Construccionismo Social
Enviado por Julio • 30 de Marzo de 2013 • 1.494 Palabras (6 Páginas) • 1.476 Visitas
Construccionismo social
El Construccionismo social, socioconstruccionismo o más recientemente construccionismo relacional.
Podríamos resumir a continuación en otras palabras que es una teoría sociológica y psicológica del conocimiento que considera cómo los fenómenos sociales se desarrollan particularmente desde contextos sociales.
Dentro de este marco del construccionismo, una construcción social es un concepto o práctica que puede aparecer natural y obvio a quienes la aceptan pero en realidad es una invención o artefacto cultural o de una sociedad en particular.
Las construcciones sociales se entienden generalmente como subproductos (a menudos involuntarios o inconscientes) de opciones humanas incontables algo que a las leyes resultan de voluntad.
Es por eso que, Esto no se toma generalmente para implicar un antirradical determinismo, sin embargo.
El construccionismo social se opone generalmente al esencialismo, que define fenómenos específicos en lugar de otros términos transhistóricos independientes de las esencias de los seres conscientes que determinan la estructura categórica de la realidad.
De manera que un foco importante del construccionismo social es destapar las maneras en las cuales los individuos y los grupos participan en la creación de su percepción social de la realidad.
Implica mirar las maneras como son creados, institucionalizados los fenómenos sociales, y hecho en tradiciones por los seres humanos.
De allí pues, que la realidad social construida se considera como en curso, proceso dinámico; la realidad es reproducida por la gente que actúa en sus interpretaciones y su conocimiento.
Ahora bien, El construccionismo llegó a ser prominente en los Estados Unidos con el libro de Peter L. Berger y Thomas Luckmann llamado La construcción social de la realidad del año 1966.
De hecho, Berger y Luckmann sostienen que todo el conocimiento, incluyendo el sentido común, el conocimiento más básico tenido por firme de la realidad diaria, se deriva y es mantenido por las interacciones sociales.
Es por ello, que cuando la gente interactúa, comprendiendo que sus opiniones de la realidad están relacionadas, y como ella actúa sobre esta comprensión de su sentido común, la percepción de realidad se refuerza.
Puesto que este conocimiento del sentido común es negociado por la gente; caracterizaciones humanas, significado e instituciones sociales se presentan como parte de una realidad objetiva.
Es en este sentido que puede ser dicho que la realidad es construida socialmente.
El constructivismo, por su parte, afirma que la realidad una construcción mental, una interpretación, una representación subjetiva y variable, del mundo exterior.
En todo caso, el Construccionismo Social, plantea que el conocimiento no es producto de una abstracción intelectual derivada de un potencial innato de la mente (racionalismo), ni tampoco la descripción objetiva de nuestras experiencias con el mundo exterior (empirismo).
Más bien, señala, como lo ha afirmado Kenneth Gergen, destacado propulsor de esta tendencia, que el conocimiento es una creación (construcción) que se genera a partir de las prácticas sociales, los esquemas culturales y los procesos históricos. Así, se trataría de una variable social y no individual como lo proponen las visiones precedentes.
Para Gergen, el conocimiento resulta de la aceptación que las personas dan a los criterios emanados de las instituciones sociales (empresa, familia, escuelas, medios, iglesia, etc.) que son las que configuran lo socialmente aceptable, necesario o adecuado.
De manera que todo lo que se asume, se acepta y se internaliza en los procesos de relación social, pasa a convertirse en lo real.
Gergen ha considerado postular cuatro hipótesis básicas subyacentes en esta concepción, con la finalidad de facilitar la comprensión acerca de cómo describimos y nos explicamos el mundo en el cual vivimos:
La primera hipótesis plantea que lo que consideramos conocimiento del mundo está determinado por la cultura, la historia o el contexto social.
Pensemos por ejemplo, la palabra negro. Esta tendrá significados distintos, y su interpretación impulsará y generará tendencias de emoción y acción diferentes en personas y grupos, dependiendo de sus aprendizajes, roles y contextos.
De manera que al decir negro, podríamos estarnos refiriendo a una acepción sociocultural traducible como: esclavo, fuerte, sexy, rebelde, inferior, delincuente, deportista, etc.
La segunda hipótesis es que los términos con los cuales comprendemos el mundo son artefactos
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