Democracia Intercultural

Democracia intercultural

Asistimos a un complejo y ambiguo proceso de construcción institucional de la di. No es temerario anticipar el rasgo minimalista que adoptará la dimensión comunitaria de la democracia en proporción al contexto global de transformaciones estatales, sociales y económicas predominantemente representativas.

Democracia Intercultural, basada en la complementariedad de la democracia directa y participativa, la democracia representativa y la democracia comunitaria en el Estado. Al ser abarcador de múltiples institutos democráticos, el concepto provoca la necesidad de ampliar la comprensión crítica de los mismos, identificando las disonancias discursivas que acompañan esta primera parte del siglo XXI. Esta voluntad fundacional es resultado de la interpelación a las nociones de República y de democracia representativa. En efecto, desde finales de los años 90 y, en el contexto de la crisis de Estado que inauguraba el presente siglo, se reavivaron las tensiones y discusiones político académicas en torno a las ideas de representación y participación, cargándose las tintas en las virtudes ontológicas de la participación directa y en la exaltación del movimiento de masas en las calles, tan arraigado en nuestra tradición política, en desmedro de las mediaciones propias de democracia representativa y la lógica de pactos que, para bien o para mal, la acompañaron. Pese a la sospecha que despierta la “representación”, su vigencia parece inevitable. Se parte de la premisa de que en sociedades complejas, diversas y predominantemente urbanas es impensable e imposible la organización del poder público al margen de alguno o varios institutos representativos y los acuerdos que entrañan. Ya; que “sumaq qamaña” es uno de los rasgos distintivos y paradigmáticos de la di y del proceso de transformaciones del campo político y social boliviano. El mismo ha despertado interés en los ámbitos académicos y políticos. Para de Sousa Santos, desde América Latina y Bolivia se proyectan cambios y una nueva “epistemología del sur” contrapuesta a la democracia liberal euro céntrica y al ser centro de la transformación contra hegemónica y descolonizadora que se despliega. Otros dudan respecto al proceso, identifican desviaciones etno nacionalistas autoritarias y categorías conceptuales forzadas poco viables que paradójicamente desdibujan el horizonte de la democracia. Son tantos los vacios normativos, la vulgarización, la folklorización y la diversidad de significados concedidos a la noción de “descolonización” y al Estado plurinacional comunitario, que impera la confusión y persisten las discusiones diletantes. Dicho esto pregunto: ¿lo plurinacional es compatible a lo republicano? Probablemente sí, dado que la Republica es capaz de reinventar y acoger múltiples formas y manifestaciones plurales de la sociedad, así como mecanismos de control y contrapeso de los poderes

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