Delincuencia politica

Delincuencia política

La delincuencia está vinculada a las personas que violan las leyes y al conjunto de los delitos. La política está emparentada con la delincuencia y viceversa, el delito esta entrelazado con la política este enlace deriva al concepto de corrupción que está sancionado penalmente. La corrupción es un abuso autoritario del poder, con el cual solo ellos obtienen beneficios o benefician a los delincuentes. Al momento de llevar acabo las elecciones es cuando más se da la delincuencia política ya que el político que quiera postularse para candidato a ser electo con la ambición de querer ganar el puesto tiende a vincularse con algún delincuente al cual se le llama padrino, quien es favorecido al tener a alguien en el poder por qué así tiene libertad de hacer o cometer un delito. Los miembros de esa asociación delictiva se adueñan de la administración y ejercen el control de las actividades económicas, subvenciones, permisos, obras públicas, contrato de organismos públicos para así obtener ganancias ilícitas o adquirir otros beneficios ilegales para sí mismos o para terceras personas. El control de administración pública de todos sus niveles, garantiza a la organización delictiva criminal su existencia, ya que son sus instrumentos policiales, judiciales y legales los que pueden acabar con su negocio. La delincuencia común, o de muy bajo rango, los cuales se presenta en pueblos o comunidades muy pequeñas donde no hay grandes grupos delictivos, en este ejemplo Ometepec, guerrero., tiene una asociación un poco débil con la política que en todo caso puede expresarse a través de un padrinazgo por parte de un dicho dirigente político o de funcionarios judiciales o policiales que a su vez dependen de aquellos lo cual poco afecta su relación. Insoportable e insostenible cantidad de parásitos, gestionan y deciden la desgracia de nuestra sociedad, venden a sus ciudadanos a instancias de poderosos delincuentes, que pagan sus propagandas políticas, e hinchan sus bolsas personales; permiten el expolio y colocan la deuda con interés de usuras sobre las espaldas de los ciudadanos, la mayoría que no adquieren un buena información acerca del candidato y se van por la parte física de la persona y a veces llegan a ser engañados por el político. Argumentan que es necesario el  secreto de sus acciones, para justificar la falta de transparencia y a complicidad de algunos medios periodísticos habituales en su trato de favor hacia estas personas, aunque unos se inclinen claramente hacia uno u otro lado, forman parte de la misma estructura. Es necesario remarcar que la delincuencia organizado, o el que no se le combata eficazmente en el municipio de Ometepec, esta también muy relacionado con el problema de la corrupción antes mencionado, corrupción en la que participan los cuerpos de seguridad pública, a tal grado que, incluso en las estrategias más lamentables de los últimos años, se han visto involucrados policías o ex policías, así como policías estatales y agentes judiciales de esta localidad. Por ello la gran necesidad de más adecuados y funcionales medios de control frente a la delincuencia organizada. El delito político se sustenta en el hecho de que la persona, tiene una concepción nueva o por lo menos distinta del estado y del hacer político con relación de criterios de quienes tienen el poder, y para conseguir materializar su ideal, utiliza métodos que no son admitidos por quienes gobiernan. Los delitos han sido divididos en delitos políticos puros y delitos políticos relativos u ocurrentes, y esto a su vez, en complejos y conexos. Son llamados delitos puros los que violan derechos que pertenecen al estado, los delitos políticos relativos u ocurrentes son aquellos que desde el punto de vista objetivo, lesionan al el individuo o al el estado. El delito es político conexo, cuando hay muchos hechos delictuosos que se relacionan los unos con los otros con un lazo más o menos estrecho, y que violan los derechos individuales con un fin político. Durante mucho tiempo se ha considerado a los delitos políticos como los más peligrosos porque, si los de derecho común solo causan un daño individual o privado, aquellos perturban profundamente la vida nacional.  Desde que hubo Estado, hubo delitos políticos, es relativo y depende de la voluntad del gobernante, de quien ejerce la titularidad en un Estado. El Estado por el solo hecho de serlo, tiene la absoluta necesidad de garantizar su existencia y seguridad frente a conductas que tienden a destruirlo o desconocer su soberanía, interna e internacional. Por esa razón el Estado dicta normas que lo protegen del delito cometido contra todos estos principios o sea los delitos políticos.  El criterio objetivo dice que hay delito político cuando el objeto de la tutela penal es de naturaleza política, es decir, cuando se trata de cualquier ataque al Estado, sea en su existencia, integridad, seguridad, forma o constitución. El criterio subjetivo, dice que hay que estar al móvil de la acción, si el fin que persigue el titular de la acción es político, estaremos frente a un delito político.  El delito político no se presta para un estudio sintético, porque en el confluyen razones de orden jurídico, político y económico, y, además, porque el delito evolutivo se ha formado por la influencia de la vaguedad, los residuos teológicos, ideologías que se contraponen con la naturaleza del hombre. Generalmente se ha definido como delito todo hecho al que el ordenamiento jurídico enlaza como consecuencia una pena. Todo lo cual nos permite concluir que el delito forma parte de la categoría hechos jurídicos, o sea de los acontecimientos que producen consecuencias jurídicas. Y dentro de dichos hechos pertenece a la escala de los "actos jurídicos" por consistir en una conducta humana voluntaria. La pena es la más grave de las sanciones, no solo para quien la padece sino para el Estado que la impone. Debe descartarse la expresión "contrasta con los fines del Estado", pues ello significa que se hace referencia a las acciones que perjudican no solo a la conservación de la sociedad, sino a los que obstaculizan su evolución, su desarrollo. Y precisamente esta última son las que dan nacimiento al delito político. Desde luego que todos los delitos afectan al Estado, como órgano de tutela de todos los derechos.

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