DISCURSO: feminicidios

DISCURSO: feminicidios

Con figuras retóricas

Índice de figuras retóricas:

-Definición

-Reduplicación

-Sinonimia

-Disyunción

-Carácter

-Retruécano

-Anáfora

-Disyunción

-Exclamación.

-Metáfora

-Interrogación/ sujeción

-Conversión

-Similicadencia

Discurso Feminicidios

El feminicidio es un fenómeno social global, con una modalidad detonante y abominable. Es un término escuchado por todos lados desde diferentes puntos de vista, lo observamos en las redes sociales y en las noticias, aquellas que nos invaden con historias de mujeres que desaparecen o que han sido acosadas, violentadas y asesinadas. Mujeres, mujeres desesperadas, cansadas y rotas. Muertas de miedo y llorando en silencio.

Es inevitable guardarse las ganas de querer resaltar el gran impacto que marca la persistente opinión pública y los medios respecto a la posición social de tal problemática, pues los medios de comunicación construyen una vana imagen sobre los feminicidios y el movimiento feminista, son un obstáculo para la transformación de la cultura de violencia, aquella que la normaliza y que cree en un sistema patriarcal y machista, ignorando así la perspectiva de género.

El feminicidio abarca problemas de complejidad psicológicos y sociopolíticos, define actos de extrema agresividad  tal como torturas, mutilaciones, quemaduras, violaciones sexuales. Si vamos a hablar de lo que abarca un feminicidio, un acto que se promueve con rabia y un sentido de posesión de los hombres. Según Diana Russell, “las motivaciones principales son el odio, la ira, los celos y la búsqueda de placer”. Y las cifras de casos son alarmantes. Aquí en México, ocurren 10 feminicidios al día. Lamentablemente los feminicidios no se erradican, y han ido en aumento de manera preocupante. Tanto en número como en grado de violencia.

La violencia contra la mujer es la mayor atrocidad cometida contra los derechos humanos, desde que nacen hasta que mueren, se enfrentan a discriminación, miedo y críticas día a día. Especialmente a los juicios, presentados extensamente en los medios de comunicación, que opacan el verdadero significado de un feminicidio y nos hacen mirarlo con indiferencia, puesto que muestran en mayor cantidad la violencia presentada por el lado femenino, todo aquello “malo” que se aprecia en las marchas y protestas violentas, donde ellas rompen, queman, destruyen ,maltratan; eso es lo que remarcan en las noticias y en los medios, con el fin de desaprobar el movimiento e idealizar a la gente de no apoyarlo, hacerles creer que es malo y violento, y así desviar la intención principal que es defender un movimiento que aboga por la libertad de las mujeres, su integridad y seguridad.

Así es como los medios de comunicación intervienen en una sociedad profundamente violenta, se burlan y juzgan severamente, sin concientizarse y mirar el trasfondo y el dolor. En realidad, los medios distorsionan información a su favor, ocultan las caras de los asesinos, sus nombres, los medios nos vendan los ojos hacia el acto deshumanizante de un feminicidio, el odio y brutalidad con el que se llevan a cabo. Además, culpan a las víctimas y justifican a los agresores, exponen a las mujeres como culpables y responsables de su infierno.

Y las están matando. Las están mostrando por las redes, están poniendo nombres de mujeres y niñas en las listas de desaparecidas. Las buscan, no encuentran. Aún con valentía y con fuerza ellas luchan, pero al final, las matan. Los amenos campos de flores púrpuras y rosas, con admirables colibríes en los aires, buscan recordar a las niñas, adolescentes y mujeres que han sido asesinadas, multiplican, dispersan, impregnan de tragedia al mundo, nos llenan de tristeza efímera.

Y las exponen en las vías. Las muestran desnudas, desolladas; con el cuerpo totalmente expuesto y el alma desgarrada, la dignidad por los suelos y la vida arrebatada. Es la realidad, es lo que quieren ocultar; ¡y que  rabia e impotencia causa el no poder hacer nada!

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