Como se da la Convergencia del conflicto en colombia

La convergencia del conflicto en Colombia, también es tu convergencia

Miguel Ángel Perdomo Lomelín

“Cuida tus pensamientos que se volverán actos. Cuida tus actos que se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque formaran tu carácter. Cuida tu carácter porque formara tu destino. Y tu destino será tu vida.” …”Un cambio en lo general, requiere un cambio en lo particular.”

Mahatma Gandhi

El objetivo del presente escrito es mostrar la responsabilidad, no solo del estado, sino también de la sociedad en general, en un eventual proceso de desmovilización de las guerrillas de las FARC-EP. Teniendo en cuenta el alto número de reclutados ilícitamente (niños soldados) por el grupo insurgente, y encontrar que muchos de ellos lo único que han aprendido en sus vidas ha sido disparar un arma, esto podría ser la causa de discriminación por parte de la sociedad hacia ellos, pues para muchos los reinsertados serán responsables de futuros problemas de inseguridad, de aquí se desprende la importancia de reconocerlos como parte del gran número de víctimas de este conflicto, pensando en el futuro que de una forma u otra se les fue arrebatado. Para ello analizaremos el término “reclutamiento ilícito” y definiremos la idea de sociedad en el proceso de reinserción de los desmovilizados. Es muy importante reconocer el hecho que a través de los diálogos se busca unificar las ideas tanto de las FARC, como las del gobierno, para llegar a una convergencia entre sí; es decir, lleguen a un punto fijo, y se parta desde ese punto a la búsqueda de un futuro más promisorio. Es necesario plantear un interrogante, para detenernos a pensar un momento ¿Estamos preparados para la convergencia del conflicto?

Según organizaciones no gubernamentales como “Terre des Hommes” y “Human RightsWatch” estiman que hoy en día en Colombia hay entre 8 000 y 13 000 menores involucrados en las actividades de las FARC y de las BACRIM. Ingresando en la lista de los 5 países con más niños combatientes del mundo (Gómez y Jiménez, 2014, p. 22). Este dato nos muestra la tarea que como ciudadanos del común debemos llevar a cabo en el proceso de desmovilización de estos grupos armados. No podemos hacernos a un lado y que solo las políticas del gobierno se hagan cargo del problema, como si estos “niños soldados” al dejar las armas vayan a estar totalmente aislados de todos, pues se comprende como un proceso de reinserción a la sociedad. Aquí radica la importancia de prepararnos como sociedad misma, sinónimo de unidad, partiendo de nuestro concepto de racionalidad, no pueden sentirse solo (niños soldado), pues fácilmente caerán en la influencia de los alzados en armas, por la relación que desde su temprana edad tuvieron con las mismas; por factores como: razones económicas, falta de seguridad física, falta de aceptación social, presencia de perturbadores de paz y ausencia del Estado (Nussio, 2009), es así como se desprende la responsabilidad del país en general.

Podemos opinar que los Colombianos se han acostumbrado a vivir sumidos en luchas, por la concepción de ideologías diferentes, unos tienden por los pensamientos socialistas, comunistas y el Marxismo se hace evidente en el pensamiento de algunos, quizás abordando sus ideologías a los extremos de izquierda (grupos guerrilleros), para otros el capitalismo es su forma primordial de pensamiento (el gobierno, y quienes tienden a la extrema derecha grupos AUC actualmente BACRIM), pero hemos olvidado que todos somos la descendencia misma de la mezcla entre Españoles e Indios, ¿esto nos hace acaso diferentes? Estamos en el camino hacia la paz, el camino hacia la reconciliación, el camino del perdón, la desmovilización del grupo guerrillero que más años lleva enfrentando al estado pareciera que es un hecho, pero no podemos negarnos a nosotros mismos la oportunidad de hacer parte del proceso, es el momento de que empresarios, universidades, entes públicos y privados, en síntesis “todos” estemos dispuestos a ser protagonistas y no solo espectadores, tomando en cuenta la estrecha relación que nos une, la búsqueda de la paz.

A partir del año 2012 el 4 de Septiembre, oficialmente el 17 de noviembre se iniciaron en Oslo, Noruega y la Habana, Cuba la mesa de diálogos entre el grupo guerrillero de las FARC-EP y el gobierno nacional, movidos por la búsqueda a la salida del conflicto armado que azota al país por más de medio siglo. El pasado 23 de septiembre del 2015 en la misma mesa donde durante tres años, se han discutido los puntos que como fin último tienen la convergencia del conflicto, se reunieron el Presidente Rafael Santos y el Jefe máximo de las FARC Rodrigo León Echeverry (Timochenko), para anunciar lo que una gran mayoría de Colombianos estábamos esperando, una fecha para la firma del acuerdo; medios de comunicación de muchas partes del mundo transmitieron la noticia, el próximo 23 de marzo, como fecha máxima, sería el día histórico para nuestro país, y sesenta días después los militantes del grupo insurgente dejarían las armas (Elpaís, 2015). En cuanto se dé el desarme iniciará la etapa del pos conflicto, pero pareciera que Colombia no está preparada para este histórico suceso, por lo sucedido con la desmovilización de las autodefensas unidas de Colombia (AUC).

Para algunos como Human Rights Watch, el proceso de paz y de reinserción que Colombia ha vivido en los últimos años ha sido un fracaso, pues ha señalado que para el 2010, los llamados bandas criminales (BACRIM), surgidos después de la desmovilización de grupos paramilitares, además de reclutar niños y niñas a sus filas, “siguen ejecutando masacres, desplazamientos forzados, violaciones sexuales y extorsión. Actividades que no difieren mucho de las cometidas por la Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). (Gómez & Jiménez, 2014, p 13) Lo que muestra la ineficiencia del proceso de reinserción de estos grupos a la sociedad, no podemos permitir que suceda lo mismo con quienes se desmovilicen de las FARC-EP, por tanto difícilmente terminaríamos este conflicto, y podríamos pasar a un ciclo más del problema.

Para el

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