Configuración de las sociedades aborígenes
Enviado por lenny64 • 9 de Octubre de 2013 • Ensayo • 3.390 Palabras (14 Páginas) • 310 Visitas
Colegio nacional Dr. “Emilio uzcategui”
Nombre: kevin roman Fecha: 2013-10-10
Curso: 2° “D” Materia: historia
Configuración de las sociedades aborígenes
1) objetivo: poder llegar a conocer mas sobre la historia de nuestra población en los territorios de vestigios de nuestro país y sobre las culturas, artes, navegantes, sociedades agrícolas, entre otros.
2) Resumen:
• Sociedades de cazadores – recolectores
En todo caso, la base económica de los INGAS fue la caza y la recolección, únicas actividades comprensibles para una época en la cual el hombre debe subsistir, con conocimientos limitados, en un medio ambiente todavía cambiante. La cultura Inga debió obtener una producción estrictamente necesaria para su vida, por lo que es imposible pensar en excedentes productivos regulares o permanentes. Sociedad estuvo conformada como grupo humanos diseminados, cercanos a las hordas o tribus de número reducido, en la cual se habrá impuesto la división natural del trabajo, esto es, un reparto de faenas de acuerdo al sexo, la edad y las condiciones físicas.
El concepto de cazador-recolector es mucho más complejo de lo que parece a simple vista, ya que no sólo conlleva una serie de actividades concretas destinadas a garantizar la supervivencia de un grupo ligadas a una forma de organización económica. El conjunto de actividades de la vida cotidiana, un mundo espiritual, unos modos sociales determinados y la organización interna concreta de los cazadores-recolectores presentan algunas tendencias que frecuentemente los diferencian de las sociedades estatales basadas en el sedentarismo y la agricultura. Es decir, el concepto de cazadores-recolectores, no sólo se refiere a un tipo de organización económica, sino que frecuentemente se correlaciona con determinado tipo de organización social y una determinada ideología.
Cazadores-recolectores antiguos y modernos
El alcance cronológico del concepto es muy amplio. Hasta hace diez mil años, el hombre era cazador-recolector. Aún en nuestro tiempo, existen sociedades que hasta hace poco practicaron o siguen practicando la caza y las actividades derivadas como medio básico de subsistencia. No es por tanto, una actividad exclusivamente "prehistórica", sino que ha tenido una proyección, aunque cada vez más limitada, en el mundo moderno y contemporáneo. Los grupos de cazadores-recolectores actuales pueden llegar a guardar algún parecido con los grupos prehistóricos (toda la historiografía prehistórica basada en la comparación etnográfica lo considera así), como por ejemplo ser grupos pequeños, unidos en la mayor parte de los casos por lazos de parentesco y con redes sociales eficaces externas al grupo para fines reproductivos, principalmente, o de alianzas sobre determinadas materias. Sin embargo, el aproximarse al estudio etnográfico de pueblos cazadores-recolectores actuales con el objeto de extraer generalidades extrapolables a los grupos paleolíticos es muy arriesgado.
Los alimentos más comunes eran los vegetales (recolección) y la carne (caza o carroñeo). En un principio eran los únicos pueblos que existían y hoy existen todavía, a duras penas, pequeños grupos nómadas que viven de la caza de animales, de la pesca, de la recolección de frutos, semillas y setas (extracción de raíces y tubérculos), y de la recogida de miel, actividades que rara vez aportan más del 50% de su dieta alimenticia. Los grupos más conocidos son los aborígenes de Australia, los esquimales de Groenlandia, Canadá, Alaska y la zona de Siberia que linda con el estrecho de Béring y diversas etnias de la selva amazónica. Los san de Botsuana, Namibia y sur de Angola han perdido la mayor parte de sus territorios y hoy muchos viven como jornaleros. Algunos pigmeos continúan siendo cazadores activos. Existen grupos menos conocidos en Somalia, Etiopía, Kenia, Tanzania, Ruanda y Burundi; en Canadá, Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia y Chile, o enRusia, India, Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas.
Condiciones generales
Para los antropólogos los estudios de estos pueblos han sido muy importantes y en parte este interés ha ayudado a estas personas a mantener su modo de vida. Las investigaciones realizadas en los años 1960 entre los San, indicaban que frente a la creencia general de que las condiciones de vida eran peores que la de los pueblos que adoptaron la economía productiva de agricultura y ganadería, la esperanza de vida era superior en los pueblos primitivos y de igual modo sus condiciones de salud, al no ser azotados por las periódicas epidemias que se ceban sobre las concentraciones humanas de las aldeas, aunque debían soportar enfermedades relacionadas con el parasitismo. Habría menos estratificación social y más paridad entre sexos, además sorprende encontrar similitudes entre grupos al comparar los estudios entre los San con otros estudios realizados en culturas muy alejadas, con lo que algunos antropólogos consideran que los antepasados de las sociedades que ya han alcanzado el neolítico vivirían de esa forma.
Impacto ecológico
Los cazadores-recolectores no sólo se adaptan al medio, sino que tratan de influirlo; en realidad son sofisticados manipuladores y administradores del medio que conocen, al que han manejado durante muchas generaciones hasta lograr transformaciones en su beneficio. La movilidad es una práctica clave para conseguir recursos diversos de calidad.
La adopción del Neolítico se debió no a un deseo de llevar una vida más fácil (por primera vez apareció el trabajo sistemático, y disminuyó la esperanza de vida), sino a que permitía multiplicar la población de un territorio por 100, o incluso 1.000 en el caso del Asia amazónica.
3) Anexos:
• Principales sociedades agrícolas
Hacia el año 12000 a. C. se produjo un aumento ge¬neralizado de la temperatura de la Tierra. Los hielos se retiraron hacia los polos y con e1los marcharon muchos de los grandes rebaños de bisontes y renos, cuya carne constituía una buena parte de la dieta humana.
Los seres humanos tuvieron que adaptarse a estas nuevas condiciones y buscar otras fuentes de alimenta¬ción. Con la aparición de la agricultura y la ganadería pa¬saron de simples depredadores a productores de alimentos. Esto abrió paso a una nueva etapa: el Neolítico
La agricultura se inició hace unos 10.000 años, en una zona del Próximo Oriente donde el trigo y la cebada crecían en estado silvestre. Posiblemente, la observación continuada de los fenómenos de la naturaleza hizo que hombres y mujeres aprendiesen
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