Contaminación Antenas
Enviado por pachoncho1996 • 27 de Mayo de 2015 • 2.124 Palabras (9 Páginas) • 217 Visitas
La Contaminación Electromagnética en Antenas de Celular
Las torres de alta tensión, los centros de transformación, las antenas de telefonía, los teléfonos móviles y los dispositivos de tecnología Wi-Fi son potencialmente peligrosos para la salud. Pueden causar numerosas patologías, en muchos casos graves; incluso cáncer. Y son especialmente peligrosas en el caso de los niños y adolescentes. La comunidad científica lo sabe. Las compañías eléctricas y de telefonía también. Y los Gobiernos. Pero se oculta. Y se miente. Y nadie parece estar dispuesto a hacer nada. Nosotros cumplimos con nuestra obligación informando. Ninguno de nuestros lectores podrá pues decir que no estaba advertido.
CÓMO REDUCIR LOS EFECTOS DE LOS CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS
Sólo el poder de las compañías eléctricas en el mundo explica el hecho de que no se reconozca oficialmente lo que está demostrado: que los campos electromagnéticos pueden provocar diversas patologías, incluido cáncer. Además de las torres de alta tensión y de las antenas de telefonía móvil hay aparatos domésticos potencialmente peligrosos aunque sus fabricantes lo nieguen. Desde los teléfonos móviles hasta televisores, ordenadores y otros pequeños electrodomésticos. Muchos de quienes viven cerca de las antenas repetidoras o estaciones base de telefonía padecen estrés, disminución de la capacidad de trabajo, migrañas, ansiedad, fatiga crónica, trastornos del sueño, hipertensión, irritabilidad, disminución de la memoria, trastornos de la visión... Por eso existen ya dispositivos que, según afirman sus creadores, atenúan los efectos nocivos de las radiaciones electromagnéticas. Se trata de unos artilugios circulares de unos 3 centímetros de diámetro y casi planos que se pegan, uno al teléfono móvil, el otro a la pantalla del ordenador o del televisor. La efectividad de estos dispositivos está en el tratamiento que se da a sus componentes en los que, mediante un láser específico, se inducen campos de energía que los convierten en emisores de ondas ultra débiles inocuas para el organismo.
LAS ANTENAS DE TELEFONOS SON PELIGROSAS
Cada vez son más los casos de graves patologías -en toda España- recogidos en torno a fuentes emisoras de radiaciones electromagnéticas como las antenas de telefonía y los transformadores. Ya en el número 75 de la revista informamos del escandaloso caso de la madrileña población de Majada honda. En un radio de 15 a 20 metros en torno a una antena de telefonía,
y un transformador situado en el bajo de un edificio se han producido en los últimos años -sólo en cinco de los edificios colindantes- 26 muertes por cáncer y 19 por problemas cardíacos. Y ello sin contar los numerosos casos de depresión, insomnio, cansancio crónico, debilidad, problemas circulatorios y cardiovasculares, dolores de cabeza, dolores musculares y abdominales, pérdida de memoria, problemas hormonales, alteraciones de la visión... La situación fue denunciada al Fiscal de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y gracias a la presión popular ejercida a través de los medios de comunicación y a su mediación con el Ayuntamiento en el momento del cierre de este número de la revista el transformador -al que se considera el principal responsable- ha empezado a ser desmantelado. Sin embargo, en muchas otras poblaciones españolas se están viviendo situaciones similares y los ayuntamientos y la Justicia -fiscales y jueces- están haciendo caso omiso a tan grave problemática. De nada sirven los más de 650 estudios científicos que aportan pruebas o indicios de los impactos negativos que los campos electromagnéticos provocan en la salud. En Salzburgo (Austria) se cifró el umbral de riesgo en 0'1 µVatios/cm² pero en España se admiten hasta 400 µVatios/cm². ¡Cuatro mil veces más! ¡Un auténtico disparate!
DEMOLEDORAS CONCLUSIONES SOBRE LOS PELIGROS DE LOS CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS
A muchos lectores les sorprende que seamos tan rotundos afirmando que existen "evidencias científicas" de que la telefonía móvil es peligrosa teniendo en cuenta las declaraciones oficiales asegurando que no lo es. Y por eso a lo largo de todos estos años hemos venido haciéndonos eco de ellas. Desde hace años la Dirección General de Investigación del Parlamento Europeo tiene en su poder -en el departamento de Evaluación de Opciones Científicas y Tecnológicas- un informe titulado Los efectos fisiológicos y medioambientales de la radiación electromagnética no ionizante que fue elaborado conjuntamente por el Instituto Internacional de Biofísica de Neuss-Holzheim (Alemania) bajo la dirección del prestigioso doctor G. Hyland y el Departamento de Física de la Universidad de Warwick (Gran Bretaña). Pues bien, en él, además de todo tipo de consideraciones científicas sobre los peligros de la telefonía móvil, se hacen -a modo de conclusiones- varias recomendaciones muy concretas en la confianza de que tanto el Parlamento Europeo -en su calidad de órgano legislativo- como la Comisión Europea -en tanto órgano ejecutivo- las tuviesen en cuenta. Y el primer punto del informe en este sentido no deja lugar a dudas. Porque en él se dice textualmente lo siguiente: "Se desaconseja enérgicamente que los niños (sobre todo, los adolescentes) utilicen de forma prolongada y sin necesidad teléfonos móviles por su creciente vulnerabilidad a posibles efectos perjudiciales para la salud." Rotundo, ¿no? Pues inmediatamente a continuación echa un rapapolvo a las compañías implicadas: "La industria de la telefonía móvil debería evitar fomentar el uso prolongado de teléfonos móviles por parte de los niños utilizando tácticas publicitarias que explotan la presión de los compañeros y otras estrategias a las que los jóvenes son susceptibles como la utilización (ahora interrumpida) de personajes Disney en los teléfonos." Bien, pues a lo largo de los últimos años se ha venido haciendo todo lo contrario.
BASES CIENTÍFICAS DE LOS PELIGROS DE LA TELEFONÍA MÓVIL
El peligro de la telefonía móvil no está sólo en los efectos térmicos de las ondas de alta frecuencia sino en las de muy baja frecuencia porque están en el mismo rango de las células de nuestro cuerpo y, por tanto, por biorresonancia, pueden alterarse. Cada célula constituye un campo electromagnético en el que -valga el símil- la membrana actúa como condensador,
las mitocondrias como fuentes de alimentación y donde además existen sistemas que desempeñan una labor de conmutación y transmisión. El principal peligro de los dispositivos que emiten radiación (teléfonos móviles, pantallas de ordenador, líneas de alta tensión, electrodomésticos, etc.) es que pueden interferir en las frecuencias del organismo de la persona tanto a nivel
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