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Concepto De Genero Y Educacion


Enviado por   •  12 de Marzo de 2015  •  2.557 Palabras (11 Páginas)  •  341 Visitas

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Conceptos de Género y Educación

Introducción

El presente documento quiere aportar, en primer lugar, a aclarar los conceptos fundamentales relativos al género y señalar los criterios para el desarrollo del enfoque de género. En segundo término, se discuten la importancia y el alcance del enfoque de género en el sector educativo, poniendo especial énfasis en la educación escolar.

Durante los primeros años de nuestra vida aprendemos ciertos patrones de percepción e interpretación específicos de nuestra cultura y género que nos ayudan a estructurar la realidad. Este proceso de socialización sirve para la formación de la identidad en el marco social, lo cual también significa que los miembros de la sociedad aprenden e interiorizan el rol de género que les fue asignado. Este rol de género está unido a determinadas expectativas, las cuales establecen un comportamiento particular. El rol de género implica frecuentemente determinada capacidad de acceso a recursos y poder. En este caso, tanto el acceso como las posibilidades y los derechos se encuentran distribuidos de forma desigual.

El sector educativo y la escuela como lugar de estudio tienen mucha influencia sobre el aprendizaje y brindan la posibilidad de cuestionar el rol de género asignado. Por lo tanto, mediante la aplicación del enfoque de género en el área de la educación podrán hacerse visibles las relaciones existentes entre los sexos a fin de contribuir a superar las desigualdades existentes.

1. Recuperación de concepto de genero

El sexo viene determinado por la naturaleza, una persona nace con sexo masculino o femenino. En cambio, el género, varón o mujer, se aprende, puede ser educado, cambiado y manipulado. Se entiende por género la construcción social y cultural que define las diferentes características emocionales, afectivas, intelectuales, así como los comportamientos que cada sociedad asigna como propios y naturales de hombres o de mujeres.

De esa manera proponen una distinción conceptual y sostienen que hay una diferencia entre sexo y género. El primero apunta a los rasgos fisiológicos y biológicos de ser macho o hembra, y el segundo a la construcción social de las diferencias sexuales (lo femenino y lo masculino). Así, el sexo se hereda y el género se adquiere a través del aprendizaje cultural. Esta distinción abre una brecha e inaugura un nuevo camino para las reflexiones respecto a la constitución de las identidades de hombres y mujeres. (Montecino Sonia, Rebolledo Loreto, “conceptos de género y desarrollo)

Ejemplos de esta adscripción de características en nuestra sociedad es pensar que las mujeres son habladoras, cariñosas y organizadas y los hombres son activos, fuertes y emprendedores. Podemos decir, usando las palabras de la doctora Victoria Sau, que el género es la construcción psicosocial del sexo.

Supuso la idea de variabilidad: toda vez que ser mujer u hombre es un constructo cultural, entonces sus definiciones variarán de cultura en cultura (no se podría así universalizar y hablar de la mujer" o "el hombre" como categorías únicas). En segundo lugar, configura una idea relacional: el género como construcción social de las diferencias sexuales, alude a las distinciones entre femenino y masculino y por ende a las relaciones entre ellos. Los análisis de género. Propondrán que es preciso estudiar las relaciones entré mujeres y hombres toda vez que en la mayoría de las sociedades sus diferencias producen desigualdad. (Montecino Sonia, Rebolledo Loreto, “conceptos de género y desarrollo)

Una primera función implícita en el género es la de hacer patente que hombres y mujeres son más diferentes que similares, y éste es el motivo de que la sociedad humana haya establecido la existencia de estos dos géneros, fenómeno que tiene una dimensión universal.

De esta manera el concepto de género plantea el desafío de particularizar, de explorar en las realidades más que en asumirlas como dadas. En este sentido se contrapone a la idea de una universal mujer u hombre y de la fijeza de su identidad, posición y condición. Precisamente, este término permite no sólo conocer los cambios en las relaciones entre hombres y mujeres sino que abre la posibilidad de las transformaciones de esas relaciones (es decir, no se queda en la inmutabilidad de la subordinación universal de la mujer). Por último, un análisis de género dadas las múltiples variables que comporta abre una clara senda para emprender lecturas interdisciplinarias. (Montecino Sonia, Rebolledo Loreto, “conceptos de género y desarrollo)

Asimismo comprende las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres por razones sociales y culturales. Dichas diferencias se manifiestan por los roles (reproductivo, productivo y funciones comunitarias), que cada uno desempeña en la sociedad, además de las responsabilidades, conocimiento local, necesidades y prioridades relacionadas con el acceso y control de los recursos.

2. Género como construcción simbólica y como construcción social

Los proponentes de esta ideología quieren afirmar que las diferencias entre el varón y la mujer, fuera de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija que haga a unos seres humanos varones y a otras mujeres, porque nadie puedo estar en contra de estas teorías.

La antropóloga Sherry Ormer es la principal exponente del simbolismo genérico. Ella sostendrá que toda vez que las diferencias biológicas encuentran significado sólo dentro de un sistema cultural específico, es preciso conocer cuáles son las "Ideologías de género" y los valores simbólicos asociados a lo femenino y lo masculino en cada sociedad. Según ella, a pesar del enorme repertorio de significados de las diferencias sexuales hay constantes en los grupos humanos: una de ellas es la asimetría en que aparecen mujeres y hombres. (Montecino Sonia, Rebolledo Loreto, “conceptos de género y desarrollo)

La experiencia de vivir en un cuerpo de mujer no es igual que la de vivir en un cuerpo de hombre, o sea, no es igual tener un sexo u otro. No es igual, por ejemplo, correr teniendo pechos de mujer que hacerlo con un pecho de hombre, o montar en bicicleta con genitales masculinos que con genitales femeninos. Tampoco es lo mismo cantar con una voz de mujer que con una voz de hombre y, por supuesto, no es igual vivir en un cuerpo que podrá albergar y gestar a una criatura dentro de sí que vivir en un cuerpo en el que esta posibilidad no está presente.

Esta cercanía de la mujer al ámbito doméstico hace que la esfera de sus actividades se mueva en relaciones intra e interfamiliares, en oposición al hombre que se mueve en el dominio público y político de la vida social. Así el hombre es identificado

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