DISCURSO 17 DE AGOSTO

Discurso del 17 de agosto, homenaje al Gral. San Martín.

Hace muchos años un hombre surgió como una antorcha para iluminar con sus destellos los gloriosos destinos de nuestra Nación.

Ese hombre que nació allá en el norte, y se alejó cuando era niño para educarse en Europa, que luego, abandonando prestigios y honores, retorno a su tierra guiado por su sangre y por su instinto, era José de San Martín.

El General san Martín fue uno de los grandes conductores de la historia universal, su figura trasciende el ámbito militar para proyectarse como gran estratega y conductor político. Con su visión estratégica percibió claramente cuál era el camino que debían transitar los pueblos americanos para constituirse en naciones libres y soberanas.

Su obsesión fue la libertad de su Patria. Ese fue el objetivo que lo desvelo hasta el momento de su muerte. He aquí la razón de su mandato: “seamos libres que lo demás no importa”.

Pero hoy, queremos homenajear mucho más que a un militar, a un Libertador o a un estratega, deseamos fundamentalmente a homenajear a un hombre, a un ser humano, que tenía sus virtudes y defectos, que tenía una familia a la cual amaba, y que tomó la decisión de entregar todo lo que tenía por sus ideales, un ser humano comprometido con sus hermanos, con sus hombres, sus milicianos, sus granaderos, que pelearon junto a él.

Queremos recordar un San Martín, a quien solamente le preocupaba nuestra existencia misma. El que nos infundió con ello para toda la historia una manera de ser: un pueblo soberano en el concierto de la humanidad.

El que nos inculcó la dignidad, la justicia, el desinterés, la generosidad, la soberanía sin egoísmos, la manera argentina “de ser lo que se debe ser o no ser nada”.

El libertador, nos enseñó que no es posible encarar un proyecto común de país sin unidad nacional, condición necesaria para lograr cualquier desafío, para alcanzar los sueños más anhelados.

Los pueblos siempre evocan su pasado de gloria para rendir homenaje de agradecimiento y reconocimiento a sus próceres por sus obras, para buscar en ellos los ejemplos necesarios para enfrentar los grandes desafíos.

Volvamos hoy nuestra mirada al General José de San Martín para nutrirnos de sus convicciones y de su conducta. Exploremos en su ejemplo para actuar a la altura de los desafíos que impone la Argentina de hoy.

Si en algún lugar anida, en nuestros tiempos, la herencia de este hombre excepcional, es en el esfuerzo silencioso de la mayoría del país que día a día, convencida de los valores de la democracia, ejerce la defensa de su dignidad y libertad, de sus derechos y deberes, cada uno desde su lugar, reivindicando el legado sanmartiniano: humildad, honestidad, sinceridad, amor, disciplina, coraje.

A 161 años de su fallecimiento, inspirémonos en su ejemplo y mantengamos vigente estos valores

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