“DESNUDAR ESTE ESTIGMA. HOMOSEXUALIDAD NO PUEDE CLASIFICARSE COMO ENFERMEDAD”.

LA HOMOSEXUALIDAD

ESTUDIANTE ERIKA PATRICIA LEYVA GÓMEZ

DOCENTE ANA ROCÍO SILVA

INSTITUCIÓN EDUCATIVA MUNICIPAL SANTIAGO PÉREZ
ASIGNATURA LEGUA CASTELLANA
ENSAYO
ZIPAQUIRÁ
2016

“DESNUDAR ESTE ESTIGMA. HOMOSEXUALIDAD NO PUEDE CLASIFICARSE COMO ENFERMEDAD”.  

La homosexualidad es la orientación sexual que manifiesta una interacción, una atracción de tipo sexual, emocional, sentimental y afectiva hacia los individuos del mismo sexo. Junto con la bisexualidad y la heterosexualidad, la homosexualidad es una de las tres principales categorías de la orientación sexual.
Según los estudios de organizaciones de salud mental, inclusive la American Psychological Association, APA (Asociación psicológica estadounidense) han afirmado que la homosexualidad no es un trastorno mental que por ende no puede ser clasificado como una enfermedad. Mientras que algunas personas creen que la actividad homosexual es contranatural, la investigación científica ha demostrado que la homosexualidad es un ejemplo de una variación normal y natural en la sexualidad humana y no es en sí misma una fuente de efectos psicológicos negativos.

La Iglesia católica considera el comportamiento sexual humano dentro del ámbito del matrimonio y destinado de modo natural a la procreación. Sexo anal y homogenital son considerados pecaminosos ya que los actos sexuales, por naturaleza, son desde esta perspectiva unitivos, procreativos y de amor. Cabe señalar, sin embargo, que la Iglesia crítica los actos homosexuales, no la condición de homosexualidad misma (por tanto, si bien el acto homosexual es pecado, el hecho de ser homosexual no lo es). La iglesia aún tiene el pensamiento de que la homosexualidad es un trastorno que conlleva a la tentación para hacer algo que es pecaminoso. Pero aun así su comunidad promulga y difama que este es un pecado que se encuentra en contra de la ley natural cuando dentro de ella hay tanta población con esta orientación sexual

Se cita la fuente del periódico El Comunista donde es posible observar como la iglesia aún no logra aceptar esta condición que no degenera ni debería excluir a nadie; en donde dice, que la homosexualidad y el matrimonio del mismo sexo se llegaría a convertir en un “grave problema de salud pública”. Psicólogos y  médicos expertos en salud mental rechazaron la posición de la iglesia en donde logran demostrar que un matrimonio o relación consensuada, independientemente del sexo, no tiene por qué causar daño ni físico ni psicológico.
La Iglesia Católica ha perdido gran parte de su autoridad debido a la aparición continua de escándalos de abuso sexual de sacerdotes a niños. Fue de especial relevancia el caso del sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, asiduo de la pederastia y que coaccionó a niños a los que también drogaba para abusar de ellos. Como una investigación de Associated Press descubrió, el Vaticano tuvo conocimiento desde 1948 de los delitos pero decidió ignorarlos.
La iglesia es ciega ante los casos de su comunidad pero si se sienten en todo el derecho de juzgar y discriminar a personas con distinta orientación sexual que según ellos es en contra de la “ley natural”.

Se abre paso a la opinión del Estado acerca de la homosexualidad y el matrimonio del mismo sexo.

La Sala Plena de la Corte Constitucional estudió cuatro tutelas de varios activistas de la comunidad LGTBI, y parejas homosexuales, que buscan que las uniones entre parejas del mismo sexo no sean catalogadas como una unión solemne, sino como un matrimonio civil, con los mismos derechos y deberes que los de las parejas heterosexuales. Al ser estudiado en la Sala plena se realizó una votación en donde se obtuvo como resultado 6 a favor y 3 en contra.
Gran mérito para esta comunidad también se debe a que en el Estado hay población con esta orientación sexual  y que luchan para que haya una igualdad en sus derechos.
La adopción de niños entre parejas del mismo sexo  es otro de los temas de debate aún en el Estado ya que hasta la fecha no se ha aprobado.

Se citó un artículo del periódico El Espectador en donde el director Jurídico del ministerio de Salud, Luis Javier Fernández, sostiene que “no existe ningún riesgo para la salud y el bienestar de los menores de edad derivada de la adopción por parte de parejas del mismo sexo (...) Por el contrario, la orientación sexual de los padres es, en general, indiferente para el desarrollo cognitivo y social de los menores. Adicionalmente, en muchos casos, como en la adopción de menores de alto riesgo, puede contribuir a su bienestar”.
Igualmente se cita a la Universidad de Birbeck (Inglaterra), que ha señalado que los procesos de ajuste en el desarrollo de menores son similares para niños con padres homosexuales. “El desarrollo óptimo de los menores de edad parece estar más influenciado por la naturaleza de las relaciones y las interacciones en la unidad familiar, que por la estructura de ésta”. Esto implica que “algunos menores en familias conformadas por parejas del mismo sexo tienen resultados positivos en su desarrollo y otros tienen resultados negativos, de la misma manera que ocurre en las familias heterosexuales”.

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