Democracia y Participación Ciudadana en los municipios

Democracia y participación ciudadana en los municipios

Enrique Orrego

1. Introducción:

La Democracia, entendida como la forma de gobierno donde el pueblo tiene el poder sobre su propio desarrollo, decisiones y determinación, es un sistema cuyo principal fin es permitir que todos los ciudadanos puedan participar y dar su opinión sobre las decisiones que van a afectar su vida y las de sus compatriotas. Sin embargo, debido al amplio desarrollo y crecimiento de los países en las últimas décadas, una Democracia Directa se hace cada vez más compleja y difícil de llevar debido a que, hoy en día, las sociedades son de masas. Esto nos lleva a preguntarnos y sopesar el papel de la participación ciudadana dentro de la actividad política actual, donde nos movemos dentro de un sistema representativo y el ciudadano de a pie tiene poca o nula participación real en política más allá de las elecciones periódicas de representantes. De esta forma, es necesario repensar el como participa la ciudadanía y que implica la participación ciudadana en las democracias representativas actuales, sobre todo pensando en nuestro país y su historia.

Por los motivos antes nombrados y para ordenar de mejor forma las ideas previo a una propuesta, es necesario analizar y revisar diversos puntos que nos darán una mirada más profunda sobre la participación ciudadana en Chile, los desafíos que enfrenta y la mirada o proyección que le podemos dar.

2. Desarrollo:

Los Estados y las políticas públicas, al ser fundamentados bajo agendas políticas y prioridades específicas, suelen ser entidades que resisten los cambios dentro de su aparato burocrático, el cual por norma general de por sí no invita al ciudadano promedio a inmiscuirse en él. Sin embargo, el rápido desarrollo tecnológico de los últimos años ha acostumbrado a las personas (y, por ende, a aquellas que ostentan cargos dentro de la administración) a una sociedad de solicitudes y respuestas inmediatas, a soluciones rápidas y a la posibilidad de expresarse libremente en espacios abiertos al escrutinio y tendientes a la masividad. De esta forma, poco a poco se ha intentado implementar mejoras administrativas y de gestión basadas en la tecnología, produciendo el fenómeno conocido como “Modernización del Estado”, donde se intenta aprovechar la tecnología como medio para hacer más eficiente la administración del aparato público. El interés de modernizar el Estado como una forma de mejorar la eficiencia de este y permitir mayores espacios de modernización se puede ver en la misma declaración del Comité de Modernización, “hacer más eficientes los servicios públicos y fortalecer la democracia por medio de una gestión pública participativa” (Comité de Modernización, 2000). Sin embargo, esta modernización ha estado principalmente enfocada a los recursos y la administración, reduciendo la importancia que se le da a la participación ciudadana y enfocándose en permitir ofrecer opiniones o reclamos de manera más expedita o de facilitar trámites administrativos.

Es importante dejar patente el potencial que tiene la tecnología como facilitador de la participación ciudadana, para lo cual podemos ver el ejemplo que nos dan países como Estonia, país ampliamente reconocido como pionero en la implementación de tecnologías en pos de facilitar la participación de su ciudadanía, ejemplificado en el hecho de que sus documentos de identidad y sus elecciones son sostenidas por medios electrónicos (Madise, Maaten & Priit; 2014).

En este punto y tomando en consideración lo anterior, es bueno profundizar en los por qué de las dificultades a la hora de implementar políticas de participación ciudadana. Este aspecto tiene que ver principalmente con dos aspectos: Los intereses y tensiones referentes al aumento de la participación ciudadana en aparatos gubernamentales y la conformación legal y administrativa de los espacios y actores de participación, influencia y cambio en la política y la sociedad civil.

En lo referente a los intereses y tensiones en los aparatos internos del Estado en lo referente a la participación, es un aspecto que tiene que ver con la misma naturaleza de las fuerzas y organizaciones políticas, las cuales no evolucionan sus miradas y lineamientos a la misma velocidad que lo hace la sociedad (al igual que el Derecho), y suelen ver con recelo la intervención o la inclusión de fuerzas que afecten el equilibrio político; esta mirada choca con las fuerzas y organizaciones que si desean una mayor participación ciudadana en la política, los cuales buscan aumentar la legitimidad del Estado y las decisiones y políticas de Gobierno en base a los números de aprobación y participación ciudadana directa en las mismas. Por otro lado, si nos enfocamos a las instituciones y aparatos estatales (incluyendo dentro de esto a los aspectos legislativos y administrativos del Estado), podemos decir que su misma naturaleza les hace generar rechazo a las modificaciones, pues pueden afectar su seguridad y la estabilidad de sus funciones. De esta forma, la principal

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