se detiene, por ejemplo, las redes sociales, como el Facebook y los diversos chats son herramientas que muchos jóvenes usan para extender esa sensación de poder sobre otros.

Algunos buscan ventajas de empoderamiento y hasta prestigio social, en un marco muy teñido de un sadismo y satisfacción de impulsos agresivos narcisistas que lleva a los muchachos a vincularse como víctimas o como victimarios.

Hace 10 años, no se contaba con la sensación de poder que nuestros hijos experimentan hoy día cuando en dos segundos se comunican al otro lado del mundo por medio de un e-mail o una página personal.

Así mismo, los medios de comunicación, no tenían la tendencia amarillista a mostrar la crueldad que hoy escuchamos y observamos niños y adultos. La gente en la calle procuraba el cuidado y protección de los niños e hijos de otros sin temor a que esto representara una represalia por “meterte en lo que no te importa.”

Cuando se reflexiona al respecto, muchos se preguntan, “¿qué está pasando? ¿Cuándo se perdió el rumbo? ¿Qué de diferente tienen los niños y jóvenes de hoy?

La respuesta es sencilla, aunque sus elementos son muy complejos, y va ligada a los grandes avances de la humanidad y al gran desconocimiento que se tiene sobre los efectos síquicos y emocionales que estos cambios y avances tecnológicos están teniendo en los más jóvenes e inmaduros.

Casos concretos de bullying

En Honduras se estima que un 1,6% de los niños y jóvenes estudiantes sufren por este fenómeno de manera constante y que un 5,7% lo vive esporádicamente. Los datos varían en función de la fuente de la que procedan y del enfoque manejado a la hora de estudiar el fenómeno. Una encuesta del Instituto de la Juventud (INJUVE) eleva el porcentaje de víctimas de violencia física o psicológica habitual a un 3% de los alumnos cada 5 años, y afirma que un 16% de los niños y jóvenes encuestados reconoce que ha participado en exclusiones de compañeros o en agresiones fisiológicas.

Según

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