DEBILITAMIENTO DE LA IDENTIDAD NACIONAL FRENTE A LAS NUEVAS IDENTIDADES

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN E INNOVACIÓN PEDAGÓGICA

2021-3

DEBILITAMIENTO DE LA IDENTIDAD NACIONAL FRENTE A LAS NUEVAS IDENTIDADES

NOMBRE DEL TUTOR

NOMBRE DE LA ESTUDIANTE: ANGELES CRISTAL MARTÍNEZ RAYA

NÚMERO DE GRUPO: G-17

SEMANA 2, ACTIVIDAD 1.

IMPACTO DE LA TECNOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN EN LA CONFIGURACIÓN IDENTITARIA

Introducción

Sin duda alguna, la globalización ha dado mucho de qué hablar en la última década, y es que junto a la informatización forman un equipo sólido que se ha encargado de hacer cambios en el mundo a tal grado de crear nuevas sociedades y sistemas económicos. Pero, hay un elemento importante en toda sociedad que ha sido objeto de constante debate, la identidad. Por mucho tiempo se ha puesto sobre la mesa dos hipótesis importantes, las cuales se pueden resumir en una pregunta: ¿La identidad se ha visto enriquecida con la entrada de la globalización o empobrecida? Hay diversas posturas que apoyan o intentan refutar alguna de estas posiciones, lo cierto es que la comunicación es un aspecto importante para que puedan ocurrir estos cambios. Teresa Páramo Ricoy menciona en su artículo sobre la “Comunicación, globalización e identidad nacional”: “Las sociedades pre modernas, modernas y posmodernas existen y se trasforman gracias a la comunicación, la cual transmite y permite que los rituales y la cultura existan, se rehagan, sobrevivan” (Ricoy, Teresa, 2005)^[1]. Como podemos observar, su importancia es clara, sobre todo en la modernidad donde los medios tecnológicos le han otorgado una plétora difusión. Entonces, ¿Cuál es el papel que tiene la comunicación en la creación de nuevas identidades culturales?, ¿Cómo las tecnologías de la comunicación provocan cambios en las prácticas culturales?, ¿Qué tipo de contexto ofrece la tecnología de la comunicación para la aparición o desestabilización de las identidades culturales? A continuación, estas y más preguntas serán resueltas.

Desarrollo

La identidad puede ser definida, en términos simples, como el motor de una cultura^[2] (Pérez, M. 2005), en donde el individuo o sociedad le dan sentido a su actuar basándose en algún atributo. En la actualidad se han planteado diversas hipótesis en la cual se planeta si esta ha sido enriquecida o empobrecida con la entrada de la globalización que, en palabras sencillas, consiste en conectar las partes del globo terráqueo con fines económicos, políticos, culturales y tecnológicos, es decir, “Un proceso resultante de la capacidad de ciertas actividades de funcionar como tiempo real a escala planetaria” (Castells, M. 1999)^[3]. Lo cierto es que la situación mundial actual ha propiciado el desarrollo de la tecnología de la información y, por consiguiente, de la comunicación, haciéndola demasiado compleja, situación que influye en la formación de nuevas identidades. Las últimas mencionadas han surgido a raíz de la comunicación global y la tecnología que ha propiciado esto, como las redes sociales, solo han dado el contexto, dando lugar a un sistema de símbolos complejo y problemático.

En estos tiempos es común observar que los actores sociales tienen una expresión cultural cada vez más globalizada, y esto es clara consecuencia de permitir un flujo constante de diferentes influencias, circunstancias, atributos e información entre naciones, como lo menciona Borja y Castells: “…una sociedad en la que el poder y la función se organizan en flujos, el significado de la experiencia se organiza en torno a identidades potencialmente irreductibles” (Borja y Castells, 1997:30)^[4]. En consecuencia, se fomenta el enriquecimiento de una cultura mundial que se caracteriza por ser intangible, por la influencia digital, y bastante universal. Esto propicia a que otras existentes se relacionen solo de manera subordinada, logrando cambios evidentes en las prácticas culturales.

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