Crónica de Los Pinos

Bienvenido a los Pinos

Este día se dieron cita familias de todo tipo: Familias pequeñas, medianas, grandes; parejas; gente solitaria, en fin, desde que los Pinos abrió sus puertas al público en 1 de diciembre de 2018, esta residencia se ha vuelto un punto obligado a visitar en la Ciudad de México.

Como era de esperarse, abundan los pinos, en general, el color verde es predominante. En el camino principal de la entrada perfectamente caben tres camionetas a lo ancho.

Del lado izquierdo es posible ver la explanada Francisco I. Madero en donde se encuentra monumento que dice “Apóstol de la democracia”, haciendo referencia a este personaje histórico. Treinta y dos banderas de México (quizá una por estado) se encuentran colocadas en semicírculo.

A la derecha, 10 Cañones con diseño de diferentes países (aunque parecen iguales) utilizados en  batallas importantes como la revolución francesa, inglesa y estadunidense. En ese mismo sitio, se encuentra un monumento a los héroes de La batalla del molino del rey que resguarda 15 restos de los héroes que ofrendaron su vida en defensa de la patria en la batalla de 1847.

Un oficial le dice a un soldado: “mira cuánta gente”. El soldado responde: “es lo mismo de siempre”, como si en realidad así hubiese sido siempre. “Por favor, no pisen las áreas verdes, puro pasillo”, dice en voz alta.

Unos metros más adelante, se observan varios vehículos que fueron utilizados por diferentes presidentes de México para transportarse a eventos importantes. Figuran modelos como una Ford Ltd 1972, Ford Lincoln 1978. Chrysler Premium L300 y Mercedes 1969.

También se puede ver un monumento al Estado Mayor Presidencial con la leyenda  "Al presidente nadie lo toca”. En el centro, llama la atención una cápsula del tiempo que será abierta en 1964. Colocada por el expresidente Enrique Peña Nieto en 2014.

Para llegar al museo de Los Pinos se tiene que caminar varios metros. Una vez situados en la entrada, se tienen que pasar dos filtros para poder entrar. Después de pasarlos, lo primero que se ve es una larga fila de gente tomándose una foto en monumento que dice: “Los Pinos” como si se tratara del letrero de Las Vegas o las letras de algún pueblo mágico.

Inmediatamente está la Calzada de los Presidentes donde están las estatuas de todos los presidentes que han habitado la exresidencia oficial, empezando por Lázaro Cárdenas hasta hasta llegar con Enrique Peña Nieto.

Los visitantes caminan sobre la Calzada al mismo tiempo que dicen opiniones, quejas, halagos, groserías de cada uno de ellos. Muchos pasan desapercibidos; sin embargo, otros como Carlos Salinas de Gortari (que por cieto, tiene un libro que dice: “TLC y Solidaridad”, dos símbolos de su gestión).es una parada obligatoria; una invitación a sacar todo el resentimiento guardado. Se alcanza a escuchar a la gente decir: “Hijo de la chin…”; "mis respetos, pero muy maldito”. Algunos sólo se paran y lo contemplan. Otros le dicen: "asesino"; "Y aquí empiezan todos los malos”; "hasta la maldad se le ve". Hay hasta los que le ven el lado bueno: "Está más guapo ahí"; "yo lo admiro".

...