DIEZ FALACIAS SOBRE LOS PROBLEMAS SOCIALES DE AMÉRICA LATINA

DIEZ FALACIAS SOBRE LOS PROBLEMAS SOCIALES DE AMÉRICA LATINA

                                                                                    Alumna: Josefina Cárdenas Calderón

                                                                                    Profesor: Roberto Valdés

                                                                                    Fecha          : lunes  06 de abril de 2015

1. Primera Falacia: La negación o la minimización de la pobreza

En las últimas décadas ha existido un aumento de la pobreza siendo los más afectados los niños y niñas.  El estado trata de enmendar  la situación a través de políticas públicas, las que sirven como soluciones parciales, ya que priorizan la ayuda en otros sectores del desarrollo de la vida social, como es el otorgar  beneficios de: bonos, subsidios,  programas y viviendas sociales para erradicar los campamentos y así disminuir los índices de pobreza, no abordando el tema principal que es la educación.

En la actualidad  los colegios apuntan a que  la tasa de deserción escolar disminuya, en fomentar la inserción de los menores a jardines infantiles, en que finalicen sus 12 años de estudio obligatorio entre otros, pero la realidad dista de todo esto, ya que los entes verificadores al parecer no cumplen con su objetivo principal de que los colegios efectúen están funciones primordiales como punto de base para comenzar la disminución de la pobreza.

Para disminuir los índices de pobreza, se requiere que las personas y los menores reciban educación de calidad y equidad, sin importar el tipo de establecimiento en que reciban su educación, ya sea municipal, subvencionado o particular. Es por que el estado debiera dar un enfoque estratégico de políticas públicas en que en estas diferentes modalidades de educación  se abarque el proceso de enseñanza aprendizaje de igual manera.

1. Segunda falacia: La falacia de la paciencia

Esperar a que todo se solucione y esperar a que la pobreza se erradique, puede provocar daños muy graves. En la realidad nacional existen programas que abordan el apoyo hacia mejorar aspectos básicos de la supervivencia humana y la calidad de vida, como son el otorgar viviendas, la salud, la educación, acceder a subsidios y bonos entre otros. Pero el problema nace a que estos no abarcan a todo el porcentaje de población que está inmersa en la pobreza o en ocasiones no se verifican  que lleguen al destinatario que corresponde.

La mayoría de los pobres son los niños y son ellos los que sufren las peores consecuencias. UNICEF (1995) determino que la mitad de los niños pobres de la muestra tenían un retraso en el desarrollo del lenguaje, al trabajar en una escuela especial de lenguaje observo de cerca esta realidad, ya que la mayoría de estas se encuentran ubicadas cerca de sectores vulnerables, en donde la falta de estimulación por parte de sus padres y mala nutrición afectan el desarrollo de sus capacidades cognitivas. Pero lo que provoca está escasa estimulación es que en varias de las familias de estos alumnos sus padres son muy jóvenes y no han finalizado su escolaridad, el padre trabaja en lo que encuentre, la madre es dueña de casa o madre soltera que vive con sus padres en donde los integrantes del hogar son numerosos y no ha completado su enseñanza media, en ocasiones quedan a cargo de sus abuelos, pero  más bien se crían en la calle de esta forma continua el ciclo en el que están inmersos.

1. Tercera falacia: Con el crecimiento económico basta

Los esfuerzos y prácticas del estado han hecho que el país crezca en varias áreas  como la económica, de salud, políticas etc. Aquel aspecto que debiera ampliar las posibilidades de mejora en ámbitos básicos de la vida cotidiana como es el económico ha pasado por momentos de bienestar y proyección, siendo una de las economías más dinámicas dentro de los países más relevantes de América Latina. El crecimiento implica que hay más empleos, pero los que pueden acceder a los trabajos con mejores remuneración o el sueldo mínimo, son las personas que por lo menos han finalizado su enseñanza media, lo que en estos tiempos es imprescindible para optar a un empleo, y es aquí donde  nuevamente se relaciona la pobreza con el nivel de educación. Y qué pasa con la gente que no la ha hecho, el país ha crecido pero ellos no lo pueden aprovechar, porque seguirán estancados con sus mismas labores quizás recolectoras, temporeras o trabajos independientes  en donde los sueldos fluctúan.

1. Cuarta falacia: La desigualdad es un hecho de la naturaleza y no obstaculiza el desarrollo

La desigualdad es un concepto que prima en nuestro país, comenzando por el ámbito más transcendental e importante del desarrollo humano que es la educación. Ya que los años de escolaridad y la deserción escolar, conllevan a tener problemas económicos y refuerza las brechas de las posibilidades de conseguir  trabajo. Otra desigualdad a nivel país es la inequidad en la distribución de  ingresos, ya que el sueldo mínimo es muy bajo para satisfacer las necesidades mínimas básicas a una familia de tamaño y composición típica.

Otro aspecto de desigualdad es el acceso a créditos para medianas empresas lo que desfavorece la generación de más empleos. También se da la falta de acceso a las tecnologías e informática, ya que los sectores más vulnerables no tienen los medios ni la educación para hacerlo.

Las personas que poseen más recursos económicos pueden acceder a una mejor educación y por ende más posibilidades de acceder a la educación superior y obtener mejores remuneraciones al ingresar al sistema laboral, pero que pasa con los niños que son pobres se habla de más repeticiones, deserción escolar, bajas expectativas en su futuro. Al trabajar en escuelas públicas pude observar niños que en básica habían repetido en variadas ocasiones llegando a tener 16 años en séptimo básico, con  problemas conductuales, derivados de la realidad social en las que están inmersos, debido a esto eran expulsados de la sala de clases. Por lo que el conjunto de aconteceres les generaba una desesperanza y bajos deseos de superación lo que sumado al escaso nivel de motivación de los profesores hacia ellos y las bajas expectativas que les transmitían generaba un ambiente en dónde solo persistía la desesperanza. Es tan importante cambiar su proyecto de vida ampliar su visión de la vida, fomentarles el desear ser más. Por ende, claro está que la desigualdad obstaculiza el desarrollo de nuestro país y de las personas.

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