DEL ACCESO A SERVICIOS PÚBLICOS DE SALUD AL BIENESTAR SOCIAL
Enviado por • 29 de Abril de 2014 • 2.314 Palabras (10 Páginas) • 602 Visitas
La necesidad de establecer lazos de beneficencia hacia la sociedad que carece de aquellos servicios primordiales de salud se ha visto representada a lo largo de la historia.
En el siglo XVI la Nueva España; la Nueva Galicia se vio involucrada en una serie de sucesos que consintieron en grandes epidemias y crisis agrícolas que llevaron a la población a sufrir una de las más terribles caídas demográficas. Ante dichos sucesos al inicio del siglo XVI surgieron las primeras aportaciones de beneficencia, lideradas por Pedro de Céspedes, Rodrigo Gutiérrez, Pedro Lazarete y Alonso de Aguliar, quienes establecieron en Guadalajara la primera cofradía y hospital en Guadalajara. Ante la demanda de servicios de salud por parte de la población indígena se solicitó a la congregación de S. Juan de Dios que tenía una la fama de prestar servicios hospitalarios, que financiara una institución de servicios de salud, el obispo encargado de la arquidiócesis a la que pertenecían aprobó el proyecto y se creó el hospital de San Juan de Dios. A lo largo de la época colonial ante la demanda de servicios de salud, fueron creciendo las respuestas por parte de las autoridades para contrarrestar las necesidades de la población creándose nuevos hospitales entre los que podemos citar; Hospital de Santa Cruz (1577), Hospital Real de San Miguel de Belén (1792) Hospital Civil de Belén de Guadalajara (1794), entre otros.
Otro precursor de la beneficencia y la asistencia en la salud fue Juan Cruz Ruiz de Cabañas, quien solicitó a la corona española el financiamiento de una institución que pudiera prestar servicios de salud a huérfanos, ancianos, moribundos, enfermos incurables entre otros. Aprobada su solicitud se fundó el “Hospital Cabañas”. Tomando como referencia la construcción de esta institución podemos concluir la etapa de crecimiento de estructuras de beneficencia.
Y es a partir de la segunda mitad del siglo XIX que se reduce el número de instituciones dedicadas al cuidado de los moribundos por la idea que se tiene del objetivo de estas instituciones, que es el dar asistencia por interés espiritual, y cambiando a a una percepción de dar una asistencia social y de salud para conseguir un bienestar en el individuo.
La beneficencia y la caridad fueron remplazadas para considerar a la persona como un ponente con derecho a los servicios básicos de salud en una sociedad en constante acceso a los riesgos, ya sea de contraer enfermedades, accidentes, o cualquier otro factor que afecte su equilibrio de bienestar; personal o social. El individuo en la sociedad actual tiene la constante necesidad de acudir a servicios que le faciliten o mejoren su calidad de vida, entrando pues a un círculo de dependencia hacia los servicios que deberían considerarse públicos. Ahora bien, tomando esto como punto de partida, se puede considerar que debe existir un equilibrio entre el que presta el servicio y el que lo requiere pues de esta manera se presenta un estado de solidaridad hacia la persona necesitada. Pero que ocurre cuando el dador de servicios no puede realizar su labor en esta relación ya que existe un tercer involucrado que se presenta de mediador; pero que en su labor de decidir si el que requiere los servicios es en realidad merecedor de el servicio, se inclina en contra de que se le preste el servicio al individuo que lo necesita. La persona necesitada del servicio, desea llegar a un bienestar social equilibrando su estado de salud pero hay un impedimento importante que no le permite alcanzar su objetivo de bienestar. ¿Cómo el acceso a un servicio de salud puede estar impidiendo el bienestar social de una persona?
Primero definiremos que es el bienestar social, Allardt (1996) define que “el bienestar social permite una consideración más completa de las condiciones necesarias para el desarrollo humano. Un enfoque sobre las necesidades básicas se concentra en las condiciones sin las cuales los seres humanos no pueden sobrevivir, evitar la miseria, relacionarse con otras personas y evitar el aislamiento”. Casas (1996) le da un enfoque un tanto más a que el individuo es un ser social pues define que “el bienestar es asociado a necesidades sociales, problemas y aspiraciones colectivas.”
Ahora por el contrario Keyes (1998) define bienestar social como “la valoración que hacemos de las circunstancias y el funcionamiento dentro de la sociedad” Según Keyes el bienestar social comprende las siguientes dimensiones: Integración social, aceptación social, contribución social, actualización social y coherencia social.
Ahora pues al considerar las definiciones de los autores anteriores se puede concluir que la aspiración al bienestar social radica en la satisfacción de tener las condiciones necesarias para vivir así pues también al hablar de bienestar social, resalta la interacción directa que tiene el individuo hacia la sociedad, como se relaciona con las personas de su entorno suele ser un factor importante para alcanzar el anhelado bienestar social.
En el enfoque del bienestar social debemos tomar en cuenta la tranquilidad de saber que se encuentra en un buen estado de salud, “las caras de la existencia tienen relación con la salud cívica y el capital social” Putnam (2000), Aunque Cabañero (2004) añade la salud física.
Entonces pues si para conseguir un bienestar social es necesario cubrir el aspecto de la salud, resulta trascendente saber el por qué en el sistema de salud en México no se consigue el bienestar social en el enfoque de la salud deseado.
Para obtener una conclusión acertada primero debemos entender un tanto la estructura del Sistema de salud en México.
En contexto podemos agregar que desarrollo demográfico de México se caracteriza por un descenso en la mortalidad general, un incremento en la esperanza de vida y una disminución en la fecundidad.. Agregando la creciente exposición a los llamados riesgos emergentes, relacionados la mayoría con estilos de vida poco saludables, ha modificado el cuadro de las principales causas de muerte.
El sistema de salud en México está dividido en; sector público: IMSS, ISSSTE, SESA entre otros y sector privado en el que se incluyen las compañías aseguradoras y los prestadores de servicios que trabajan en consultorios, hospitales y clínicas privadas.
De acuerdo al artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la protección de salud es un derecho de todos los mexicanos, aunque en el sistema de salud ofrece servicios muy diferentes dependiendo de la población que se trate, hay tres grupos de beneficiarios; los trabajadores asalariados o jubilados, los autoempleados y personas que se encuentran fuera del mercado de trabajo y la población con capacidad de pago.
Se enfocará al segundo grupo; los autoempleados,
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