Del bien humano en general.
Enviado por uniinsu • 21 de Julio de 2013 • Informe • 1.000 Palabras (4 Páginas) • 380 Visitas
Del bien humano en general.
I
Todo arte y toda investigación científica, lo mismo que toda acción y elección parecen tender a algún bien; y por ello definieron con toda pulcritud el bien los que dijeron ser aquello a que todas las cosas aspiran.
Cierta diferencia, con todo, es patente en los fines de las artes y ciencias, pues algunos consisten en simples acciones en tanto que otras veces, además de la acción, queda un producto.
II
A lo que creemos, el bien de que hablamos es de la competencia de la ciencia soberana y más que todas arquitectónica, la cual es, con evidencia, la ciencia política. Ella, en efecto, determina cuáles son las ciencias necesarias en las ciudades, y cuáles las que cada ser humano debe aprender y hasta dónde.
Es cosa amable hacer el bien a uno solo; pero más bella y más divina es hacerlo al pueblo y las ciudades.
III
No debemos buscar la misma precisión en todos los conceptos, como no se busca tampoco en la fabricación de objetos artificiales. Lo bueno y lo justo, de cuya consideración se ocupa la ciencia política, ofrecen tanta diversidad y tanta incertidumbre que ha llegado a pensarse que sólo existen por convicción y no por naturaleza.
IV
Puesto que todo conocimiento apunta hacia algún bien, declaremos ahora, cuál es el bien a que atiende la ciencia política, y qué será, por tanto, el más excelso de todos los bienes en el orden de la acción humana.
En cuanto al hombre, reina acuerdo casi unánime, pues tanto la mayoría como los espíritus selectos llaman a ese bien felicidad, y suponen que es lo mismo vivir bien y obrar bien que ser feliz.
Algunos han llegado a pensar que además de la multitud de bienes particulares existe otro bien en sí, el cual es causa de la bondad de todos los demás bienes.
V
No sin razón el bien y la felicidad son concebidos por lo común a imagen del género de vida que a cada cual se le es propio. La multitud y los más vulgares ponen el bien supremo en el placer, y por esto aman la vida voluptuosa.
Tres son los tipos más salientes de vida, a saber: el que queda dicho, la vida política, y la vida contemplativa.
VI
El bien se toma en tantos sentidos como el ente, puesto que se predica de la sustancia, como Dios y la inteligencia; y de la cualidad, como las virtudes; y de la cantidad como la medida. Y siendo así es puesto que el bien no puede ser algo común, universal y único, pues si así fuese, no se predicaría en todas las categorías, sino en una sola.
Es evidente, en efecto, que podríamos designar los bienes según una doble acepción: unos por sí mismos, otros por razón de aquellos. Separando los bienes esenciales de los bienes útiles.
VII
El bien parece ser diferente según las diversas acciones y artes, pues no es el mismo en la medicina que en la estrategia, y del mismo modo en
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