Cuando Son Los Padres Los Maltratados

Cuando son los padres los maltratados

Cómo identificar un posible patrón y lo que no deben tolerar los adultos mayores

En innumerables ocasiones hemos escuchado hablar sobre casos de maltrato. Pero, qué pasa o cuán grave puede ser cuando nos toca de cerca y son nuestros padres los afectados.

“Para poder establecer un plan proactivo en cuanto a la posibilidad de maltrato es importante conocer en qué consiste esta disfunción de comportamiento, cuáles podrían ser las causas o fuerzas que lo activan, signos que nos permitan reconocerlo y, de esa forma, evitar ser cómplices involuntarios”, explica la psicóloga y gerontóloga Ada Padró González.

Así las cosas, destaca que el maltrato a los adultos mayores puede adoptar muchas caras. Le puede suceder a cualquier persona, sea en su casa, en la de un miembro de la familia, en un lugar de vivienda con asistencia o en un hogar de ancianos.

“En este caso, maltrato es cualquier acto u omisión que produzca daño, intencionado o no, practicado sobre personas de 65 años o más, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la integridad física o psíquica de la persona. El acto de maltratar a un adulto mayor puede provenir de hacer algo, o dejar de hacer algo”.

Esto incluye: abuso físico, sexual y emocional; descuidar o abandonar a un adulto mayor por quien usted es responsable; tomar o emplear mal el dinero o pertenencias de un adulto mayor; pegarle; empujarlo o abofetearlo; usar gritos, palabras humillantes o ignorar a la persona repetidamente; forzarlos a presenciar o ser parte de actos sexuales y no responder a sus necesidades.

¿Y si es el cuidador?

Una dimensión importante es cuando, por diferentes razones, es el cuidador el que emite la conducta maltratante. “Cuidar a una persona mayor es bien gratificante, pero puede ser difícil mantener una perspectiva positiva cuando hay poca esperanza de que la condición física y mental de la persona mayor mejore”, dice Padró.

Cuidar a una persona mayor puede ser aún más difícil cuando la persona tiene demencia o pérdida de memoria. Puede ser angustiante, e incluso irritante, escuchar las mismas preguntas una y otra vez, asegura la experta.

“El adulto no debe tolerar conductas como: sobre nombres inapropiados, comunicación áspera y altisonante, que su cuidador lo desatienda por periodos prolongados, imposición de actividades, que le coarten su capacidad de tomar decisiones o le restrinjan su “libertad”. La mayoría de los malos tratos tienen lugar en el contexto familiar y están asociados a la necesidad de asistencia para actividades cotidianas. El agravante surge cuando el adulto mayor ha perdido su capacidad cognitiva a causa de alguna demencia. En esos casos, el familiar a cargo debe realizar inspecciones del cuerpo del adulto y efectuar

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