DESARROLLO DEL CIUDADANO Y LA CIUDADANÍA

DESARROLLO DEL CIUDADANO Y LA CIUDADANÍA

Ser miembros de una ciudadanía implica tolerancia y sentido de pertenencia por una comunidad en general, las relaciones humanas son importantes en la cotidianidad ya que forman parte de la subsistencia de los seres en sociedad. Desde el momento mismo de su nacimiento, el ser humano, empieza un proceso de adaptación y relación con los seres que lo rodean entendiendo esta interacción como un significado más del diario vivir. Este aprendizaje continúa y se da por toda la vida. Sin embargo, estas relaciones no son sencillas y más cuando los sentires son poco comunes, puestos en práctica o se desconocen, dificultando de esta forma evidenciar indicios de cohesión y aceptación de todos sus órganos. Una causa de esto puede ser prioridades e intereses particulares que no coinciden con los intereses del resto de la comunidad y puede generar tensiones que dificultan la convivencia y la organización social. Construir y desarrollar ciudadanos son retos que tiene la sociedad actual, es necesario estimar una serie de valores y priorizar sobre ellos para que puedan jugar un papel importante en la formación integral de los ciudadanos en sociedad.

Finalmente, podríamos añorar unas generaciones futuras con derecho a estar en una sociedad más pacífica, democrática, activa, multicultural, solidaria, responsable y justa y con el deber de contribuir a la construcción de la misma. La educación es y será una vía primordial para lograr esta meta. La formación de seres humanos dentro de una ciudadanía que sean libres, cultos y solidarios, constituye una actividad de esmero y dedicación cotidiano. Los sectores sociales, deberán actuar con compromiso constante en la superación de índices de marginalidad e inequidad. Ellos, deberán hacer énfasis en el impulso de valores reactivos como la competitividad, que ayuden a generar un mundo reaccionario en cada ser humano y valores proactivos como la autoestima y la sociabilidad que ayuden a la consecución de un mundo más creador. Todo esto conllevaría al desarrollo moral de los ciudadanos para tomar decisiones cada vez más autónomas y así aportar a la construcción de la convivencia y la paz. Al parecer no es sencillo, lograr todos estos parámetros en una sociedad tan desigual como la nuestra, sin embargo, con el auge de instituciones políticas y sociales que fomentan y luchan cada día por la inclusión social, la equidad, la libertad, la participación y los derechos humanos, contribuyen a un notorio desarrollo de una ciudadanía que defiende el derecho de cada uno de sus miembros a vivir su cultura, sus ideologías, creencias, orientaciones, lenguas, razas, etc. Solo así podremos decir que vivimos en una realidad con gran riqueza multicultural, donde la tolerancia y el respeto por todo y todos es una pieza fundamental en el desarrollo de la sociedad.

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