DISCURSO DÍA DE LA SOBERANÍA

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E

n el año 1845, la Confederación Argentina transitaba momentos muy difíciles. Desacuerdos, peleas, intolerancia y falta de diálogo eran hechos muy habituales. Sumado a esto, tropas enemigas que provenían de Inglaterra y Francia querían comerciar libremente con el Litoral y Paraguay, y navegar sin nuestra autorización por el estuario del Río de la Plata y sus ríos interiores.

Rosas, gobernador de Buenos Aires, enterado de esta situación usó toda su inteligencia para armar una gran estrategia y enfrentar al enemigo. Una de las cosas  que hizo fue cerrar el río Paraná con baterías escalonadas a lo largo de sus costas, para librar batalla contra sus agresores.

La principal fortificación argentina, dirigida por el general Lucio Mansilla se ubicó en un sitio cercano a la actual ciudad de San Pedro, conocido como: LA VUELTA DE OBLIGADO.

Cuando los invasores estuvieron cerca, Mansilla ordenó el ataque. El combate se inició al amanecer con muchas bajas por la parte argentina. Tanto el ejército inglés como el francés, eran muy superiores en hombres, tecnología y barcos. Luego de varias horas de lucha muy desigual, el enemigo pudo franquear el paso hacia el Paraná, pero no logró ocupar las costas que eran de vital necesidad estratégica. Por lo tanto, su victoria no fue completa. Años más tarde, por vías diplomáticas se consiguió el reconocimiento de nuestros derechos.

Hoy, a 165 años de aquella epopeya, podemos afirmar que la soberanía argentina es una realidad. Debemos rescatar la valentía, la entrega y el coraje de nuestros soldados argentinos en aquel combate ocurrido el 20 de noviembre de 1845.

Hoy, más que nunca, imitemos el ejemplo de esos patriotas y trabajemos a diario para que:

• Triunfen los científicos y profesionales argentinos en nuestro país.
• Derrotemos la apatía, el egoísmo y la desigualdad social.
• Triunfe el libre acceso a la información.
• Podamos ejercer la soberanía todos los días, para que siempre triunfe por sobre todas las cosas, el derecho y el sentimiento por la patria aunque no todas las veces, ese triunfo sea significado de gloria.

En el Año del Bicentenario, ¡Honor y gloria a todos los héroes anónimos que día tras día engrandecen nuestra argentina!

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