Constitucion De 1917

Muy buenos días.

Profra. Ma. Magdalena Peraza Guerra.

Presidenta Municipal de nuestro Heroico Puerto de Tampico.

Síndicos y Regidores que integran la comuna porteña.

Distinguidas personalidades que nos honran con su presencia.

Saludo con gran respeto al público que nos acompaña, mostrando el interés, sobre las ideas y pensamientos de los jóvenes de este país, al que queremos ver grande, prospero, feliz, digno y respetado.

Constitución de 1917

México celebra hoy noventa y cuatro años de la promulgación de su Constitución Vigente. Nuestra Carta Magna es la síntesis de la evolución jurídica, política y social de México; es el resultado de las grandes luchas del pueblo mexicano por alcanzar, primero, su libertad, y después por reforzar su soberanía.

El México de hoy, como país, es muy diferente de aquel de 1917: de doce millones de habitantes pasó a más de ciento diez millones; de una sociedad primordialmente agrícola, a una de industrialización media; de una sociedad casi feudal, a la formación de una clase media importante; de la existencia de caudillos, al régimen de las instituciones; de una sociedad poco evolucionada, a una plural y compleja en varios aspectos; de una sociedad pasiva políticamente, a una participativa y propositiva, distinto al fin, pero con los mismos vicios del pasado, con la única diferencia que hoy podemos consultar a la historia para cambiar el rumbo de México y guiarlo hacia una mejor estadía de progreso y superación.

En nuestra ley fundamental, está claro el proyecto de nación que todos los mexicanos queremos y deseamos: libertad, democracia y justicia social. Nuestro proyecto nacional es el liberalismo social. La Constitución de 1917 selló nuestra evolución política con su característica más importante: la justicia social.

Hoy en día, en que nuestra sociedad mexicana atraviesa por serias crisis, se vuelven a escuchar las voces de los Constituyentes de 1917, de Jara solicitando un gobierno del pueblo y para el pueblo, y cercano al pueblo; la de Manjarrez que sigue demandando que se escuche el clamor de los mexicanos que exigen un mayor bienestar, justicia y seguridad; la de Graciadas exigiendo que los trabajadores tengan un salario bien remunerado que corresponda al trabajo que realizan; la de González Galindo reclamando una educación de calidad y no de cantidad; la de Macías quien condensando magistralmente el pensamiento social nuestro, dijo: "Un pueblo miserable, un pueblo harapiento, un pueblo pobre, no podrá ser jamás un pueblo libre. La revolución quiere que los mexicanos sean hombres civilizados, que tengan la independencia económica para que puedan ser unos ciudadanos de la República y las instituciones libres puedan funcionar para hacer la felicidad de la nación."

En estos tiempos difíciles, aun se escuchan sus voces. De entonces a ahora hemos dado muchos pasos hacia adelante. Aún hay que dar muchos pasos más. La pobreza,

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