Como Se Debería Evitar El Abandono Escolar En América Latina

En la mayoría de los países latinoamericanos se registraron grandes avances en cuanto al acceso a la educación primaria y, en menor medida, respecto a la educación secundaria. En efecto, de acuerdo con el informe “Panorama social de América Latina” realizado por la CEPAL, las tasas de asistencia primaria en los años noventa se elevaron hasta niveles superiores al 90% en gran parte de los países, y en la secundaria llegaron a bordear el 70%. No obstante, según el mismo informe, cerca del 37% de los adolescentes latinoamericanos entre 15 y 19 años de edad abandonaron la escuela a lo largo del ciclo escolar en el año 2000, y casi la mitad de ellos lo hicieron antes de completar la educación primaria. Si bien la cobertura o acceso a la educación en el pasado fue el principal problema que imposibilitaba el estudio formal, hoy en día, el principal problema de los sistemas educativos latinoamericanos es la incapacidad de retención de los niños y adolescentes en la escuela.

El retiro escolar definitivo rara vez es un evento inesperado; se presenta más bien como una cadena de factores que van elevando el riesgo de deserción a medida que se avanza en edad y se experimentan crecientes dificultades de rendimiento y de adaptación, especialmente cuando se transita del ciclo primario al secundario. Aunque, los factores que influyen en tal decisión varían de acuerdo a las circunstancias de cada país, el informe de la CEPAL indica que la principal razón de abandono escolar son razones económicas, que incluyen tanto la falta de recursos del hogar para enfrentar los gastos que demanda la asistencia a la escuela como el abandono que se produce para trabajar o para buscar empleo. Asimismo, la falta de interés hacia los estudios y el pobre desempeño escolar –los jóvenes abandonan cuando se sienten frustrados por no entender la clase–.

En cuanto a la falta de interés, se puede resolver permitiendo que los maestros realicen sus propias actividades interactivas y competitivas como debates o juegos didácticos. De esta forma el profesor puede crear las actividades según el contexto social de cada comunidad. Por el otro, el problema del desempeño escolar se soluciona no sólo con menos profesores por alumnos, sino además, con la realización de diversas tareas en el aula que le permita ver al profesor las deficiencias de cada estudiante. En vez de simplemente dar la clase en el aula y dejar tarea para la casa, el profesor tendría que realizar parte de la tarea en el aula para asegurarse que los estudiantes hayan entendido la lógica del tema. Sin embargo, no toda la tarea debe ser realizada en el aula porque el estudiante tiene que desarrollar la capacidad de solucionar problemas por sí mismo y la confianza de hacerlos sin el asesoramiento y la aceptación del profesor.

Sin embargo, nada de esto se puede lograr sin el compromiso del profesor hacia los estudiantes. La mejor forma de obtener este compromiso es mediante un sistema de incentivos. Los profesores deben recibir salarios lo suficientemente remunerados para estimular a los actuales e incentivar a los recién egresados del bachillerato a estudiar pedagogía. Tales salarios deberían ir aumentando en la medida que aumente el nivel académico, de modo que se localicen a los profesores más capacitados

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