Conflicto armado en colombia.
Enviado por Marcela Pretel • 8 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.739 Palabras (7 Páginas) • 454 Visitas
CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA
Conflicto Armado, es como se le denomina hoy a la problemática social que se ha extendido durante casi 60 años en el territorio colombiano. Dicho conflicto, ha sido protagonizado por Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes han mantenido una guerra contra el gobierno, donde el principal afectado ha sido la población civil, que ha sido víctima de secuestros, violencia física, desplazamiento forzoso, entre otros atentados contra los derechos humanos.
Sin embargo, 5 décadas después se están realizando acuerdos, con el fin de que el país pueda consagrar una paz. Estos acuerdos, que vienen siendo realizados durante más o menos 3 años, han seguido una agenda que conlleva 5 puntos a tratar: (1) el tema agrario y (2) el de participación política. Otros dos puntos se pueden entender como reclamos de la sociedad: (4) "solución al problema de las drogas ilícitas" y (5) "Víctimas"; y el "fin del conflicto", los cuales tienen que ver con el cómo se pone en práctica el acuerdo final y serán tratados uno a uno a continuación.
El primer tema, el agrario, es de vital importancia, dada la necesidad de impulsar la integración de las regiones y el desarrollo social y económico equitativo del país, más aún cuando debido a la reinserción, serán necesarios nuevos espacios que sirvan de hogar y sustento económico (trabajo), tanto para quienes se desmovilizan, como para aquellas personas que han sido víctimas de la guerra. No obstante, aunque el contexto que en este momento se encuentra viviendo el campo, con índices de pobreza multidimensional como el del 2014, que fue de 44.7% con respecto al 21.9% nacional, y la continua desigualdad estructural en la propiedad rural, no son factores nada alentadores, es importante destacar que se tiene en este aspecto, trabajo adelantado, debido al proyecto de ley que el ministro Juan Camilo Restrepo ha ido desarrollando desde hace ya año y ocho meses, que dentro de sus virtudes está lanzar una ofensiva para la formalización de títulos, ya que la informalidad actualmente se calcula en 18%, y la recuperación de baldíos por parte del Estado, que han sido robados o invadidos. Además de mencionar que la expropiación se hará por primera vez, basada en el avalúo catastral y no en el valor comercial del predio. Esto obligará a los grandes rentistas de la tierra a ponerla a producir o a activar un mercado de tierras en términos reales y no sobrevaloradas, como ocurre en muchas partes.
Según lo anterior, sin lugar a duda, considero que dentro de este proceso es importante focalizarse mucho en la parte rural, dado que no solo en esta parte es donde se ha llevado la mayor parte del conflicto, sino que durante años el apoyo que brinda el gobierno para vivienda de interés social se queda actualmente en las ciudades en un 95%, a pesar de que el sector rural tiene el 40 % de déficit global del país en esa materia. Adicionalmente el crear condiciones para el bienestar de la población rural, analizando las necesidades y deseos de quienes habitan o habitaban, contribuye a la construcción de una paz estable y duradera, pues contribuye a reversar los efectos del conflicto y cambiar las condiciones que han facilitado la violencia, dado el abandono del gobierno a estas zonas.
Posteriormente el segundo punto manejado en la agenda, la participación política, es sin duda un punto bastante polémico, sin duda las opiniones encontradas, no se hacen esperar, puesto que es evidente que puede resultar atroz imaginar que quienes han hecho la guerra al país, ahora participen en su gobierno. No obstante, el problema más evidente es la gran reforma constitucional, necesaria para permitir este tipo de participación, dado lo que dice el artículo 122, que prohíbe dar cualquier tipo de juego político (ni ser inscritos para elecciones, ni ser elegidos, ni nombrados a ningún cargo público) a quienes hayan sido condenados por delitos relacionados con grupos armados ilegales, delitos de lesa humanidad o narcotráfico.
Sin embargo, si se quiere hablar de paz verdadera, es necesario tener en cuenta que esto lleva a realizar las cosas de la manera correcta, donde este tema es “un asunto de la sociedad en conjunto, que requiere de la participación de todos sin distinción y, por eso, es necesario concitar la participación y decisión de toda la sociedad colombiana en la construcción de tal propósito”, por lo que sin lugar a duda debiesen ser partícipes estas personas. Adicionalmente, si se pretende crear un nuevo futuro para ellos y reinsertarlos en la sociedad, es evidente que el mismo gobierno debe empezar a tratarlos como nuevas personas, permitiéndoles por lo tanto participar en actos políticos, de no ser así, si el propio gobierno no los integra y no cree en ellos como nuevos integrantes de la sociedad, mucho menos lo hará la población civil.
Por lo tanto, aunque no considero que de primera deben poder contar con el total de los privilegios, si se debe empezar a otorgárseles progresivamente la posibilidad de participar en labores políticas. De igual manera, la sociedad ya ha sido espectadora de personas en el poder, que han tenido pasado no muy limpio, pero que sin embargo han aportado cosas positivas para la comunidad, como lo es el caso del alcalde de Bogotá, excombatiente del M-19 y que actualmente, para
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