Cómo No Amar A Mi Patria

¡¿Cómo no amar a mi patria?!

Llega un día en el año en el que una población celebra de diversas maneras, los hogares se pintan de blanco y rojo, se percibe una representación de nuestra valiosa y significativa bandera, la escarapela no solo en el pecho de cada peruano, sino también, en nuestros corazones.

Dos colores que lo significan todo: el rojo que es la sangre derramada de los incas y los héroes patrios y el blanco la pureza de sentimientos como libertad, justicia y paz; un escudo que representa nuestras riquezas tanto animales como vegetales y minerales; un himno que entonamos en memoria de los hechos ocurridos para poder cantarlo con orgullo y asi que a los siglos anuncie el esfuerzo que ser libres, por siempre nos dio.

Cultura es Perú, cultura admirada por todo el mundo: me es inevitable admirar y amar a mi patria; sus paisajes: como dice la canción “Ricas montañas, hermosas tierras, risueñas playas, fértiles tierras, cumbres nevadas, ríos quebradas, es mi Perú”; su talento: la música, el baile ¿es posible que alguien no disfrute al oir unos cajones o al ver una marinera? ; y además nuestra gastronomía que es reconocida mundialmente, los guisos están perfectamente calculados para deleitarnos de principio a fin.

Sinceramente me siento orgullosa de decir que soy peruana, de portar una escarapela que me diferencie del resto del mundo, por lo que me gustaría concluir con que un día no es suficiente para valorar, admirar y amar a nuestro Perú. Yo concidero que para el peruano el “dia” de la patria empieza el día en que nacimos y termina cuando dejemos de contemplar nuestro valioso Perú, porque no hay mejor frase para valorar nuestro país que: Mi Perú, vale un Perú!

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