De acuerdo a los resultados que arrojó el programa de comer 30 días la comida servida en Mc Donalds

De acuerdo a los resultados que arrojó el programa de comer 30 días la comida servida en Mc Donalds no es nada saludable por los siguientes motivos:

Al inicio del experimento Morgan Spurlock inició pesando 84kg, tenía una excelente salud inicialmente, su proyecto consistía en que no debía comer otra cosa más que solo comida servida en Mc Donalds, incluso el agua y abstenerse de solo caminar 2000 pasos por día y si cuando pidiera comida le ofrecían el tamaño “Super Size” tenía que aceptar, un dato interesante de esto es que hablaba acerca de la diabetes y decía que si se te diagnosticaba diabetes antes de los 15 años la esperanza de vida de esa persona se reduce de 17 a 27 años.

Volviendo al experimento de Morgan al tercer día le ofrecieron el tamaño super size de papas fritas y pues aceptó, tanta era la comida que venía en ese paquete super size que repentinamente se sintió mal y vomitó, a los 5 días de tener esta dieta de grasas saturadas fue con uno de los médicos con los que se atendía durante esos 30 días y subió 5 kg, pasados 8 días empezaba a sentir una presión en el pecho, pero sin embargo continuó, al día siguiente comenzó a sentirse deprimido sin motivo alguno y sentía hambre cada vez más seguido. Durante esos 30 días también realizó una encuesta con las personas en la calle, preguntándoles que tan seguido comen comidas rápidas y cosas por el estilo y llegó a la conclusión de que muchos de los comerciales de televisión son de comida y los productos que más se promocionan son los que mayor éxito tienen en el mercado de comidas, actualmente Houston Tx es la ciudad con más personas gordas en toda América.

A los 12 días ya había adquirido 8 kg, para el día 16 notó algún grado de impotencia sexual, al día siguiente tenía fuertes dolores de cabeza, para la tercer semana se le diagnosticó enfermedad hepática, sus niveles de triglicéridos y de colesterol habían aumentado 10  veces más de lo que tenía al inicio, al mismo tiempo que también se dio cuenta que era adicto a la comida de Mc Donalds.

Para el día 21 despertó a las dos de la mañana con dificultad para respirar, palpitaciones y sudoraciones y el doctor le dijo que su hígado está casi destrozado.

Según las cuentas para el final de los 30 días del experimento Morgan comió tantas hamburguesas que equivalían a las que se podría consumir en 8 años.

En conclusión en solo 30 días engordó 11 kg, su hígado se convirtió en grasa (como un paté) y su colesterol aumentó 65 puntos, su porcentaje de grasa corporal pasó del 11% al 18% aunque por debajo de la media nacional que en hombres es el 22% y en mujeres el 30%, también duplicó el riesgo de tener una enfermedad coronaria y también de tener un fallo cardiaco.

Casi siempre se sentía deprimido y agotado y tenía altibajos en su estado de ánimo y su vida sexual era inexistente, comía los alimentos cada vez con más ansiedad y tenía dolores extremos de cabeza cuando no los consumía.

Al final de los 30 días contaron toda la azúcar que había ingerido y resultó que comía ½ kg de azúcar diariamente.

También comió 5.5 kg de grasa en esos últimos 30 días.

Conclusión:

La comida saturada en grasas no es buena para nuestro cuerpo, mucho menos si es consumida 30 días seguidos, pienso yo que fue muy imprudente al hacer eso ya que puso en gran peligro su vida para comprobar algo que ya sabemos. Pero en fin, hay muchos establecimientos de comida rápida que también sirven en todas sus comidas alimentos muy dañinos para nuestro corazón e hígado ya que son saturados en grasas, pienso yo en que deberían preocuparse por la salud de sus clientes y poner en sus menús platillos más saludable, que no contengan tantas azucares y grasas y que si los dueños de esos establecimientos no cambian su modo de vender la comida que las personas no se conformen con una comida rápida dañina para su salud, fomentar a que existan los establecimiento con la comida rápida saludable, así ya no habría excusa de las personas que dicen que no tienen tiempo de detenerse a comer algo saludable.

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