Comprensión de la evaluación de aprendizajes que subyace a la política pública educativa en Colombia

Comprensión de la evaluación de aprendizajes que subyace a la política pública educativa en Colombia

El propósito del siguiente texto es describir las características de los procesos de evaluación a partir de la política pública educativa en Colombia, para este objetivo se tiene como referencia los textos de Montenegro (2009) “Cómo evaluar el aprendizaje escolar” y la Guía 34 del MEN.

Diversas son las comprensiones que de la evaluación se tienen en la actualidad. Por ejemplo, Montenegro dirá que “la evaluación es una estrategia de aprendizaje que consiste en valorar o estimar lo logrado por el estudiante en función de lo planeado [y] proporciona al docente información para reorientar sus prácticas pedagógicas” (Montenegro, 2009). Además, desarrollará las características de la evaluación, a saber, que esta debe ser sistemática, continua, flexible, participativa y formativa. Por su parte, Tenbrink dirá que la evaluación es un “proceso de obtención de información y su correspondiente análisis para formular juicios que a su vez serán utilizados en la toma de decisiones” (Tenbrink, 1981). Estas son concepciones que reflejan una evaluación integral y reflexiva que permite el desarrollo de todos los estudiantes y se preocupa por el avance cognitivo y en materia de conocimiento de cada uno de ellos.

Desde la experiencia en el modelo educativo colombiano, la evaluación ha sido fruto de diferentes interpretaciones y teorías, lamentablemente no se ha podido llegar a un consenso de lo que significa la evaluación como eje del proceso educativo, esto

ha ocasionado que determinadas prácticas en instituciones educativas distorsionen la evaluación, muchas veces ignorando o malinterpretando las guías y decretos del Ministerio de Educación Nacional

Lo anterior lleva a pensar que a lo largo de los diversos periodos que marcan la política pública educativa en Colombia, subyace una determinada comprensión de la evaluación de aprendizajes que va evolucionando junto con la mentalidad y el desarrollo de la sociedad en la cual está inmersa. Antes de 1987, se tenía la idea de una evaluación memorística y basada en contenidos. Desde la Constitución Política de 1886, la educación estaba permeabilizada por la iglesia. Ya para 1903, la Ley Orgánica de Educación regula su financiación por el Fondo Público. Además, se crean las escuelas normales, con el fin de formar maestros para los niños de primaria. Se identifica claramente una concepción de la evaluación como comprobación de conocimiento memorístico.

En años posteriores, surgieron grandes cambios, como la formación del Ministerio de Educación en 1927, la legislación sobre la obligación de los padres en brindar un mínimo de educación para forjar bases intelectuales, morales y religiosas. En la década del 60 se determina el plan de estudios para el Bachillerato Técnico Comercial y para la educación de la primaria colombiana, concebida como única, sin diferencia alguna entre lo rural y urbano más que una adaptación contextual; y para 1976 se da la reestructuración del Ministerio de Educación. A pesar de los avances presentados en este periodo de tiempo (Concebir la educación como un derecho desde los 7 años), la evaluación sigue siendo concebida como un instrumento de revisión de contenidos, en donde existe un examen final en todas las asignaturas que tenía una cierta equivalencia porcentual.

Al llegar 1984, culmina el largo proceso de experimentación curricular de la educación básica. Se establecen los planes de estudio para los once grados y se clarifica el concepto de promoción (Decreto 17486). el concepto de promoción. A partir de este momento, se consideró como aspectos evaluables los conocimientos teóricos y prácticos, los valores, las habilidades y destrezas que los estudiantes pudieran desarrollar dentro de su etapa escolar. Si bien se buscaba la formación integral del educando, la evaluación velaba por una apropiación teórica del conocimiento. De allí que se trabajara una evaluación de logro de objetivos, desarrollo de procesos, adquisición de habilidades y utilización de recursos en perspectiva porcentual.

Un par de años después, el decreto 1469 de 1987 presenta la evaluación como un proceso permanente donde el maestro tiene la responsabilidad de emitir un informe periódico donde se pueda evidenciar el proceso de desarrollo del estudiante, se establecen también criterios de evaluación como la asistencia a clases y se organizan las escalas de valoración bajo una concepción cualitativa.

Ya en el año 1994, después de haberse emitido la nueva constitución política de Colombia se crea la ley 115 que regula la educación a nivel general, en este caso diferentes artículos regulan la evaluación, especialmente el art. 80 que propone la evaluación desde el diseño de criterios y procedimientos que se encargarán de evaluar la calidad, eficacia y eficiencia de la enseñanza, el desempeño profesional de los docentes, los logros de los alumnos, la organización administrativa, entre otros aspectos.

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