DESNUTRICION INFANTIL

NUTRICIÓN, POBREZA Y EDUCACIÓN INFANTIL

INTRODUCCIÓN:

Esta temática fue abordada por las realidades que experimentamos a lo largo de las observaciones y visitas a las instituciones escolares.

Si bien, vale aclarar que dichos establecimientos son concurridos por personas con bajos recursos, también se ha observado la escasez de conocimientos que tienen los niños, traído del ámbito familiar.

A su vez, los profesionales a cargo, al tener poco tiempo, se dedican especialmente a cubrir las necesidades básicas esenciales, como ser: higiene y alimentación, ya que en su mayoría, concurren al establecimiento sobre todo por la alimentación que se les brinda.

Antiguamente, la presencia de los niños en las guarderías, se daba por la necesidad de los padres de dejar a sus hijos, al cuidado de personas responsable en el momento del trabajo.

Actualmente, también se ve esta realidad pero, puede observarse que a partir de la crisis económica y las dificultades para conseguir empleos, las familias se encuentran en momentos difíciles y no llegan a cubrir las necesidades básicas de sus hijos, quedan sin poder brindarles los alimentos que necesitan día a día. A veces, por esta razón acuden en dejar a sus hijos en establecimientos educativos públicos como una solución temporaria.

Como consecuencia de esta triste realidad, se han observado niños de bajo peso, mal alimentados y desnutridos, siendo esta problemática muy importante en la formación de futuros hombres.

Para abordar éstas problemáticas es importante conocer aspectos que los caracterizan.

Desde hace varias décadas se reconoce que los niños y las niñas de los estratos sociales más pobres sufren más desnutrición y retrasos del desarrollo y presentan con más frecuencia fracasos escolares que el resto de sus pares de mayor nivel socioeconómico y cultural. Esta situación tiende a perpetuarse a través de las generaciones si no se revierten las condiciones de vida y se ponen en práctica estrategias diferenciales de atención de los niños y las niñas que crecen en el seno de familias en riesgo.

Las “familia en riesgo” considerando alguno de los siguientes indicadores:

– progenitores con bajo nivel de instrucción;

– bajo nivel de ingresos;

– madre sola;

– madre adolescente;

– violencia familiar;

– niños que están solos muchas horas del día;

– alcoholismo o drogadicción de algún miembro de la familia;

– escaso acceso al sistema de salud;

– escaso acceso a servicios sanitarios básicos, por ejemplo, servicios de agua potable.

La mala alimentación causa una gran cantidad de problemas en los niños y las niñas: retraso de crecimiento en talla, retardo del desarrollo, debilitamiento de defensas ante infecciones y, en los casos más graves, hasta la muerte. Sus efectos son más graves en los primeros años de la vida debido a la mayor necesidad de calorías y nutrientes y porque ésa es una etapa de rápido crecimiento del organismo.

La desnutrición puede ser un problema temporario de salud o tener otras consecuencias que repercuten en aspectos tales como menor capacidad física, dificultades para aprender, bajo rendimiento escolar y, por lo tanto –y ésta es su consecuencia más importantes, influir negativamente en las oportunidades socioeconómicas que ese niño o niña tendrá en la edad adulta.

Si el daño es lo suficientemente temprano, intenso y prolongado, estos niños quizá no llegarán a desplegar todo su potencial intelectual. Esta insuficiencia podrá relegarlos a situaciones de postergación y abandono, las que a su vez condicionarán la perpetuación de la desventaja.

También puede observarse otros tipos de situaciones como ser sobrepeso.

En muchas provincias, especialmente en las del Noroeste, se observa un porcentaje cercano o superior al 20% de niños y niñas nacido de madres con muy bajo nivel de instrucción.

Que una madre tenga dificultades para comprender la palabra escrita puede, entre otras cosas, afectar el estado nutricional de los niños y las niñas, registrándose cuadros tanto de desnutrición aguda como de sobrepeso por alimentación mal equilibrada, generalmente con preponderancia de harinas y/o grasa. Con frecuencia, esta situación aparece acompañada de anemias nutricionales u otras carencias específicas de nutrientes. Otra de las consecuencias que se observa frecuentemente en la niñez es un retraso en el crecimiento en talla, en ocasiones acompañado de sobrepeso.

Este sobrepeso constituye la otra cara de la pobreza, dado que las harinas y las grasas son los principales constituyentes de la alimentación de las familias con escasos recursos, a lo que se suma un bajo aporte de frutas y verduras crudas, fuentes importantes de vitaminas y micro nutrientes.

CUESTIONES A TENER EN CUENTA:

Los problemas nutricionales mas frecuentes se encuentran en los niños argentinos

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